Martín Kweller con María Laura Santillán: “Los que hacemos tele tenemos el ego enorme pero no tanto como los que están frente a cámara”

El ganador del Martín Fierro de Oro produce innumerables programas para televisión, cine, radio y streaming. Qué es lo que cambia cuando los anunciantes invierten menos plata. Lo que nunca haría en televisión. Cuando las ideas le llegan a las 4 de la mañana. Cómo es el ego de los que no salen en la televisión. El productor más intenso, que se recibió de contador, pero no quiere hablar de números

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María Laura Santillán Con Martín Kweller

Hace algunos años se pronosticaba que la televisión de aire moriría. La aparición y multiplicación de las redes y de las plataformas parecían atentar contra el encendido de la tele. Se aseguraba que solo sería consumida masivamente en eventos importantes, como las elecciones o el mundial de fútbol. La última edición de Gran Hermano dio definitivamente por tierra esa profecía. Su productor, Martin Kweller, es hoy el más importante de la televisión abierta. CEO y Chairman de Kuarzo Entertainment, desde hace más de 30 años produce para todos los canales privados. Acaba de ganar el Martín Fierro de Oro por Gran Hermano, un programa que alcanzó números de rating de años atrás y que volvió a mostrar al entretenimiento en altísima competencia.

— Sí, un rating muy alto. Esos pronósticos yo los escuché muy poco. También se habla del fin del mundo… La tele es muy fácil de prender, hacés tac y ya estás mirando algo y escuchando algo. Aparecieron cosas más modernas como el streaming, lo mirás cuando querés, lo dejás pausado y demás. Pero también es cierto que tenés que acordarte qué estabas mirando, tiene una complicación adicional. Nosotros hemos hecho la gran película Granizo que ha tenido una audiencia tremenda en todo el mundo, con el gran Guillermo Francella y Marcos Carnevale. Y ahí nos dimos cuenta que hay tiempo para todo. Tiempo para tele abierta, tiempo para el streaming, tiempo para la radio. Todo está vivo. El entretenimiento está más vivo que nunca. La gente le dedica mucho tiempo al entretenimiento.

— Se están viendo algunas marcas de rating que no se veían en la televisión abierta.

— Sí, eso sucedió este verano con Gran Hermano y con el crecimiento de la fiesta del Martín Fierro, tuvo picos o promedio de rating más alto que hace 5, 6 años. Mirá, yo la veo recontra viva a la tele. La gente pasa por la tele. Pasa por los canales de noticias. Pasa por los canales de aire. Está al tanto de todo. Además la tele está viva porque está repetida en las redes sociales. Entonces lo mejor que pasa en la tele está en las redes sociales.

 "Lo mejor que pasa en la tele está en las redes sociales", aseguró Martían Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"Lo mejor que pasa en la tele está en las redes sociales", aseguró Martían Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— Pero sabemos que los más jóvenes no prenden la tele. Ahora, la están volviendo a prender?

— También en el teléfono podés ver, entonces encuentran la manera. Cuando están afuera usan el famoso VPN, que yo lo escuché el otro día por primera vez. Me parece que los chicos están muy atentos. Están muy energizados. En la calle ves a la gente, a los chicos, con el celular. En un ascensor. ¿Te acordás del famoso momento incómodo del ascensor que no sabíamos para dónde mirar? Y cuando miran el celular están mirando contenido, no están mirando quién los llamó. Y cuando miran contenido miran videos, y cuando miran videos miran videos de la tele abierta, miran videos de todos lados.

“LOS ANUNCIANTES LE DESTINAN MENOS PLATA A LA TELEVISIÓN”

— Se está prendiendo más la tele que antes.

