Alberto Dalla Vía pidió a la gente que vaya a votar, aclaró que las multas siguen vigentes y afirmó: “Vayan, no dejen que otros elijan por ustedes”

El presidente de la Cámara Electoral reconoció que hay preocupación por el ausentismo. Advirtió que en Buenos Aires y CABA la elección y el escrutinio “van a demorarse más” por la proliferación de precandidatos. Por eso, aconsejó ir más temprano. Y habló de “la viveza criolla” con las boletas

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Alberto Dalla Vía: "La elección va a durar más y los resultados también a demorarse más".

A exactos siete días de las PASO, el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía, advierte que se avecinan unas elecciones distintas y complejas. Por la gran cantidad de boletas que harán difícil el escrutinio, pero también por un clima de época que empuja a los ciudadanos a desinteresarse de la política, al mismo tiempo que la política no proporciona soluciones a sus dramas cotidianos. “Hay que despertar conciencias”, transmite el magistrado a Infobae en su despacho, mientras pide que la gente vaya a votar y recuerda que las multas y sanciones continúan vigentes.

Reconoce que el ausentismo preocupa, pero enseguida aclara: “Mi apelación a que la gente vote no es represiva, es participativa. Si no van a votar, otros van a resolver por ustedes. Es importante destacar que tenemos el poder en la mano, algo que no tienen muchos países. Disfrutamos los derechos que una sociedad democrática nos da y, a veces, no queremos cumplir las obligaciones, cuando son dos caras de una misma moneda. Tenemos que crear conciencia sobre eso”.

Alberto Dalla Vía hace más de 20 años que integra la Cámara Nacional Electoral y atravesó los vaivenes -algunos buenos y otros no tanto- de más de la mitad de tiempo de vida que tiene la democracia recuperada. En la charla, mencionó a Carlos Nino, el mítico cerebro jurídico que tuvo Raúl Alfonsín, que prohijó a un grupo de jóvenes abogados que después brillaron en la academia, y el ámbito público y privado del derecho.

Se apoya en el pensamiento de Nino para defender el voto obligatorio, aunque ese principio esté en cuestionamiento por niveles históricos de ausentismo. En ese sentido, recordó que las multas, aunque módicas, siguen vigentes, como así también sanciones quizás más coercitivas, como tener complicaciones para sacar el pasaporte o renovar documentación.

Pero también en la entrevista con Infobae, habló sobre la complejidad que tendrá el escrutinio, debido a la “proliferación” -usó esa palabra- de precandidaturas. Sólo en la categoría de presidentes hay 27. Y en senadores, diputados, gobernadores e intendentes pueden haber hasta más de 60. La preocupación está en la provincia de Buenos Aires y en Capital Federal: por la acumulación irracional de boletas en los cuartos oscuros, en el primer caso; y por la elección concurrente, con dos sistemas distintos para presidente y para jefe de gobierno, en el segundo.

La elección va a durar más y los resultados también van a demorarse más. Es bueno que lo digan a los ciudadanos, porque cuando empiecen a llegar los resultados -cuando esté escrutado entre el 20 y el 30% del padrón- se van a ver mayoritariamente resultados del interior”, afirmó Dalla Vía. Y explicó que en las mesas bonaerenses, además de la complicación para encontrar las boletas -que va a retrasar el tiempo de votación- también se dificultará, después, el recuento.

El epicentro de la complicación de las PASO del domingo que viene será en los dos distritos que concentran el 44% del padrón electoral. Son más de 15 millones de votos, sobre un total de 35 millones. Por eso transmitió un consejo más que pertinente: “Vayan a la mañana o al mediodía. No voten a último momento”.

“En Provincia de Buenos Aires se vota presidente y vicepresidente, parlamentarios del Mercosur orden nacional, legisladores nacionales, parlamentarios del Mercosur orden local, gobernador, legisladores provinciales y autoridades municipales, que implica intendentes, concejales y consejeros escolares. La boleta va a ser larga, más de 90 centímetros, pero además van a haber muchas boletas, porque hay muchos partidos, que presentan muchas listas internas. Va a haber muchas listas de presidentes, más de 20 a 25, de senadores, como 60; va a haber de gobernadores, de diputados va a haber unas 50 y pico también; unas 50 y pico también de parlamentarios del Mercosur. Van a tener que contar todo eso y mandar el telegrama que va a tener tres hojas”, recordó.

