Esta es la historia de una mujer que pudo salir de una relación violenta, renació después de sufrir una depresión y peleó con uñas y dientes para recuperar su música. La vida pública empezó cuando Ángela Leiva a los 18 años ganó un concurso de canto en el famoso programa de televisión de música tropical ‘Pasión de Sábado’. Hoy, a sus 35, dicen que es la futura reina de la cumbia. Gilda es la reina indiscutida, Karina es la princesita y Ángela va por el primer lugar en el podio.
— (Risas). Me la nombraste a Gilda y me limitaste (risas). Gilda es la reina máxima de la movida tropical. No la tenemos físicamente pero a través de su música es increíble cómo aún hoy en 2023, ponen canciones de ella y las seguís bailando, las seguís cantando y descubriendo cosas nuevas. Y genera “ángel”, transmite un ángel…
— ¿Cuándo te diste cuenta que te gustaba la cumbia?
— A los 8 empecé a escuchar mucha cumbia, cuando me mudé definitivamente a Buenos Aires, porque soy de Tandil. Mi adolescencia fue en San José, Temperley, el barrio donde me crié.
Ángela Leiva tuvo que atravesar y superar momentos personales muy difíciles. Como la enfermedad y la muerte de sus padres.
— Nunca uno está preparado para perder un ser querido y mi vieja se fue muy joven. Mi mamá era mi fan número uno y mi papá le competía. Porque a mi viejo le gustaba más el escenario, le gustaba acompañarme. Cuando empecé en esto, tenía mi banda de barrio y él ponía el auto. Nos subíamos como podíamos, éramos diez personas. No sé cómo hacía para subir tanta gente en ese auto. Me acompañó desde siempre.
— ¿Estás hablando de Angie y Los Fieles?
— Estoy hablando de Angie y Los Fieles.
— Un nombre espectacular para un grupo.
— Sí (risas). Un día llegué con 16 años a escuchar el ensayo en vivo y se enteraron que cantaba por el barrio. " Nos enteramos que vos cantás, ¿no te animás a cantar una canción?” Y canté “Gilda”. Me dijeron: vos sabés que de acá no te vas más ¿no? Así fue.
“ERA MUY INSEGURA. ME COSTABA MIRARME AL ESPEJO.”
— ¿Empezaste a trabajar ahí?
— Sí, no era un trabajo remunerado, más bien era tocar por amor al arte. En esa época todavía no nos pagaban por hacer shows. Pasé de ser la Angelita tímida a ser la cantante del barrio. Mi debut en realidad fue en el colegio porque ahí rompí el hielo con mis compañeritos. Así fui perdiendo la timidez. A mí me trababa mucho la timidez. Todos me decían: cantás re lindo, cantá. Y a veces por timidez no lo hacía. Era muy para adentro, era muy insegura, la timidez viene un poco de eso. Me costaba mirarme al espejo, pero sabía que lo tenía que hacer.
Además de simpática, cálida y canchera, Angela es lindísima. Indudablemente lindísima.
— Tenía mis mambos de chiquita, todos fuimos adolescentes. Todos tuvimos inseguridades. Por suerte después fui entendiendo que la belleza es, parece un cliché, pero la belleza es interior. Me ocupo mucho de lo que se ve, me encanta ocuparme de la moda, de cómo me visto, del pelo, del maquillaje. Pero entiendo que hay otra cosa mucho más importante que es lo que está acá adentro.
“TUVE QUE ENTENDER QUE UNO ES UN NEGOCIO PARA OTROS. ESO ME HIZO UN CLIC.”
— ¿De eso cómo te ocupás?
— Me ocupo mucho porque soy muy obsesiva conmigo misma con respecto a mi salud mental. Tuve una época bastante heavy. Cuando comencé a cantar tuve que entender que uno es un negocio para otros, eso me hizo un clic en la cabeza. Yo era muy chica cuando gané el concurso, cantaba porque me gustaba cantar y era un sueño. El sueño de repente te muestra la realidad. Empecé a trabajar mucho. Fui muy exitosa desde el comienzo y eso es muy difícil.
— Decís que te ocupás mucho de lo de adentro. ¿Con un psicólogo?