— Cuando se le pone creatividad y básicamente cuando se le pone plata a un programa de televisión, se nota en el decorado, se nota en el equipo de producción, se nota en la cantidad de horas de visionado, en la cantidad de tiempo de edición. Eso hoy es plata en televisión. Y cuando mejora el mercado un poquito, cuando mejoran un poquito las variables, mejora la inversión y mejoran los programas. Dicen que la tele está sufriendo y digo sí, como el país. Cuando el país está sufriendo la tele está sufriendo porque los anunciantes le destinan menos plata a la televisión y cuando la televisión tiene menos plata tiene menos plata para invertir en programas. Entonces los programas terminan siendo un poco menos producidos. Siempre igual el orgullo de la televisión argentina, de nosotros los productores y de los canales es “hagamos todo con lo que podamos y lo atamos con alambre”, la famosa parabólica humana para poder transmitir y poder mejorar lo poco que hay. Es una cosa muy argentina. Al haber estado tanto tiempo en una empresa internacional como Endemol, que después pasó a ser Kuarzo Argentina, en esos 16 años descubrí que en el mundo a la televisión argentina la tienen muy bien catalogada. Prestan atención a lo que anda bien acá, a la audiencia, a los programas, a los programadores, a los productores, a toda la gente muy talentosa que hay en la industria nuestra. A los conductores, perdón.

María Laura Santillán con Martín Kweller
“NO TENGO CONTADOS CUÁNTOS FORMATOS HICE NI CUÁNTOS PROGRAMAS TENGO EN EL AIRE”

— En todos estos años hiciste un montón de programas, no sé si los tenés contados. Un montón de formatos.

— No. No los tengo contados. Ni tengo contados cuántos formatos hice ni nunca cuento cuántos programas tengo al aire. Es una especie de cábala no contar cuántos programas tengo al aire.

— Hiciste más de 300…

— Puede ser. Si vos lo contaste puede ser.

— Cuesta elegir los mejores entre tantos.

— A mí más me cuesta, así que no me metas a elegir (risas). Elegí vos si querés. Hablame de programas que te gustaron y yo te comento.

“EN EL CASTING FINAL DE GRAN HERMANO SE ENCONTRÓ A LA ARGENTINA ACTUAL”

— Gran Hermano, la última edición.

— Excelente. Santiago del Moro le agregó todo. El casting estuvo fantástico. Un casting que hicimos con Telefé. Era muy divertido porque nos juntábamos a armar la casa con fotitos. Estaba la casa de Telefé y la casa que nosotros habíamos armado, para ver cómo nos mezclábamos en el último tramo de casting. Porque tenés los 40, 60, 100 videos de los chicos que se presentan y uno, dos, tres, cuatro castings, y de todo eso se hace un editado. Se arma ese casting final que fue un gran casting. Se encontró a la Argentina actual.

"Estamos haciendo una película con Luisana Lopilato. Justamente hoy fui a la filmación, se llama Mensaje en una botella", anticipó Martín Kweller en entrevista con María Laura Santillán (Foto Gustavo Gavotti)
"Estamos haciendo una película con Luisana Lopilato. Justamente hoy fui a la filmación, se llama Mensaje en una botella", anticipó Martín Kweller en entrevista con María Laura Santillán (Foto Gustavo Gavotti)

— ¿Favoreció al programa que hacía mucho no estaba en el aire?

— No hacía tanto, pero sí favorece. Gran Hermano en Brasil es un programa que sale todos los veranos y todos los veranos es un suceso.

— ¿Cuándo vuelve Gran Hermano?

— Cuando haga calor (risas).

— ¿El año que viene?

— No, no, inminentemente. Cuando haga calor. Ya está haciendo calor.

— ¿No tiene fecha? Hace calor todo el año.

— No hay fecha y no la sé. De verdad no la sé, si no te la diría.

Martín Kweller produce radio también, Urbana Play. Produce cine, la película Granizo fue un exitazo. Produce streaming y series para streaming. Y no quiere decir la cantidad de programas de televisión.

— Estamos haciendo una película con Luisana Lopilato. Justamente hoy fui a la filmación, se llama Mensaje en una botella. Habla de una chica de 40 años que quiere arreglar su vida viajando a través del tiempo, poniendo mensajes en una botella. Es una comedia muy interesante porque aborda el tema de lo que vos querrías cambiar de tu vida y después no podés. Y estamos también haciendo una comedia con Marcos Carnevale que va a hablar del síndrome de Asperger.

María Laura Santillán con Martín Kweller

— Vos estás pensando ahora en la película de Luisana Lopilato…

— Porque vengo de ahí.

“ME ENTREGO AL INSOMNIO. CUANDO APARECE UNA IDEA A LAS 4 DE LA MAÑANA LA PIENSO, ME ENTREGO”

— Porque venís de ahí y porque no podés dejar de pensar en lo que hacés hasta que te dormís.

