María Candelaria Molfese, Cande para todo el mundo. Actriz, conductora, influencer, dueña de un café de especialidad, y muchas cosas más. Empezó con su propio canal de Youtube en 2015. Parece de 20, pero tiene 32 años y un currículum enorme. Trabajó en Violetta y otras ficciones de Disney Channel. Hizo Pocahontas, La sirenita. Hasta hace unas horas en Luzu tv. Es productora de su propio contenido y muy exitosa en redes, tiene casi ocho millones de seguidores en Instagram. Si, leyeron bien, casi ocho millones. Está a punto de lanzar su propio canal de streaming.
— Sí, estoy entrando en el detrás de cámara. Nuevo, distinto. Ya hace un par de meses gestando proyectos. No siempre te tocan la puerta de lo que querés hacer entonces no queda otra que salir a hacer lo que te interesa.
— Saliste temprano a armar cosas propias, sos de las pioneras en YouTube.
— Sí, estaba haciendo Violetta, un éxito mundial. Viajé por el mundo. Fue una locura, era parte de mi vida. Soy la menor de cinco hermanas mujeres y empecé este camino de la actuación por admiración a mi hermana Constanza. Cuando estaba por terminar Violetta un dia me dice: Cande, esto va a terminar y vas a tener que hacer algo, por ahí te llaman, por ahí no. ¿Qué hacemos? ¿Qué te gusta hacer además de actuar, cantar, bailar? Me gusta cocinar, estar con mis amigas, maquillarme, un montón de cosas. Me dijo: perfecto, el domingo vamos a grabar tres videos y vamos a ver qué pasa.
— ¿Ella te empezó a grabar?
— Claro. Ella y su ex marido, mi ex cuñado, que es parte de mi familia hace millones de años y que adoro. Yo me copé, laburaba de lunes a sábados en Disney con grabaciones, ensayos y tal, y los domingos grabábamos los videos. Empezamos a crecer. No había muchas youtubers en ese momento en la Argentina. Llevé a mi equipo a grabar a la gira de Violetta. Una cosa ridícula.
— ¿Qué es “mi equipo”?
— Mi hermana y mi cuñado (risas). Que venían conmigo de gira y me grababan. Si estábamos en París, íbamos a la torre Eiffel a grabar un contenido por ejemplo.
— ¿Cómo lo sustentaban económicamente en 2015, 2016?
— 2015, claro. Una empresa vio lo que yo hacía en YouTube y apostó. Apostemos a esta chica que sabe hablar a cámara, que se maneja bien. Había algo natural que generaba esa empatía y que vieran mis videos. La empresa me contrató, fue mi primer contrato fuera de Disney. Mi hermana es mi manager hasta el día de hoy. He tenido managers un poco más conocidos o más dedicados a la actuación, pero siempre aposté a seguir trabajando con mi hermana, que hoy es mi socia. Es mi mano derecha y hacemos todo juntas.
— En relación a los contenidos, ¿cómo decidiste qué podía funcionar, qué de lo que te gustaba tenías que mostrar?
— Siempre trataba de ser muy yo. Ahora los veo y digo ay, me da cosita. Esas cosas que ves y decís… ay, por favor, cómo pude pensar esto! Pero tenía 23, 24 años, estaba en otro momento de mi vida. Era más Disney en ese momento yo. Los contenidos eran lo que realmente me gustaba hacer y con mi impronta, no es que inventábamos.
— Eso está por ahí. Si quiero lo busco y me encuentro con vos en el 2016.
— No lo hagas María Laura, por favor (risas).
— Cande, hoy contás todo de vos en la radio y en las redes.
— Todo.
— Todo lo que se te pasa por la cabeza.
— Pobre mi mamá. (Risas). Y sí.
— Uy, pobre tu mamá.
— A mamá la amo, pero yo soy así.
“MI MAMÁ CONFESÓ QUE LE HABÍA INCOMODADO ESCUCHAR MI FANTASÍA SEXUAL DE UN TRÍO SEXUAL”
— ¿Le da un poco de vergüenza a tu mamá lo que decís?
— Y, un poco sí.
— ¿Cuando hablas de sexo?
— Sí. Me ha dicho: ay hija, me enteré por la radio de tal cosa. También: hoy no escuché viste, prefiero no escuchar. Yo la respeto y ella también. Dice que sigue aprendiendo mucho de mí y mis hermanas. “Aprendo todos los días de cómo sos, cómo hablas de sexo. Yo no podía hablar con mi mamá de sexo”, me decía.
— Tu mamá se enteró por la radio que vos usás juguetes sexuales por ejemplo.