— Nunca fui a un psicólogo. Nunca fui a un psiquiatra. Pero hago otras terapias, biodescodificación, constelaciones familiares. Me escucho mucho cuando hablo. Observo mucho lo que hago y lo que no hago. Cómo me manejo con el resto, con la gente que amo, que está a mi lado, cómo los cuido.
“CUANDO DECIDÍ SEPARARME EMPEZARON LOS PROBLEMAS. EMPEZARON LAS AMENAZAS, EMPEZÓ A AFLORAR LA VIOLENCIA.”
— ¿Ese cuidado del adentro empezó después de algún episodio?
— Sí, cuando me separé de una pareja que tuve muchos años, ocho años. No sólo era mi pareja sino que también era mi representante, era mi manager, era mi productor, era todo. Y dormía conmigo básicamente. Muchos años. En ese momento tuve que entender que no quería estar más con esa persona a mi lado. Cuando tomé la decisión, empezaron los problemas. Y cuando realmente no me importó nada, cuando me importé solo yo misma, comenzaron los graves problemas. Porque empezaron las amenazas, empezó a aflorar la violencia que hubo tantos años, violencia psicológica. No le bajo el precio a la violencia psicológica, pero nunca me levantó la mano.
— No se le da la relevancia tiene a la violencia psicológica, es maltrato.
— Cuando tomé la decisión de dejarlo tardé cuatro años en hacerlo.
“EMPEZÁS A SENTIRTE TAN POCA COSA… EMPECÉ A CREERME EL CUENTO DE QUE SIN ÉL NO ERA NADA.”
— De los ocho años que estuvieron juntos estuviste la mitad del tiempo intentando separarte.
— La mitad. Lo que pasa es que él manejaba todo. Además era más grande que yo y por eso era amigo de mi papá. Había una mezcla, una ensalada importante y yo estaba en el medio. Empezás a sentirte tan poca cosa que hasta te sentís culpable por los vínculos de los otros, me sentía culpable por el vínculo de él con mi papá. “Pobre mi papá si yo me separo.” Cosas así, entre tantas. Y después creerme el cuento de que sin él no era nada.
— ¿Él te decía eso? Que sin él no eras nada?
— Claro. Literal.
— De eso se trata la violencia psicológica
— “No seas tonta, qué vas a hacer sin mí, vos”. “¿Quién te va a manejar como yo? ¿Quién te va a manejar la plata como yo? Porque el resto te va a robar”.
“ME SENTÍA UN TRAPO DE PISO. SENTÍA QUE ANGELA LEIVA NO EXISTÍA MÁS.”
— ¿Eso te lo dijo durante años?
— Años, sí. Hubo varios intentos de separación de mi parte. Y siempre volvía. Cuando decidí finalmente separarme yo me sentía un trapo de piso. Yo sentía que me separaba de él y que yo iba a hacer otra cosa, que Ángela Leiva no existía más. Que la música en mi vida no iba a existir más. Que si existía tenía que empezar de cero. Hasta un día pensé en cambiarme el nombre. Eso es tremendo, ¿cómo yo voy a cambiar mi identidad? Mi nombre, el nombre que eligieron mis viejos. El nombre tiene mucho que ver con cómo somos.
— Eso muestra hasta dónde habían llegado sus palabras, había logrado que lo creyeras.
— Sí. 100%. Además cuando me separé, él era la víctima. Después comencé a darme cuenta que no era ninguna víctima y que la víctima era yo. Me costó mucho la parte legal. Me costó mucho todo.
“ENCONTRÉ DEUDAS QUE NO SABÍA QUE TENÍA, CONTRATOS QUE NO SABÍA QUE HABÍA FIRMADO. ME COSTÓ VARIOS AÑOS SALIR DE ESE POZO DEPRESIVO.”
— Después de separarte, después del dolor, tuviste que buscar un abogado. ¿Con qué te encontraste?
— Deudas que no sabía que tenía. Contratos que no sabía que había firmado. Un desastre. Me costó varios años salir de ese pozo depresivo. Uno dice: “yo nunca estuve deprimida”, sí, lo estuviste. A veces uno no quiere reconocerlo o no se da cuenta, no sabe cuáles son los síntomas o quiere bajarle el precio un poco a esa situación. Me costó. Hoy te lo puedo contar, en ese momento yo decía: estoy bien, estoy bien. No, estaba mal.