En la entrevista el juez también habló sobre la “viveza criolla” que hay en torno a la impresión de boletas; de las inevitables demoras que tendrá el recuento de votos de la noche-madrugada del domingo al lunes próximos, y también se refirió a los 40 años de democracia que se cumplirán el próximo 10 de diciembre.

“Hay mucha confrontación y mucha agresión desde el discurso. Algunos llaman a eso la grieta, y nos da la sensación de que los ciudadanos están en el medio. Argentina tiene un potencial para salir adelante, con un diálogo racional, no puede ser la imposición de un sector sobre otro. Cada vez que tuvimos problemas salimos votando: lo hicimos en el 83, en el 2001, y ahora también”, aventuró.

La entrevista a Alberto Dalla Vía

Alberto Dalla Vía le pidió a la ciudadanía que vaya a votar. "No dejen que otros elijan por ustedes", le dijo a Facundo Chaves

-¿Cómo se están preparando para las elecciones del domingo que viene?

-Nos estamos preparando como siempre. Mucha gente cree que la Justicia Electoral se prepara pocas semanas antes, pero no es así, es un trabajo que abarca inclusive los años en que no hay elecciones. Las elecciones son una gran organización y más las PASO. Si bien son primarias y parece que fuera la ronda clasificatoria de un campeonato, no la ronda final, sin embargo es una elección nacional, con las mismas autoridades. Están la Justicia Electoral, la Dirección Nacional Electoral, el Correo, el Comando Electoral, las mismas autoridades de mesa, los mismos presidentes, los mismos fiscales, pero con muchas más agrupaciones que participan con sus listas de precandidatos.

A diferencia de las elecciones generales, donde únicamente participan quienes hayan sacado el 1,5% del padrón nacional para la categoría presidente y vicepresidente, y el mismo porcentaje del padrón del distrito para las otras categorías nacionales, en las PASO participan todos. Y esta vez tenemos una gran cantidad de listas.

Es una elección particular, porque por razones del federalismo y por cómo juega nuestro sistema de boletas, muchas provincias han realizado las elecciones de gobernador y de autoridades de locales por separado, aunque otras veces se hacen juntas. Las categorías nacionales son las que deben competir el próximo domingo en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias.

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-¿De qué se ocupa en concreto la Cámara Electoral y cuál es el rol que tiene en las PASO?

-La Justicia Nacional Electoral tiene competencias que son por un lado judiciales, que es nuestro rol esencial -porque somos el Poder Judicial- y por lo tanto nos ocupamos de dirimir los conflictos. Estos conflictos se producen antes de la elección, durante la elección y después de la elección. Antes, en lo que tiene que ver con la oficialización de listas, candidaturas y boletas, que generan tanta discusión. Durante el acto electoral, la Cámara participa en la observancia de la normalidad del proceso electoral. También actúa en materia de delitos y faltas electorales. Y después de las elecciones, porque el escrutinio general, que es el que tiene a cargo la Justicia, generalmente lleva implícito impugnaciones y reclamos. Todo esto lo resuelven los jueces y las juntas.

En este caso, al ser primarias, intervienen las Juntas Electorales partidarias de los partidos y de las alianzas y, después, en la segunda etapa, que es la elección general, ya intervienen no las juntas partidarias, sino las Juntas Electorales Nacionales. Y sobre todo la Cámara Nacional Electoral, que es tribunal de apelación.

También promovemos capacitación de autoridades de mesa, colaboramos con todas las provincias, algunos distritos hacen su propia capacitación, como por ejemplo la ciudad de Buenos Aires.

Somos parte del Poder Judicial, quiere decir que la organización judicial tiene, en cada distrito -que en la Argentina los distritos coinciden con provincias- cada provincia tiene un juez federal con competencia electoral. En la ciudad de Buenos Aires es la jueza María Servini, en la provincia de Buenos Aires es el juez Alejo Ramos Padilla. En cada provincia hay un juez federal con competencia electoral.

En época de elecciones generales se forman juntas electorales nacionales y el juez federal con competencia electoral está acompañado en esas juntas por el presidente de la Cámara Federal de cada distrito y por el presidente del Superior Tribunal de provincia cada distrito. Todos conforman las juntas y resuelven cuestiones como por ejemplo, el escrutinio definitivo de cada distrito.