— Por ejemplo.
— Y otras cosas más fuertes ¿no?
— Sí.
— ¿Hubo comentarios después?
— Hubo… No. O sea, con respecto a ese contenido en particular no. De hecho me pidió la marca. No mentira (risas). Pero en navidad mi mamá confesó que le había incomodado algo que yo había contado en la radio que tenía que ver con lo sexual.
— Qué.
— Era una fantasía de estar con mi pareja e imaginar otra pareja. Una fantasía que conté en la radio.
— ¿Poliamor?
— No, no un poliamor sino como imaginar un trío, sin que pase.
— ¡Opa!
— Fuerte por ahí para ella. Fuerte para la gente también. Pero como verán filtro no es lo mío. Y mi mamá me lo cuestionó, me dijo: pero cómo! Que siga aprendiendo, que siga escuchando.
— En la navidad, en un momento íntimo, familiar.
— Sí. Y pudimos debatir. Comentaban mis hermanas, mis cuñados, una cosa muy abierta. Las familias siempre tienen secretos y hay cosas que se hablan más o menos, lo lindo que tiene mi familia es que hablamos mucho de lo que nos pasa. A veces demasiado. Y si tenemos algo que decirle al otro, lo decimos.
“TENGO FANATISMO POR LAS MUJERES, DEVOCIÓN”
— ¿Cuánto te define haber nacido entre mujeres, haber vivido rodeada de mujeres?
— Un 100%. Tengo un fanatismo por las mujeres, una devoción. Mi mamá es muy leona, crió cinco hijas. Obviamente también estaba mi papá, pero vive en México desde que yo tengo 11 o 12 años, entonces hubo mucha parte de mi vida que no estuvo presente o estuvo poco. Entonces eso me genera mucha admiración hacia mi mamá, ver todo lo que logró. Que hoy seamos hermanas compañeras y tengamos un vínculo re lindo con ella.
— Además te involucrás en el feminismo.
— Bueno, intento. Me importa. A veces quisiera involucrarme más. Quiero romper con esos miedos y meterme más de lleno porque es importante que se nos escuche, que alcemos la voz, que nos unamos. Todo eso lo creo, lo vivo, lo predico.
— Hace poco sufriste una de los tantos episodios que lamentablemente atravesamos las mujeres por ser mujeres, el acoso en la calle. Te pasó en plena mañana.
— 11:30 de la mañana. Sí, medio terrible. Lo fui digiriendo a lo largo del día.
— Un tipo te tocó la cola.
— Claro. Yo venía caminando para ir al gimnasio 11:30 de la mañana, venía pegada a la pared. Lo que hizo fue virarme hacia la pared y tocarme la cola de lleno.
— ¿Te empujó y te tocó?
— Sí. Me agarró. Tuve mucha fuerza para sacarlo y lo saqué y el tipo salió corriendo. Yo grité y salí corriendo atrás, por instinto.
“ME AGARRÓ LA COLA EN LA CALLE, LO VIO UNA SEÑORA DE LA EDAD DE MI MAMÁ Y NO ME AYUDÓ, NO HIZO NADA”
— ¿Había gente?
— Había gente. De hecho me shockeó mucho porque había una señora de la edad de mi mamá y no me ayudó, no hizo nada. No digo que tenés que correr al tipo conmigo porque entiendo que todos tenemos miedo. O si yo hacía una denuncia y le pedía que diera testimonio de que lo vio. No iba a hacer eso. Nos cuesta involucrarnos, pero ni siquiera me preguntó cómo estaba. Después en la esquina de la cuadra, en Libertador y Manzanares, me senté a llorar porque no entendía lo que había pasado y ni se acercó a ver si estaba bien. No pasó a mayores, pero me angustié, fue un mal momento. Inmediatamente llamé a mi hermana. Pero siento mucha impotencia.
“DESPUÉS EMPECÉ A CUESTIONARME QUE ESTABA VESTIDA CON TOP Y CALZA”
— Quedaste muy impactada.
— Claro, hay una impunidad tremenda, por qué tenés que hacerme esto por el hecho de ser mujer. Me pareció medio tremendo. Después empecé a cuestionarme… (porque estamos de la cabeza por las cosas que nos impusieron) que yo estaba vestida con top y calza.
— Ibas al gimnasio ¿no?
— Iba al gimnasio. Y en un momento dije: claro, yo estoy en top y calza entonces estoy generando ciertas…
— Nooooooo.