“UNA DE LAS COSAS MÁS GRAVES QUE LE HIZO A MI CARRERA FUE HABERME SILENCIADO. MI MÚSICA DESAPARECIÓ DE LAS PLATAFORMAS DIGITALES.”
— Estuviste mal dentro de la relación y estuviste mal después. Hubo mucho por solucionar y problemas nuevos además.
— Sí. Porque después a él se le cayó la careta y empezó a hacer de las suyas. Una de las cosas graves que le hizo a mi carrera fue haberme silenciado durante un año, en todas las plataformas digitales. En YouTube, Spotify, iTunes, mi música había desaparecido de todas las plataformas. Y esa es mi carrera, mi vida.
— Pensé en Taylor Swift que tuvo que grabar todo de nuevo porque una compañía se quedó con su música. Tu música es tu identidad.
— Totalmente. Mi música soy yo. Es pegarme en lo más bajo, no hay otra parte donde me hubiese dolido más.
— ¿Cuánto tiempo duraron estas agresiones después de separarte?
— Fueron los primeros tres años después de separarme. Desde hace cinco que estoy manejándome sola, cuando tomé la decisión de armar mi propio equipo. Por eso somos muchos nosotros. Yo vengo acá y viene mi manager, viene la persona que me maquilla… Es también para sentirme protegida por mi gente.
— Que te cuiden. ¿Recuperaste la música que perdiste, que él borró?
— No. Habrá entendido que era un negocio tener toda esa música porque eso lo está cobrando hasta el día de hoy él.
“POR QUÉ IBA A PENSAR QUE ME IBA A TRAICIONAR ASÍ, SI YO DORMÍA CON ÉL, SI ERA MI PAREJA?”
— ¿Él está cobrando por tus canciones? ¿Las qué hiciste cuando él era tu manager?
— Sí, a partir de lo que hice sola no. Lo que hice antes de la separación todo lo está cobrando él. Él hizo y deshizo como quiso, fueron ocho años de pareja. Fue una persona en la que confié mi vida. Por qué iba a pensar que me iba a traicionar así, si yo dormía con él, era mi pareja. Era el hombre que yo elegía para estar conmigo.
— Trabajó para que no existieras más.
— Sí, exacto. Me quiso demostrar que él no mentía cuando amenazaba. A mí me importó porque sufrí mucho esa situación, pero seguí adelante igual.
— Hay que volver a creer en uno antes que nada. Después armar un equipo nuevo. Y después volver a creer en un hombre para tener otra pareja. ¿Cómo hiciste?
— Pude. En ese momento estuve con una persona que me ayudó muchísimo a salir adelante. Una gran persona. Ahora estoy en pareja otra vez con otra muy buena persona. Estoy muy enamorada en este momento, muy feliz.
— Hubo que recuperar la autoestima.
— Sí, lo hice y lo sigo haciendo. Porque es un trabajo diario. Yo creo que la autoestima es un trabajo diario.
“LE DEJÉ TODO. LO QUE VALÍA ERA MI LIBERTAD COMO MUJER Y COMO ARTISTA”
— ¿Fue empezar de cero?
— Sí. A veces uno dice que lo material son detalles ¿no? Porque en este caso realmente lo material era un detalle, lo que valía era mi libertad como mujer y como artista. Yo me fui con una mano atrás y otra adelante porque le dejé todo. Vivimos juntos ocho años y todo le dejé. Hasta mucha cantidad de ropa. No quise volver más. Yo me quería ir. Necesitaba irme. Además durante esos últimos meses, cuando él ya sabía que yo estaba decidida a la separación, existió un hostigamiento de su parte insoportable. Hasta que pude encontrar un lugar donde irme a vivir. Estuve conviviendo con él dos meses separada con un hostigamiento, me perseguía, me… , de todo.
— Con el paso del tiempo vas resolviendo temas de tu carrera con un abogado y vas recuperando tu autoestima con otras herramientas. ¿Cómo se hace con las frases que te repitió tantos años, tan dañinas? ¿Dónde quedaron, dónde van? ¿Te siguen resonando?
— A veces estoy hablando con gente y veo actitudes y me vienen los flashes: “qué parecido que es”. Uno empieza a darse cuenta cómo es la gente. Decís: ah, esa frase ya la conozco, yo ya sé por dónde vas.