— Yo me entrego al sueño. Y me entrego al insomnio. Si a mí me pasa que de pronto me aparece una idea a las cuatro de la mañana, la pienso. Durante los 16 años de Endemol, fui director creativo de Endemol a nivel regional y representaba al mundo. Había una cosa que se llamaba Global Creative Team, nos juntábamos a tirar ideas, había que llevar ideas nuevas. Entonces, cuando aparece una idea a las cuatro de la mañana, no importa a qué hora aparece. Entonces me entrego y al día siguiente voy a dormir bien, no es que duermo mal todos los días.

— ¿Cuándo aparece una idea? Aparece en cualquier momento?

— Sí, aparece en cualquier momento. Aparece con energía. Aparece por algo que te dijeron.

— ¿Dónde la anotas?

— En un memo del celular.

— ¿Hay distintas listas?

— Sí, hay muchas listas.

— ¿Están las listas catalogadas según qué?

— Ideas de ficción. Ideas de entretenimiento. Tengo una de ideas para la política. Se me ocurren cosas para cambiar el país y las escribo. Un día cuando me encuentro con un político… las ideas son para cualquiera. Si para mí está bien ojalá que se haga.

"De chiquito fui hiperquinético, me gusta mucho trabajar y me gusta mucho disfrutar de todo, de la vida, de la familia", dijo Martín Kweller durante el reportaje (Foto Gustavo Gavotti)
"De chiquito fui hiperquinético, me gusta mucho trabajar y me gusta mucho disfrutar de todo, de la vida, de la familia", dijo Martín Kweller durante el reportaje (Foto Gustavo Gavotti)

— O sea que las listas no tienen que ver solamente con el laburo.

— No, tengo ideas de arquitectura. Me gusta mucho la arquitectura.

— Tenés ideas para la radio, ideas para la tele. ¿Ideas para más adelante? ¿Ideas urgentes?

— No, ideas urgentes no tengo. Tengo algo que se llama “pendientes”. Pendientes es como lo urgente. Tengo una lista que se llama “para hacer en la semana” (risas). Es menos urgente que el pendiente.

— “Para hacer en la semana” no tiene horario pero hay que meterlo.

— En la semana tenés que ocuparte de esto.

“CUALQUIER MOMENTO ES BUENO PARA TRABAJAR”

— Es difícil tener prioridades con tantos trabajos?

— Qué sé yo, de chiquito fui hiperquinético, me gusta mucho trabajar y me gusta mucho disfrutar de todo, de la vida, de la familia. Soy muy familiero y me encanta disfrutar de mi familia. Y también me gusta mucho trabajar. No soy tan buen deportista, entonces tengo menos deporte. Estoy caminando, le estoy dedicando un tiempo al deporte. Pero entre la familia y el trabajo está toda mi vida. Y si hay insomnio hay insomnio y si hay que trabajar con la familia, la familia acompaña siempre. Es de fierro.

La familia de fierro de Martín? Michelle Gruber, sus tres hijos y un nieto. Martín y Michelle están juntos desde hace 31 años. Dos de novios y 29 de casados.

— Y si hay que trabajar cuando estás comiendo se trabaja, o si hay que trabajar cuando estás en la pileta…

— También. También.

— ¿Cualquier momento es bueno para trabajar?

— Cualquier momento es bueno para trabajar.

"Hay programas que estoy produciendo y que mi equipo, hoy liderado por Pablo Graziano, se pone a trabajar y laburan solos", reveló Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"Hay programas que estoy produciendo y que mi equipo, hoy liderado por Pablo Graziano, se pone a trabajar y laburan solos", reveló Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— Para algunos el trabajo no es lo más divertido, otros no pueden dejar de trabajar.

— Me parece que ninguna de las dos frases me caben. Ni le huyo al trabajo ni nunca dejo de trabajar. Me encanta también disfrutar.

— Tendrías que hacer una nueva lista con consejos para resolver problemas en poco tiempo.