— ¿Pero entendés que entré en esa? Dije: no, pará Candelaria, estás más del bocho. Qué te metieron en la cabeza para que vos te estés cuestionando esto. Y pude salir de ahí, me fui al gimnasio y entrené. Lo bueno es que la gente lo viralizó y que nos acompañemos entre nosotras.
— Hace unos días escuché al abogado defensor del acusado de la violación que denuncia Flor Moyano en el reality de Canal 13 decir que si se veían las grabaciones del programa ella no tenía cara de haber sido violada. La cara, la ropa, apuntar a la víctima.
— ¡Qué es eso! Lo que pasa es que estamos chipeadas, nos estamos deconstruyendo pero nos falta. Fuimos criadas de esa manera y estamos rompiendo con un montón de cosas, pero todavía falta. Falta.
— Series, obras de teatro, streaming, radio, Instagram, y además un café de especialidad. Un café de verdad, al que uno puede ir y tomar un café.
— Lo del café es un sueño hecho realidad. A veces todavía estoy sentada ahí sola y digo: esto es mío, no lo puedo creer. Siento mucho orgullo porque pensé que nunca lo iba a lograr. Siempre me rodeo de gente que trabaja muy bien, en este caso lo hice con mi ex cuñado, con el que hacía los videos, porque fijate que yo todo en familia te hago (risas). Funciona muy bien. Para mí es importante que sea saludable porque soy una persona que cree que lo que uno se mete en su cuerpo es después lo que es. Entonces me dediqué a armar una carta que tenga mucha impronta de eso.
— ¿Nunca una golosina, nunca una papa frita?
— Sí obvio. El alcohol me encanta. Uno es persona. Trato de llevar una vida saludable y no tengo excesos, pero una copita de vino no te la resigno, no te la negocio.
— Sos entre vegana y vegetariana.
— Soy vegetariana, sí. Intento y algún día veré si puedo ser vegana.
— Representás a una generación que quiere ser vegana, cuidar la ecología, les interesa la astrología, habla de sexo desinhibidos, levanta las banderas del feminismo.
— El cuidado de los animales. Tengo a mi perrita Almendra que fue rescatada.
— ¿Hay algo que no contarías jamás vos que contas todo? ¿Qué es lo que no se cuenta?
— Probablemente. No tengo tantos tabúes sexuales, hablo desde un lugar humano, creo que lo que me inquieta a mí le inquieta al de enfrente y por ahí yo me animo a decirlo. Pero obviamente hay muchas cosas de la intimidad que me las guardo para mí. Mucho de mi relación, de mi familia. Trato (risas). Hay charlas con mis amigas que son irreproducibles.
“ME RECONTRA CASARÍA CON ÉL. HIJOS ES LO QUE MÁS MIEDO ME DA”
— Alguna vez dijiste que no querías ni casarte ni tener hijos. Hace poco tu novio, Gastón Soffritti, te preguntó en chiste: “te casás conmigo”? Qué le dirías si fuera en serio?
— Es muy loco porque yo en este sillón hace años dije que no me quería casar ni tener hijos. Mi trabajo es no ser tan tajante con las cosas que digo. Es mi aprendizaje. Yo soy muy: blanco, negro, esto sí, esto no. ¿Soy vegetariana? Vegetariana a fondo. La vida te demuestra que, como dijo Luis Miguel o Manzanero, ya no soy la misma de ayer. Va cambiando constantemente el ser humano. En el momento que dije que no me quería casar ni tener hijos estaba en otro vínculo, en otro momento de mi vida. Creo que lo decía también desde un lugar de dolor. Hoy que conocí una persona que me ama bien, que me respeta, que me cuida, que me hace sentir poderosa, que me eleva, que me enseña, que me escucha, apuesto de nuevo al amor. Si te hirieron o si no la pasaste bien hay que animarse a volver a confiar. Y me estoy animando a volver a confiar.
— ¿En qué reconvertimos hoy esa frase entonces?
— Yo diría que proyecto una vida con Gasti, que sí. Hijos es lo que más miedo me da. Me da miedo como mujer. Pero hoy por lo menos me lo cuestiono, no es que digo no. Eso es un montón. Me da ganas. Insisto con mi mamá, pero ver la relación que tenemos con ella… yo podría tener esto en algún momento.
“MI GENERACIÓN ESTÁ EN UN HÍBRIDO. QUEREMOS SER PAREJA ABIERTA Y NOS DA MIEDO.”
— Cuando yo era joven no estaba bien visto que las mujeres no quisieran tener hijos. En tu generación está permitido.