— ¿Soñás con tener una familia?
— Sí. Si me preguntabas unos años atrás te decía que no. Hoy creo que ya estoy. Acabo de cumplir 35 años. Siento que la vida hay que vivirla. Me doy cuenta hoy que no tengo a mis viejos, un pilar fundamental para mí. Mis hermanos. La familia me parece que es pilar fundamental. Y creo que ya es hora de ir pensando en tener la mía propia.
— Cuando se habla de las cantantes de cumbia o de música tropical hay dos o tres nombres y se siente una rivalidad. ¿La rivalidad es inventada o es real? ¿Hay un poquito de pica?
— Hay un mito un poco con eso. Cuando empecé yo no me cruzaba casi con nadie. Y de repente había rivalidad con Karina, por ejemplo.
“LA RIVALIDAD CON KARINA LA PRINCESITA ES UNA TONTERIA.”
— Karina la princesita.
— Sí. A veces creo que se necesita que los artistas tengan rivalidad para generar un negocio detrás de eso. Karina tiene sus años en esto, se la respeta obviamente. Cuando yo salgo, por una especie de rivalidad, me ponen la reina. Yo no elegí ese título. Hoy lo veo y digo que es una tontería. A ella la aman, a mí me aman, o sea, cada fan ama a su artista. No siento que haya esa rivalidad. Después bueno, pasaron ciertas situaciones, que por suerte las pude hablar con ella.
— ¿A qué te referís?
— Muchas situaciones. Porque en su momento cuando yo me separé de los Serantoni, que son los productores de Pasión de Sábado, quería seguir trabajando sin ellos y me costó un poco. Ahí aparecieron los rumores, que ella no quería compartir escenario conmigo. Se generó una rivalidad de rumores, los fans se empezaron a enterar, las redes. La gente empezó a tomar cosas sueltas, hicieron un mundo de eso.
— Los seguidores de las dos son fanáticos.
— Son fanáticos de verdad. Tuvimos nuestra oportunidad de acercarnos después de muchos años, la había cruzado una o dos veces en su momento sin haber cruzado más palabras que un saludo. Nos dimos una oportunidad.
— ¿Sirvió?
— Sí claro.
— ¿Por qué no comparten nunca un escenario o una canción?
— Eso ya no sé. A veces sucede que cada artista tiene su agenda. Hay intereses comerciales también, cada una tiene su representante, su compañía. Pero la intención está.
— ¿La intención es tuya o ella te dijo alguna vez que le gustaría?
— Lo charlamos algunas veces, sí. No sucedió, no se dio.
— Compartiste escenario con Los Ángeles Azules, un grupo legendario.
— Los ángeles. Los amo. Los ángeles azules hoy están en su mejor momento. Cumplieron, a ver si no recuerdo mal, 40 años. Tengo una relación muy linda con ellos a nivel familiar porque ellos son todos familia. Debe ser un staff de 35 personas, la mayoría familia.
— Como los Montaner pero de la cumbia.
— Total, una producción mega. Tuve la oportunidad de viajar con ellos a las giras por Estados Unidos el año pasado y fue increíble, yo me sentía en Disney literal. No lo podía creer.
— También compartiste escenario con Los Pimpinela.
— Son lo más, re. Yo los amo. Cuando me llegó la convocatoria para cantar con ellos no lo podía creer, pensé que me estaban haciendo un chiste. Decís: cuál, qué canción, cuántas (risas). Lo que quieran. Me invitaron a su estudio, grabamos, los amo a los dos.
— Hablando de rivalidad. Hay alguien que metió un poquito de pica hace tiempo.
— ¿Quién?
— La Bomba Tucumana. Que dijo que ninguna de ustedes en realidad hace cumbia.
— ¡Ay, la amo! Yo la amo a la Bomba, me hace reír un montón.
— Dice que la cumbia es otra cosa. Que tiene percusión. Que la cumbia es colombiana.
— Bueno, la cumbia como cualquier otro estilo fue evolucionando y hay también fusiones. Yo considero que hago una cumbia romántica. Que sí, que está fusionada. Y a veces hago lo que se me canta también, porque un día te hago cuarteto, otro día te hago cumbia, otro una balada. Entiendo que ella no piensa lo que dice, lo dice y está muy bien. Yo soy amiga de ella. No me enojo, no. Me causa gracia.