— Sí, podría ser. A veces digo: hasta cuándo la mente me va a dar. Porque confío y no me olvido de las cosas. Es verdad, lo que anoto son las ideas. Pero cuando tengo algo pendiente me aparece durante el día. Las cuatro, cinco, diez cosas que tengo pendientes me aparecen durante el día y no me termino olvidando. Pero siempre digo: hasta cuándo ¿no? Ojalá que toda la vida sea así. Andrés Pandiella maneja Radio Urbana como los dioses y no aporto tanto. Están los chicos que son monstruos, María, Andy, Matías y Sebastián, Julieta. Son monstruos, los disfruto, los acompaño. Hay lugares donde tenés para aportar y hay lugares donde no. A mí me gusta que los platitos empiecen a girar. Hay programas que estoy produciendo y que mi equipo, hoy liderado por Pablo Graziano, se pone a trabajar y laburan solos. Guido hace todo en Los ocho escalones, desde conducirlo a producirlo, pensarlo, inventarlo. Eventualmente charlamos, pero el suceso que hoy es Escalones en todo el mundo y lo que lo comentan, es un orgullo. Y ese plato gira con Guido. Si se me ocurre algo está buenísimo, pero es para aportar. Trato de trabajar con gente que aporta y que tiene su impronta.

— Es una cantidad de horas importante la que le dedicas a todo esto, con disciplina.

— Sí. Básicamente sí, muchas horas. Voy a trabajar todos los días, sí. Los viernes estoy aflojando y tengo otro tipo de trabajo. Pero voy a trabajar todos los días y de hecho los fines de semana. Y si con Andy hacemos PH miro el programa. Y a la tarde estoy mirando a Vero, un equipo bárbaro, Cortá por Lozano está hace tantos años y lo hacen solos. Y si se me ocurre algo… pero lo hacen solos, son unos genios. Y Georgina a la mañana. Quedo siempre mal cuando no nombro a alguien. Pero estoy muy contento con mis equipos, con la gente que trabaja conmigo y con toda la productora.

— ¿Hablás con los que ponen la cara? Más allá de tu socio, Guido Kaczka.

— Sí. Con Andy Kusnetzoff que está en la radio y maneja.

“ME GUSTA LA GENTE MAS FAMILIERA, PERO HE TRABAJADO CON TODO EL MUNDO”

— ¿Los elegís por afinidad o por el negocio?

— A mí me encanta llevarme bien con la gente que trabajo. En general tengo la tendencia, como soy familiero, me gusta la gente más familiera. Pero he trabajado con todo el mundo. Con Georgina, por ejemplo, trabajé en el pasado, volví a trabajar ahora y es un suceso nuevamente. Y es un placer. Con el Pollo Álvarez que he trabajado hasta recién. Con Magaldi.

“ME DA BRONCA QUE CUANDO ALGO FALLA TENGO QUE APARECER, MÁS QUE EN EL DÍA A DÍA. PILOTO DE TORMENTA”

— ¿Sos seguidor de los talentos con los que trabajás? ¿Los volvés a llamar?

— Sí. Ahora el Negro Oro estuvo haciendo un reemplazo, viene Doman a tomar la posta. Sí, me encanta involucrarme. A veces me da bronca que cuando algo falla tengo que aparecer. O cuando hay un quilombito, más que en el día a día. Piloto de tormenta.

"A mí me encanta llevarme bien con la gente que trabajo", contó Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"A mí me encanta llevarme bien con la gente que trabajo", contó Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— ¿En cuál estabas pensando?

— No pensé en ninguno. En general ya me vienen con la bomba explotada. Hay momentos en que no hay nada para hacer.

“SE PUEDE TENER AMIGOS. CARINA ZAMPINI NO VIENE A CASA NI YO VOY A LA SUYA, PERO ES UNA MINA DE ORO”

— ¿Se puede tener amigos en la industria? Amigos que vayan a tu casa. Con los que compartas fuera del laburo.

— Sí, se puede tener amigos. Pensé en Pasaplatos que está pasando un buen momento con Carina Zampini. Carina no viene a casa ni yo voy a la casa de ella, pero es una mina de oro, es una laburante. Se puede tener amigos en la industria.

— Como Guido Kaczka.

— Como Guido, como tantos. Soy amiguero. Me gusta charlar con mis amigos.

— ¿Tenés tiempo para los amigos que no son del negocio?