— Totalmente. Yo creo que mi generación está en un híbrido. Queremos ser una pareja abierta, un poco cool, y nos da miedo. Estamos todavía con la imposición de un montón de mandatos que estamos tratando de romper. Pero los de 20, 24, nos dan unas vueltas. Así que respondiendo a tu pregunta hoy creo que sí, que apuesto a mi vida con él, me recontra casaría con él.
— Pareja abierta pareciera que fuera el ideal a llegar, lo dijiste con cierta admiración a los que lo lograron.
— No, digo que vienen más evolucionados los de la generación más joven. No tienen tantos tabúes o no se cuestionan cosas que tal vez yo sí. Esto de la pareja, la viven más livianamente. Creo que uno deposita mucho en el vínculo sexo-afectivo. ¿Y por qué? ¿Por qué no depositamos en la amistad tanto?
— ¿No depositamos tanto?
— Un montón, pero no le hacemos las mismas recriminaciones que a nuestro vínculo sexo-afectivo creo yo.
— Eso todavía no se resolvió.
— No. Terapia (risas).
— Aquí otra de las cuestiones, hacés terapia desde que naciste (risas).
— Desde los 12 años. Siempre. Imaginate. Padres separados desde que nací, creo que tuvo que ver un poco con eso. O sea, al año de que yo nací se separaron. No sé si habré sido yo la causa (risas). Mi mamá siempre hizo terapia, mis hermanas también, en Argentina la gente hace terapia. Acá es normal. Y lo hice desde los 12 hasta hoy.
“SOY MUY MANIJA. ES LA PALABRA QUE ME DEFINE”
— Sumamos a todas las actividades yoga, terapia, vegetarianismo. Clases de danza.
— Tomo clases de canto, clases de baile. Soy muy manija. Es la palabra que me define. Voy, vengo, salgo, entro. Me gusta salir con mis amigas. Salgo de joda también. Me junto a hacer asados. El otro día me decía una amiga: veo tus historias, son las 10 y ya te levantaste, sacaste a la perra, entrenaste, fuiste a trabajar querida. ¿En qué momento? No sé, yo te disfruto.
— ¿Las amigas son muy cercanas?
— Muy. Tengo las mismas amigas desde los 8 años. Fui al mismo colegio casi toda mi vida. Es mi grupo, mi red más importante junto con mis hermanas, las amo. Imaginate que las vi toda la vida, las familias son mi familia. Nos acabamos de ir de vacaciones un fin de semana a Pinamar. A pesar de que alguna ya está casada, otra tiene hijos, seguimos cuidando mucho ese grupo.
— ¿Dónde hay varones, además de tu novio, en tu universo?
— Está bravo eh, ahora que me lo decís. Tengo algunos amigos varones. Mis cuñados. Estoy pensando. No hay tantos ahora que lo decís. Mi mejor amigo también es varón, Facundo. Así que hay alguno que otro pululando.
“LE DIJE: NICO, YO NO PUEDO NO ESTAR EN LUZU TV, METEME”
— Te acercaste a Luzu TV porque querías estar en el canal de Nico Occhiato y acabás de irte. ¿Cuánto tiempo estuviste?
— En total nueve meses. Me surgió una oportunidad. Así tal como lo decís yo levanto esta premisa, soy muy de pedir trabajo. Es más, te quería pedir (risas). Si un director me interesa, me pasó con Muscari, le digo: che, en algo meteme. Con Nico tengo confianza, somos de la misma generación, misma edad. Estábamos en un evento y le dije: Nico, yo no puedo no estar en Luzu, meteme. Y me dijo “Cande, me lees la mente porque estoy armando un programa con Diego Leuco a la cabeza y estamos pensando en vos”. Y así se empezó a gestar Antes que nadie. Me impresionó la empatía, lo que a la gente le gustó, la compañía que generamos y me parecía un camino eterno para mí. Viste esos trabajos en que decís acá voy a estar mucho tiempo? Esa sensación, porque tiene mucho potencial. Nico es un visionario, es un pibe que hizo todo este imperio, funciona la maquinaria y está buenísima. A mí me había pasado vivir cosas exitosas de la mano de una de las mayores empresas del mundo, Disney. Ahora, un pibe de 30 años que arma esto, me saco el sombrero.
— ¿Y?
— Surgió la posibilidad de armar mi propio canal de streaming con Fernando Blanco y con Gastón, mi pareja. De empezar a producir este proyecto que para mí tiene mucho potencial. Tengo muchas ganas de armar un programa que me represente al 100%. De tener columnistas que tengan que ver con lo que yo quiero decir. De hablar de las temáticas que a todos nos preocupan. Es un desafío porque bajarse de un éxito no es fácil. Fue todo un tema en diciembre cuando empezó esta cuestión: infección urinaria, angustia, llanto, todo me pasó. Pero creo que después del miedo está la vida y yo tengo ganas de animarme, de producir mi propio contenido. A veces las oportunidades te pasan por enfrente en un momento determinado y también en un momento de éxito.