— ¿Por qué no te enojás?
— Me causa gracia. Porque cómo va a decir que es la única cantante de cumbia. Es muy fuerte. Me hizo reír mucho cuando lo vi. Me causa gracia, te juro.
Ángela se viste increíblemente bien. Hace cumbia, pero rompe con la idea de que la cumbia tiene una ropa particular. El vestuario típico de la cumbia, el estereotipo, para ella quedó en el olvido.
— Estás súper aggiornada, sos muy moderna.
— Gracias. Me gusta mucho la moda, las tendencias. Estoy muy metida. Tengo un equipo de vestuario, de estilismo. Nos dejaron, digamos, el camino de Lía Crucet, de la Bomba. De mujer exuberante ¿no?
— Escote, todo apretado, pollerita corta.
— Sí. No me parece que esté mal, me parece que cada una se viste como quiere. Pero a mí no me da. A veces me pongo un escote y me da como vergüencita.
— Estás re tapada.
— (Risas) Sí, pero a veces me he vestido así. Ojo, no es que no. Yo pienso en Lía y pienso en la Bomba y es nuestra cumbia. Me parece que está buenísimo lo que se genera a nivel emocional, me crié escuchando cumbia.
— ¿Hay que ponerle límite a los fans? Los fans piden, reclaman y a veces se enroscan.
— Mis fans ya me conocen cómo soy, yo te doy un poquito y después ya. A veces desaparezco de las redes varios días, no me gusta sentirme atrapada. Cuando siento que tengo la necesidad de estar todo el tiempo con las redes sociales prefiero salir.
“SOY MUY CONTROLADORA, CONTROLO HASTA LO QUE SIENTO.”
— Cuando empezaste a veces cantabas en una iglesia. ¿Seguís teniendo vínculo con Dios?
— Sí pero no soy de ir a la iglesia, en esa época tampoco lo hacía. No hice ni la comunión. No me gusta fanatizarme con nada. Siempre soy medida con lo que hago, lo hago hasta donde me hace bien y cuando veo que puede ser perjudicial me corro. Soy como bastante controladora hasta con eso. Soy muy controladora entonces controlo hasta lo que siento. Es una cosa virginiana, una cosa de locos.
— Para rezar ¿le rezamos a Gilda?
— Sí, sí, muchas veces. De hecho cuando competí en el concurso le pedí a ella que me ayude, que me dé fuerzas.
— ¿A los 18 años?
— Claro, cuando hice el concurso Pasión canta. La fila de los participantes estaba afuera. Ese día de repente se nubló, viento, del cagazo que tenía se me empezó a cerrar la garganta. Empecé a toser con el viento. Lloviznaba. Entonces pensé que me iba a ir mal. Se me cerró la garganta, qué voy a cantar. Hay videos del casting, no se me escuchaba, te lo juro. “Ángela, hacé lo que puedas” me dijeron. Abrí la boca y empecé a cantar normalmente, No sé qué pasó. En la fila yo le había pedido a Gilda.
— ¿Qué le pediste, cómo fue?
— Dame una mano con esto. Dame una mano con esto decía, necesito ayuda. Ayudame a sacarme estos nervios, esta timidez y que sea una buena presentación.
— ¿Cerrabas los ojos, te la imaginabas?
— Sí. Está muy presente ella en mi carrera. Además también me pasa que la gente un poco me compara con ella. Yo siempre digo, Gilda hay una sola y va a ser Gilda siempre. Y así como Ángela va a haber una sola.
— ¿Le volviste a rezar los años que siguieron?
— Le agradecí. Le fui a agradecer. Porque tomé la decisión de no pedirle más nada.
— El año pasado llenaste un Luna Park gigante.
— Sí, mi primer Luna Park, no lo podía creer. No me sentía una artista suficiente para estar en un escenario como el del Luna Park. Es muy impresionante ese lugar. Porque es emblemático.
— ¿Te la crees de ahí en más un poquito más?
— Me la creo un poquito más, sí.
— Ahora Gran Rex.
— Ahora el Rex el 22 de diciembre cerrando este año hermoso que tuve. Que tuvimos, siempre los incluyo a mis fans, a la gente. Porque uno puede tener muchas ganas de cantar, pero si la gente no te apoya estás al horno.