Jueces electorales. María Servini (CABA) y Alejo Ramos Padilla (provincia de Buenos Aires)
Jueces electorales. María Servini (CABA) y Alejo Ramos Padilla (provincia de Buenos Aires)

-¿Qué valor tiene el escrutinio que se conoce la noche de la elección y cuál es la intervención de la Cámara Nacional Electoral?

-En ese escrutinio no tenemos intervención. La importancia es la comunicación, porque la gente quiere ser informada el mismo día del resultado. Además, hay patrones culturales y sociológicos: la gente se quiere ir a dormir con el resultado, no quiere ir a esperar al día siguiente. Inclusive cuando los resultados se demoran a veces la gente se pone un poco inquieta y los comentaristas que están en los programas de televisión empiezan a buscar de qué tema hablar mientras van llegando los resultados.

Está ligado con los temas de información, ahora en lo formal, eso no figura en el Código Electoral. Nuestro Código Electoral tiene dos escrutinios. Uno, muy importante desde el punto de vista de la soberanía popular, es el que hace en cada mesa el presidente de mesa con los fiscales. Las elecciones en Argentina son un acto de participación ciudadana. El recuento que hacen en la mesa el presidente de mesa con los fiscales es el resultado de la mesa y de eso se hace un acta, que es como una escritura pública. Después hay un segundo escrutinio, definitivo, que es después de la elección. Se empiezan a contar los resultados 48 horas después de la elección, fíjese la diferencia con el del domingo a la noche.

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-El domingo a la noche, el que está a cargo del Ministerio del Interior.

-Ahora está a cargo de la Dirección Nacional Electoral, que está en la órbita de la Secretaría General de la Presidencia. Nosotros, ni siquiera lo llamamos escrutinio provisorio. Lo llamamos “muestreo” porque, como no figuran en el Código, no lo llamamos así. Sabemos que normalmente se le dice escrutinio provisorio, pero no lo llamamos escrutinio porque no está en el Código. El definitivo comienza 48 horas después y dura la cantidad de mesas que haya que escrutar. En esta elección va a haber provincias donde los resultados van a estar muy rápido.

-¿Cuáles son esas provincias?

-Son las que separaron la elección de la nacional, que ya votaron gobernador, legisladores y cargos municipales. Nuestro país es tan diverso y federal que inclusive en algunas provincias hasta las elecciones municipales han ido separándose.

-En Córdoba, por ejemplo.

-Así es. En Córdoba, el federalismo a nivel municipal, la autonomía municipal, tiene mucha fuerza, entonces también se han separado. Muchas de nuestras provincias van a votar para parlamentarios del Mercosur y diputados. Y algunas, un tercio de nuestras provincias, van a votar senadores, porque los senadores se renuevan por tercios.

-Serán ocho las provincias que elegirán senadores.

-Allí, las categorías son mucho menos, por más que haya muchas boletas. En cambio, en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, que es donde está más concentrada la población -en Argentina somos un país hiper concentrado- ahí la elección va a durar más y los resultados van a demorarse más. Es bueno que se lo digan a los ciudadanos, porque cuando empiecen a llegar y aparecer los resultados, va a ser cuando esté escrutado entre 20% y 30% del padrón.

Los resultados que se van a ver van a ser mayoritariamente del interior, porque en provincia de Buenos Aires se votan muchas categorías y va a haber muchas boletas. En Provincia de Buenos Aires se vota presidente y vicepresidente, parlamentarios del Mercosur orden nacional, legisladores nacionales, parlamentarios del Mercosur orden local, gobernador, legisladores provinciales y autoridades municipales, que implica intendentes, concejales y consejeros escolares. La boleta va a ser larga, más de 90 centímetros, pero además van a haber muchas boletas, porque hay muchos partidos, que presentan muchas listas internas. Va a haber muchas listas de presidentes, más de 20 a 25, de senadores, como 60; va a haber de gobernadores, de diputados va a haber unas 50 y pico también; unas 50 y pico también de parlamentarios del Mercosur.