— Sí, claro que sí. Los fines de semana. Los veranos. Las vacaciones de invierno. Nos vamos con otra familia últimamente de vacaciones de invierno y la pasamos increíble. Es un amigo de fierro.

— ¿En vacaciones sacás el teléfono y te pones a mirar?

— Si lo saco, trato de disimular todo lo que pueda, pero todos mis amigos me bancan y saben que si el teléfono está caliente…

"El Martín Fierro de Oro es un mimo especial", dijo Martín Kweller en entrevista con María Laura Santillán (Foto Gustavo Gavotti)
"El Martín Fierro de Oro es un mimo especial", dijo Martín Kweller en entrevista con María Laura Santillán (Foto Gustavo Gavotti)

— ¿Después de tantos éxitos, recibir el Martín Fierro de Oro pega fuerte igual?

— A mí me encanta obviamente, me parece un alto reconocimiento. Me parece que está buenísimo. Obviamente que es compartido, Telefé es todo en esto, entonces compartimos con ellos.

“LOS QUE NO HACEMOS CÁMARA TENEMOS EL EGO ENORME, PERO NO TAN ENORME COMO USTEDES”

— ¿Pero te emociona?

— Sí, me da mucha alegría. Me da mucha alegría que me lo comenten. Es un negocio. Los que no hacemos cámara tenemos el ego enorme, pero no tan enorme como ustedes que hacen cámara. Pero lo tenemos enorme. Entonces cualquier mimo es un mimo. Y el Martín Fierro de Oro es un mimo especial.

— ¿Por qué creés que no es tan enorme?

— Puede ser a veces tan enorme. Es una linda discusión. Sí, puede ser. No te digo que no.

María Laura Santillán con Martín Kweller

— ¿Te acordás que a mucha gente le daba vergüenza decir públicamente que miraba televisión? Decían que no miraban o que miraban solo por cable.

— Eso me parece que tiene que ver con el lector, con las librerías, eso sí es lo que más sufrió con la explosión del entretenimiento. Me parece más difícil hoy encontrar lectores. Yo los valoro especialmente. Son gente muy culta, muy preparada. Pero hay mucha gente viendo entretenimiento.

— Hay escritores conocidos que están twitteando cuando ven la tele. O sea, ya no son dos mundos distintos.

— No sentí nunca la vergüenza de la gente.

“EN LA TELE? NO HARÍA APOLOGÍA DE ALGO. NO BAJARÍA LÍNEA. NO HARÍA MALDAD”

— ¿Hay algo que no harías en la tele?

— Sí claro, hay muchas cosas que no haría. No haría apología de algo. No bajaría línea. No haría cosas que puedan ser jodidas. No lo haría. Obviamente que en muchos programas en vivo, Polémica en el bar a la noche (lo hace Marcela muy bien ahora), puede pasar cualquier cosa. En cualquier programa, hasta en un programa de cocina. Con Jimena Monteverde también puede pasar que de pronto alguien diga una cosa inconveniente. Todo el tiempo pasa eso. Ha pasado en vivo en la casa de Gran Hermano, pasa en todos lados. A mí no me gusta, pero en tantas horas, de tantos programas, muchas cosas pueden suceder.

— ¿Pero qué se hace siendo el responsable? ¿Se lo deja correr? Se interviene?

— Yo no haría algo especialmente para algo. No haría maldad. No haría cosas a propósito malas. A eso me refiero. Algún tipo de programa que haga mal a una determinada cantidad de gente.

“FUIMOS UN PAÍS CON UNA TORTA PUBLICITARIA MUY GRANDE”

— ¿Hay algo que te gustaría hacer y que está pendiente? Tenés una radio, estás muy informado.

— A mí me encanta estar informado. Me encanta que la gente tome partido. Por supuesto libremente. Trabajan conmigo personas con todo tipo de ideologías y son absolutamente libres en todo lo que digan y hagan y quieran hacer. Pero sí, no me va a alcanzar seguro el tiempo para poner todas las ideas que tengo guardadas. Eso va a tener que ver con el crecimiento de la torta publicitaria y del presupuesto en televisión. Fuimos un país con una torta publicitaria muy grande. Estamos en crecimiento. Ojalá que sigamos en crecimiento para poder generar contenidos de nuevo. Tu cara me suena era un programa que me encantaba y que Marley lo hacía fantástico. Y que me gustaría volver a hacer, por ejemplo.