Todo esto va a implicar demoras en el acto de votación para encontrar la boleta y, fundamentalmente, demoras en el escrutinio de mesa, porque no es tan fácil llenar las planillas con tantas categorías y que los números cierren. En la provincia de Buenos Aires, al momento de redactarlo el telegrama no va a ser una hoja, sino que van a ser por lo menos tres hojas y eso tiene cierta complejidad que va a hacer que los datos de la provincia, que además es muy grande…

El juez Alberto Dalla Vía recibió a Infobae en su despacho de la Cámara Electoral, a tres cuadras de Plaza de Mayo
El juez Alberto Dalla Vía recibió a Infobae en su despacho de la Cámara Electoral, a tres cuadras de Plaza de Mayo

-Y decisiva también en términos políticos…

-Sí, claro, por supuesto. Eso es consecuencia de la concentración, porque pocos países en el mundo tienen la concentración de población que tiene Argentina.

-¿Es un buen parámetro que se difundan resultados a partir de 20% a 30% de las mesas escrutadas?

-Voy a separar los planos. Desde el punto de vista técnico, con 20%-25% de los votos uno puede pensar que hay una cierta tendencia. Difundir resultados antes genera mucha discusión temprana, porque si empiezo a difundir con 3%, 5% u 8% los datos son muy aleatorios, no tienen una tendencia. Si bien las tendencias pueden variar, ya con 30% de votos tienen una cierta dirección.

De todas maneras, eso no lo decide la Cámara. En elecciones anteriores la que ha tomado decisiones sobre ese punto ha sido la jueza Servini, que en las elecciones presidenciales es no solamente jueza de la capital, sino jueza en distrito único para la elección presencial. Como somos el Poder Judicial, hay una organización.

-Claro.

-Las decisiones se toman en primera instancia y nosotros revisamos, en todo caso, las impugnaciones que haya sobre esas decisiones. Pero es una tendencia razonable. Es razonable esperar, porque sino lo que puede ocurrir es que se genera mucha discusión en la opinión pública y en esto, a veces, hay mucha atención en las agrupaciones políticas y es preferible que haya cierta homogeneidad.

Eso no quiere decir que los resultados no puedan cambiar, porque los resultados pueden ir cambiando, sobre todo si son parejos y si la carga de la información va llegando de distintos lados. Es probable que en esta elección, la carga de Capital Federal y de provincia de Buenos Aires -sobre todo provincia de Buenos Aires- vaya llegando un poco después.

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-¿Qué le dice al ciudadano frente a esta situación, de que se requiera más tiempo?

-Les diría a los ciudadanos que vayan a votar, que no dejen que otros elijan por ellos. La participación política tiene esa importancia: si yo no participo, otro resuelve por mí. Los argentinos tenemos un valor en las elecciones. Estamos a 40 años de la democracia y estamos votando, tenemos muchos problemas, económicos y sociales y, sin embargo, votamos. Les diría que tengan paciencia y que sepan que las PASO son más complejas que las generales. Si se encuentran con que la mesa tiene una fila, hagan la fila y esperen su momento ordenadamente. Y les aconsejaría que tengan en cuenta esta cuestión para no ir a votar a último momento. Si uno va a votar a último momento se va a encontrar fila más largas y va a tener que esperar adentro del local de votación.

-Son dos recomendaciones: para votar y para esperar el resultado.

-Los argentinos tenemos la costumbre de reunirnos a comer con la familia y muchos van a votar después de comer. Está toda la mañana y todo el mediodía, cuando las mesas suelen estar un poco más tranquilas. Y además, uno ya vota, ya cumplió con su deber cívico y queda más liberado.

-Volviendo al tema de organización ¿cómo estuvo trabajando la Cámara Electoral con los jueces electorales de cada distrito y con el gobierno nacional?

-La relación ha sido muy buena y muy cordial. Las elecciones en la Argentina no son un servicio público, son un acto de soberanía a cargo del pueblo, es el mayor acto de soberanía. El protagonista es el ciudadano, el ciudadano presidente de mesa, los que controlan la elección. En las elecciones intervienen distintos actores. Nosotros somos la autoridad de la elección, pero las tareas logísticas las tiene el Poder Ejecutivo.

Las tareas de la Justicia Electoral son judiciales pero también administrativas: hacemos el padrón, designamos a las autoridades de mesa, los locales de votación. Muchas tareas que en el mundo se consideran de administración electoral, en Argentina las hace la Justicia desde la Ley Sáenz Peña, es una tradición argentina.

La logística de la elección está muy apoyada por la Dirección Nacional Electoral, que es la que aporta los fondos que salen del Presupuesto. Nosotros hacemos los padrones, pero hay que mandarlos a imprimir y eso tiene un costo, quién paga las boletas, los aportes para campaña. Después interviene el Correo, tanto en el despliegue como el repliegue de las urnas. El Correo es una institución que figura en la Constitución -”la renta de Correos” está en el artículo cuarto de la Carta Magna- y que ha tenido un rol siempre, más allá de que ahora es una empresa.

-Es un servicio.

Cumple ese servicio. Es muy importante la tarea que realiza el Comando Electoral, que lo integran cerca de 100.000 personas que ejecutan un gran operativo logístico. En tiempos de paz, creo no equivocarme si digo que es el mayor operativo que realizan las Fuerzas Armadas, las fuerzas de seguridad conjuntas, con el apoyo de las policías provinciales. Eso está a cargo del general Jorge Berredo, del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que custodian el material desde la noche anterior.

Una cosa curiosa es que para los ciudadanos la presencia de las Fuerzas Armadas uniformadas en los locales de votación no es un factor reactivo, sino lo contrario. Es un factor tranquilizador -en otros países no sucede lo mismo- y es una función que está ligada a la tradición electoral. Además han cumplido tareas muy importantes siempre, como en la última elección en 2021, en plena pandemia, hicieron de “facilitadores sanitarios”, y hasta fabricaron alcohol en gel. Para nosotros también es un apoyo importante.

General Jorge Berredo, a cargo del Comando Nacional Electoral.
General Jorge Berredo, a cargo del Comando Nacional Electoral.

-En 2021 las elecciones estaban signadas por la pandemia. ¿Qué diferencias relevantes habrá en esta elección?

-En la elección hubo más locales de votación. Se puso mucha insistencia en aumentar la cantidad -fue casi 25% más- para que haya menos gente y evitar locales que fueran más chicos. Pusimos un máximo de mesas por lugar de votación porque teníamos que evitar el contagio. Recuerden que votamos con barbijo y alcohol en gel y había que mantener distancia en las colas. No nos olvidemos de lo que hemos vivido, porque hemos pasado todo eso. Ahora se volvió al modelo clásico, porque el modelo 2021 fue muy caro desde lo presupuestario y la Argentina necesita hacer ajustes en todos los planos.

-Con el tema de la elección en la ciudad de Buenos Aires que van a convivir dos sistemas por primera vez va a haber elección concurrente. ¿Qué opinión tiene la Cámara, sobre todo en cuanto a la organización para votar?

Las elecciones concurrentes no son una novedad. Ya ha habido en Santa Fe, que usa boleta única de papel por categoría; en Salta, que usa máquina electrónica. La decisión de usar la máquina de votar fue del Jefe de Gobierno de la ciudad, a través de su Código Electoral, no fue una decisión tomada por la Justicia Electoral.

Nosotros las elecciones las hacemos. Fue un poco pronta, digamos, la decisión por eso la doctora Servini, que es la responsable en la Capital, está haciendo un gran esfuerzo de coordinación.

Esto es también parte de la complejidad de esta elección, el ciudadano va a tener que ir votar con la boleta de papel en el cuarto oscuro, ponerla en el sobre y después votar con la máquina de votar. Le va a llevar un poco más de tiempo y también le va a llevar un poco más de tiempo al escrutinio. Pero son las reglas de juego y forma parte de una novedad que hay en esta elección. Se han hecho todos los esfuerzos en materia de comunicación.

Sobre todo en Capital se ha trabajado mucho con la capacitación de autoridades de mesa, va a depender mucho de las autoridades de mesa y también se está haciendo difusión desde el gobierno de la ciudad. Así que haremos todo lo posible para que esto sea ordenado.

Pero sepan los ciudadanos que van a tener que tomarse sus precauciones, porque van a tener que votar dos veces y esto le va a llevar un poco más de tiempo.

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Ausentismo y voto obligatorio

-En la mayoría de las 18 elecciones provinciales hubo una caída sensible en la participación electoral. ¿Qué piensa de este fenómeno, como ciudadano y en términos de su responsabilidad como presidente de la Cámara Nacional Electoral?