"Trabajan conmigo personas con todo tipo de ideologías y son absolutamente libres en todo lo que digan y hagan y quieran hacer", aseguró Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"Trabajan conmigo personas con todo tipo de ideologías y son absolutamente libres en todo lo que digan y hagan y quieran hacer", aseguró Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— O sea que hay programas que no estás haciendo porque se necesita mucha más plata?

— Porque no hay presupuesto hoy. Me acuerdo que en una época hicimos Extra pequeños, salió en Canal 13. Era un programa que se hacía para el mundo y tenía dos decorados, uno de 8x4 y otro de 80x40, entonces parecía que reducías a los participantes a la mínima expresión. Era un efecto impresionante. Y jugabas en juegos gigantes. Era buenísimo y no se pudo sostener. Yo eso lo hubiera dejado listo para volver a hacerlo pero, como era un predio alquilado, hubo que devolverlo. Cuando hicimos Hombre al agua lo mismo. Teníamos dos parques simultáneamente funcionando y cuando hubo que desarmarlo me dolió muchísimo.

— ¿Cómo hacés para llevarte bien con los directivos de canales que compiten entre sí?

— Primero, trato de no hacerles una maldad, como llevarle algo que le gusta a uno al otro. Trato de trabajarles a medida. Y de respetarlos mucho. Son tantos años de trabajar con Adrián y Pablo, con Darío y Guillermo, con Diego y con Sebastián en Canal 9 y ahora con Marcelo en América, Liliana Parodi, con Daniel Vila. Estoy pasando un gran momento con todos.

“A LOS CANALES NO LES DIGO LO QUE EL OTRO QUIERE. ES COMO UN SECRETO MÉDICO”

— Sos uno de los pocos que sabe lo que quieren todos los canales.

— Sí, pero no le digo al otro lo que el otro quiere. Esta es una clave. Es como un secreto de médico o de psicólogo. Ellos se dan cuenta que eso sucede y confían, porque no pasó que filtre nada que salga de un lado para el otro.

— Eso es clave.

— Clave. Hoy tengo programas en todos los canales y los defiendo, y estoy muy bien cuidado en todos los canales.

— ¿Te gustaría dedicarle más tiempo a algo que no estás haciendo o está bien como está todo? Viste que uno suele decir “me gustaría viajar un poco más seguido”. A veces es de la boca para afuera.

— Vengo de un viaje largo y por eso estoy quemadito (risas). No es que me maquillaron antes de entrar acá. Y la verdad que todo funcionó. Me llamás ante una emergencia, las cosas funcionan bien. Me encanta eso.

— ¿Y se puede estar en la industria y estar peleado con alguien para siempre?

— Yo no soy de pelearme en general, ni con alguien para siempre ni con alguien en particular. No me gustan las peleas, trato de arreglar todos los conflictos. No me gusta la pelea para Argentina, no me gusta la pelea para el medio. Me parece que hablando la cosa fluye mucho mejor.

“YO SOY MUY INTENSO”

— Esa es una habilidad, no pelearse.

— Bueno, lo dijiste vos. Pero ojalá. Sí, creo que sí. Armarte de paciencia cuando vos sentís que del otro lado están agresivos. Como también se arman de paciencia conmigo cuando yo me pongo más intenso. Yo soy muy intenso. Soy muy perfeccionista.

— ¿Qué sería ser intenso?

— Intenso es insistir con la idea y llamar che ¿lo hiciste? ¿Y cómo va la escenografía? ¿Y qué se te ocurrió? ¿Y pensaste en esto? Es intenso cuando alguien te llama y te escribe y, no te digo “persigue”, pero que trata de llevarte a lo que quiere.

— ¿Estás todavía de vacaciones? No se te ve tan intenso.

— (Risas). No. No estoy de vacaciones. En el momento que aterrizás en Buenos Aires… Se te vienen encima las cosas que están pendientes. Los programas nuevos que se están armando, que están buenísimos.