-A nosotros nos preocupa toda falta de participación. Siempre es preocupante. Es una vieja discusión en el mundo si el voto tiene que ser voluntario o tiene que ser obligatorio. Los liberales extremos dicen “el voto tiene que ser voluntario, la gente tiene que ser libre”. Sin embargo, cuando en el pasado el voto en Argentina no era obligatorio votaba muy poca gente. Y cuando votaba muy poca gente decidía un sector chico por todos. Son famosos los recuerdos de patrones de estancias que llevaban a votar a sus peones. Era un pequeño sector el que resolvía por todos.

El gran avance del voto obligatorio en Argentina ha sido que pasó a decidir el 80%. Cuando era muy joven trabajé con Carlos Nino en el Consejo para la Consolidación de la Democracia, y él era un liberal en materia filosófica pero era gran defensor del voto obligatorio. Nino sostenía que si vota 80% o 90% nos acercamos a la solución mayor, a la solución más democrática, al “óptimo de Pareto” -NdR: concepto que se refiere a la distribución eficiente, donde no se puede mejorar más sin perjudicar a algún integrante del conjunto-. Cuando en una sociedad vota 30 o 40 por ciento, como ocurre en algunos países, está la duda de quién eligió.

El gran avance de la Ley Sáenz Peña fue que votase mucha gente. El voto secreto, la participación de las minorías, pero que participe mucha gente. Nosotros queremos que vote mucha gente, pero hay una realidad mundial, no solamente en Argentina. Estamos viendo desinterés, hemos atravesado una pandemia también, y a veces el desinterés se traslada a la democracia. Hay todo un debate hace mucho en América Latina que se habla de la “pérdida de calidad de la democracia”.

La democracia es una forma de gobierno, pero no le pidamos magia. Aquello de que “con la democracia se come, se cura y se educa” era un lindo discurso de campaña, pero la democracia no alcanza a resolver los problemas económicos y sociales. No le podemos echar la culpa a la democracia del resto de los problemas que tenemos. Hay 5000 años de historia que demuestran que todo lo que ha pretendido reemplazar a la democracia ha sido peor. Winston Churchill decía que es “la menos mala de todas las formas de gobierno”. Pero también podemos decir que es “la mejor de todas las que conocemos”, por eso hay que valorarla. En la Argentina es un valor que tenemos.

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-¿Con tanto ausentismo, no cree que se ha convertido de hecho el voto en voluntario, en vez de obligatorio? Hay provincias donde hubo menos del 70% de participación.

-A nivel municipal en muchos lugares no existe la obligatoriedad, porque eso depende de las normas provinciales, votan extranjeros, es un régimen distinto. Hablo de voto obligatorio en el sentido de la participación política, pero el sufragio en la Argentina no es percibido por la ciudadanía como una obligación que apareje una sanción. Quiero aclarar que las sanciones existen y que nosotros las aplicamos. En materia de sanciones pecuniarias son menores -siempre han sido casi simbólicas- pero también hay otras también hay otras: imposibilidad a realizar trámites administrativos, obtención de documentación, para los que pertenecen a la administración pública puede implicar notas en sus legajos.

También es bueno ser consciente de que la obligatoriedad del voto existe, nosotros lo consideramos delitos y faltas electorales no concurrir a votar y así lo entendemos. Pero en el imaginario colectivo hay mucho de tradición en la Argentina.

En la Argentina se vota mucho por tradición cívica. En muchos pueblos del interior, cuando a una persona no la ponen de presidente de mesa va y se le queja al juez y se pone la escarapela. Así se viven las elecciones en muchos pueblos de la Argentina y es emocionante verlo. Tal vez en las grandes ciudades hemos perdido un poco eso y hasta a veces hemos tenido que empezar a pagarles a las autoridades de mesa para que vayan. Es otra realidad, pero sí existe la idea de que las elecciones son importantes y nosotros somos partícipes y algo podemos cambiar. Votamos un domingo y lo conversamos con los amigos… ¿o de qué estamos hablando los argentinos desde hace un mes? En cualquier lado, en cualquier reunión…

-Doy fe. Se habla mucho de quién van a ganar y quién va a perder. Todos preguntan, se interesan.

Vivimos esto como una realidad, no es un día de semana común.

-Hubo una polémica en Córdoba, porque las autoridades plantearon que no le iban a aplicar multas a quien no votara. ¿Para la elección, el que no va tiene multa?

-Sí, las multas están muy desactualizadas. Hemos discutido actualizarlas acá en la Justicia, pero como es algo que tiene origen legal y es una sanción, no se pueden modificar sanciones penales así. La multa es muy chica y creo que el Congreso debería aumentarlas, pero sí le debo decir que nosotros aplicamos sanciones a autoridades de mesa que no concurren, a gente que no va a votar.

Lo están haciendo nuestros jueces en todo el país, porque los delitos y faltas electorales, desde el año 2019, han pasado a ser competencia de la Justicia Electoral. Antes eran materia de la Justicia penal común. ¿Y qué pasaba? Ningún juez penal se detenía en este tema frente a otros problemas más graves.

-Ante problemas más urgentes…

Se llama la teoría de la insignificancia. Para nosotros, la Justicia Electoral no es insignificante, porque tiene que ver con los hábitos ciudadanos, igual que pagar impuestos. Es probable que estos incumplimientos no den lugar a una pena de prisión grave, pero sí a alguna probation, o a una sanción que queda en los antecedentes de la persona, y aplicamos esos antecedentes. La Justicia Electoral viene avanzando en todas las provincias con la competencia penal en materia de delitos y faltas electorales, pero vuelvo a repetir, hoy el monto de las sanciones bajo es algo que el Congreso debería revisar.

-¿En cuánto está?

-Está en un máximo de 500 pesos. Discutimos acá en la Cámara aumentarlo y actualizarlo, pero hemos llegado a la conclusión de que no lo podíamos hacer por una decisión administrativa, como una acordada. Sí, sepamos que no es la única sanción: uno se puede encontrar con las dificultades para renovar el pasaporte o el documento u obtener cualquier tipo de trámite o tener algunas sanciones en la administración pública.

Tenemos que ir despertando conciencia. Es otro tema que nosotros tenemos: disfrutamos los derechos que una sociedad democrática nos da y, a veces, no queremos cumplir las obligaciones, cuando son las dos caras de una misma moneda. Tenemos que crear conciencia sobre eso. Pero vuelvo a decir: mi apelación a que la gente vote no es represiva, no la hago desde el punto de vista represivo, mi apelación a que la gente vote es participativa. Si no van a votar, otros van a resolver por ustedes y creo que es importante que tenemos el poder en la mano, algo que no tienen muchos países en el mundo.

El que vive en un país autocrático y acá hemos vivido golpes de Estado durante muchos años, no hemos podido opinar. Ahora podemos opinar, tenemos libertad de expresión, pero además tenemos libertad de elegir y no es un tema menor. Recomendaría que ejerzan ese derecho, aún cuando tengamos cierta complejidad, sobre todo en las elecciones primarias, por la cantidad de boletas, por la cantidad de agrupaciones. Por otro lado, miremos el vaso medio lleno: tenemos muchas agrupaciones, porque tenemos muchas opciones políticas y tenemos muchas candidaturas.

La “viveza criolla” de las boletas

Algunas de las boletas que se van a encontrar dentro de los cuartos oscuros de todo el país
Algunas de las boletas que se van a encontrar dentro de los cuartos oscuros de todo el país

-Se presentaron muchas candidaturas y cada una de esas listas han recibido fondos multimillonarios del Estado. ¿Están detectando un abuso, un desvío, una anomalía o la desnaturalización de las PASO?

-Sí. Los argentinos somos participativos, somos creativos. Basta ver cuántas obras de teatro hay en la Argentina un viernes o un sábado a la noche y compararlo con cualquier otro país. Hablamos muy mal de nosotros, nos quejamos mucho, pero no miramos las cosas positivas. Tenemos una gran tendencia a la participación y al debate y eso se manifiesta. Pero también tenemos la viveza criolla: el sistema de boletas que nosotros vamos a utilizar y que respetamos como jueces está en cuestión. Nosotros lo hemos cuestionado desde la Cámara Electoral. De hecho, hoy hay una ley en la Cámara de Diputados que tiene media sanción para ir a la boleta única de papel, que nosotros hemos apoyado desde la Cámara. Estudiar otros modelos de boleta de papel…

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-¿Habla de la lista sábana?