"Me gusta mucho que mis hijos trabajen en esto. Es más, mis dos hijos varones ya trabajan conmigo, estamos asociados", contó Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"Me gusta mucho que mis hijos trabajen en esto. Es más, mis dos hijos varones ya trabajan conmigo, estamos asociados", contó Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— ¿Te gusta que tus hijos trabajen en esto?

— Me gusta mucho que mis hijos trabajen en esto. Es más, mis dos hijos varones ya trabajan conmigo, estamos asociados. Yo empecé asociándome con mi tío, con Carlos Gaustein, en el pasado, en la tele grande digamos. Me dijo: ¿cuánto querés ganar? Dame el 10% de lo que ganemos. Pero mirá que no sé si vamos a ganar, a lo mejor perdemos. Y eso me gusta transmitirlo con la gente que trabaja conmigo y especialmente con mis hijos. Mi hija está estudiando arquitectura y yo soy un arquitecto frustrado entonces, o vamos a hacer algo juntos construyendo o ella será escenógrafa, no sé. Sueño en voz alta, todavía falta. También me gusta que sean independientes, que sean felices, que disfruten de su vida y que se realicen, como a mí me gustó. A mí me gustó realizarme en la profesión que descubrí a los 18 años haciendo programas de radio con Dieguito. Estábamos estudiando inglés y un día me dice: ¿querés producir un programa de radio? Estábamos estudiando inglés en una academia, William Blake. Durante la Facultad.

— Ciencias Económicas.

— Económicas. Sí, me recibí de contador muy joven, a los 22 años. Era periodista Diego, era el conductor del programa. ¿Querés hacer un programa de radio? Le digo sí, qué sé yo. Hacer un programa de radio, un programa de televisión, un canal de streaming, hoy todo suena muy seductor. Después está la realidad.

“ENTRE A RADIO BELGRANO Y DIJE: ESTO ES LO MÍO PARA SIEMPRE”

— A vos te sedujo.

— A mí me sedujo y por primera vez entré a una radio, a Radio Belgrano, y dije esto es lo mío para siempre. Y fue lo mío para siempre. Es el inicio de una carrera que me apasiona. El cine, me apasiona la televisión, me apasiona hacer series, estamos haciendo una serie ahora para Flow en la que también confío muchísimo, Al borde del silencio. Un chef que se pasa de rosca, quiere intoxicar a alguien y lo mata. Ese es el arranque. Quería intoxicarlo un poquito, sólo intoxicarlo. Y es alguien muy importante, un candidato a presidente, un presidente. Una serie que estamos por empezar a grabar.

— ¿Éste es el momento más importante de tu carrera?

— No. Desde que Endemol vino a la Argentina a buscar una productora. Me terminó comprando la mayoría de la productora, y ahí vino Gran Hermano y ahí vino… Y continúo con ellos por los formatos, Gran Hermano es de ellos, son mis amigos. En 2016 un día determinaron que había muchos países con los que no querían seguir adelante y la solución fue que yo recompre la compañía y seguir con mi gente. Vos entrás hoy a Kuarzo y es la misma gente de Endemol Argentina, y entro en Endemol que hoy es Banijay y son mis amigos, son mi gente. Desde 2000 vino el crecimiento de la productora con la llegada de Endemol que me agregan Gran Hermano.

"A partir de Endemol la productora creció muchísimo. Nos fuimos de 80 a 500 personas", reveló Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)
"A partir de Endemol la productora creció muchísimo. Nos fuimos de 80 a 500 personas", reveló Martín Kweller (Foto Gustavo Gavotti)

— A partir de Endemol.

— A partir de Endemol la productora creció muchísimo. Nos fuimos de 80 a 500 personas. Y hoy somos esa cantidad de gente.

— ¿Cuántos son?

— Mucha gente, tampoco lo quiero decir. Pero mucha gente.

— ¿Ni una cifra vamos a decir?

— No porque siendo contador, en lo artístico, no me gusta dar cifras. Me gusta que mi gente esté contenta, que mi gente trabaje. Confío en mi gente y es la base de mi productora. Gente que tiene una pasión enorme en la tele. En el entretenimiento hay una pasión enorme.

— ¿Tampoco la edad la vamos a decir?

— No. Por qué, ¿vos lo querés decir?

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