-La lista sábana y la no sábana, porque puede ser larga o puede ser corta. Pero a todas las paga el Estado. El Estado les da a los partidos políticos un aporte institucional, de acuerdo a los votos que obtuvo en la última elección para Diputados, y les da también aportes por boleta. Les paga un padrón por candidatura. Un padrón nacional para una candidatura de presidente son 35 millones de boletas (tenemos que multiplicar por la cantidad de votantes). Todo eso es mucha plata. ¿Dónde la imprimen los partidos? Las imprimen en una imprenta en la República Argentina. La Argentina es muy vasta y pueden hacerlo en una imprenta muy grande o en una imprenta chica de pueblo. Además, la política tradicionalmente es muy informal, estas cosas se suelen pagar en efectivo, etcétera.

Hemos avanzado mucho en el control del financiamiento. Requerimos cuentas bancarias, requerimos la identificación de los aportantes. Y este año, debido a la proliferación de listas, a la cual ha contribuido mucho una decisión de la Corte Suprema en el año 2017 que nos revocó a la Cámara Electoral una sentencia por la cual nosotros atribuimos sólo un juego de boletas por cada frente. La Corte nos dijo que, por el principio de participación, tenía que ser un juego de boletas por cada agrupación política. Era un caso de Alejandro Biondini, de su partido Bandera Vecinal, que llevaba seis listas a senadores.

Tenemos experiencia en otros casos donde sabemos que las boletas no se imprimieron o se imprimen menos y hemos salido a la búsqueda del control.

-¿Cómo hicieron para reforzar esos controles?

-Exigiendo muchos más controles: sacamos una acordada donde hacemos cruces con AFIP, exigimos facturas de la AFIP y determinadas condiciones para la facturación al momento de rendir cuentas, porque el problema está en que no se sabe cuántas este boletas se imprimen o no se imprimen.

Tenemos un problema de control, pero creo que ese problema se vincula también con la ley. Porque en la Argentina es muy fácil armar un partido. En la provincia de Buenos Aires con 4.000 adhesiones ya se tiene un partido político. No tiene ninguna proporción con el número total de habitantes de la provincia.

Cuando se sancionó en el año 2011 la ley que estableció las PASO se buscaba reducir el número de partidos. En un primer momento se logró: de 800 se pasó a 500, porque los partidos que no sacaban un porcentaje de votos quedan afuera de la cancha. Pero al ser tan fácil armar un partido, los partidos se vuelven a armar. El principio de participación política está asegurado pero creo que tenemos que ser más responsables en el uso de los recursos para que esto no sea un negocio de algunos.

-¿Pero entonces sí detectan “viveza criolla” en la impresión de boletas?

-Creemos que eso puede estar, puede estar. Soy juez y nuestra obligación es ser desconfiados. Mi trabajo es ser desconfiado. Como dice Martín Fierro, “no es para no es para mal de ninguno, sino para bien de todos”. La proliferación de partidos, sobre todo en la provincia de Buenos Aires en el último tiempo nos ha llamado mucho la atención.

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El camarista Dalla Vía inauguró una muestra en la Cámara Electoral en homenaje a los 40 años de democracia (foto Maximiliano Luna)
El camarista Dalla Vía inauguró una muestra en la Cámara Electoral en homenaje a los 40 años de democracia (foto Maximiliano Luna)

-Por último, están organizando estas elecciones al mismo tiempo que se están por cumplir 40 años de democracia. Le pido una reflexión.

Estoy esperanzado en que Argentina pueda resolver sus problemas. Observamos en la vida política y en el discurso político mucha confrontación. Hay mucha confrontación y mucha agresión desde el discurso. Algunos llaman a eso “la grieta”, y nos da la sensación de que los ciudadanos -los que están en el medio-, “el hombre que está solo y espera”, diría Scalabrini Ortiz, lo que está esperando es que nuestros dirigentes sean capaces de ponerse de acuerdo por lo menos en cinco o seis cosas fundamentales. La Argentina tiene recursos naturales, tiene energía, tiene gas, alimentos y Argentina tiene un potencial para salir adelante en esta discusión.

Por supuesto que el diálogo solamente puede ser racional, no puede ser la imposición de un sector sobre otro y el diálogo racional es la democracia y la democracia tiene este sistema que es elegir a quienes nos van a gobernar, no es un tema menor, es un tema muy importante. Este es un valor que a 40 años democracia nosotros tenemos y valoramos, y que lo tenemos que ver como algo muy positivo, porque de las grandes crisis en la Argentina hemos salido votando.

En el 2001 hemos salido votando, elegimos a los convencionales constituyentes, cada vez que tuvimos problemas, así como en el 83 salimos votando, ahora también.

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