— O sea que vas a ser la dueña de un canal de streaming.
— Así parece, sí. Lo importante es que no falta mucho, se está gestando. A principio de este año vamos a salir.
— Qué más se puede contar.
— No mucho más. Va a estar bueno bueno y estoy muy contenta. Estoy muy nerviosa también, no te voy a mentir. Va a ser lo que tenga que ser, por lo menos lo intenté. Yo me quedo con eso.
— ¿Vas a llevar a tus amigos?
— Voy a llevar a mis amigos. Voy a producir mucho. Quiero que se hable de temas importantes. No quiero que me dé igual lo que está pasando en la actualidad del país. No significa que por eso se va a volver un noticiero, no tengo esa impronta ni ese carisma. Pero quiero que nos metamos un poquito.
— Este es un año electoral.
— Bueno, pero te pido por favor… (se ríe) Voy a tratar. Vos sabés que eso en Luzu lo hacía Diego, lo hacía muy bien. No es mi caso. He aprendido mucho en estos meses de él. Trataré de llevar profesionales que puedan enfrentar estos temas, es importante para la generación nuestra.
— Van a estar los millennials al mando?
— Sí. ¿Soy millennial todavía?
— 32 sí ¿Vos qué creés que sos?
— Yo me siento una señora ya.
— Las millennials son señoras.
— (Risas) Ok.
— Nos falta hablar de que publicaste dos libros, además. No queda nada por hacer. Con tu hermana, claro.
— Viste que yo te manejo todo en familia, ya te dije. Sí, publiqué dos libros. El primero era la Cande youtuber con la editorial Planeta, fue una locura. ¿Y fue un éxito sabés en dónde? En Polonia. Yo te digo que entro a Polonia soy Britney. No lo podés creer. Una locura.
— Como la Oreiro en Rusia, Cande en Polonia.
— Claro. Y el libro que saqué el año pasado, que sí me representa. Lo escribí junto con otra de mis hermanas que es ilustradora, se llama Un año diferente. Empecé a gestarlo en 2019, desde una crisis personal. Lo recomiendo porque es un camino que es lindo si tenés ganas de meterte un poco en vos.
— ¿No te peleás con tus hermanas?
— Sí. Somos muy frontales, nos peleamos y al toque nos amigamos. A veces no me las banco, pero porque es la vida. Con los vínculos es así.
— ¿Te imaginas al frente de un programa de sexo?
— ¡Apa! (risas), me diste una idea. No, pero no tengo tanta experiencia. Creo que el sexo va a ser un tema del que se hable pero porque a todos nos interpela. Así que puede ser uno de los temas. De hecho en el decorado hay una cama, así que.
“ME OCUPÉ DE QUE HUBIERA UNA OPERADORA MUJER, PARA EMPEZAR A INCLUIR. QUE TODAS ESTEMOS EN CUALQUIER ROL”
— ¿Qué pasa en estas nuevas plataformas con la participación de las mujeres? ¿Hay más hombres que mujeres todavía?
— Una buena pregunta. Yo estoy medio pesada con eso, estoy muy atrás de eso. Me ocupé por ejemplo de que hubiera por lo menos una operadora mujer. Para mí era importante, es un rol que cubren más los varones. Para empezar a incluir, para que todas estemos en cualquier rol, no hay una manera. En mis experiencias anteriores no lo sé, no estuve tan pendiente. Ahora que estoy de este lado sí, trato de que sea equitativo.
— ¿Tenés referentes audiovisuales? ¿A quiénes admirás? Uno es Nico Occhiato, está claro, un influencer que hizo su propia plataforma.
— Migue con su impronta, con su impunidad, encontró una manera de hacer entrevistas y va. Lo escucho, soy fan, su oyente, sé todos los capítulos de La cruda. Me parece que hay mucho potencial. Nati Jota también me parece una chica que desde su lugar se anima a decir cualquier cosa y no tiene ciertos miedos, eso también lo admiro. Julio de La caja negra me parece que encontró un formato, una manera, algo que funciona. Hay mucha oferta en Argentina. De hecho voy a decir un dato medio random, puedo equivocarme, pero creo que Argentina, creo, por eso empiezo con el creo, es uno de los países que más está metido en este mundo del stream.
— Qué cosa los argentinos que queremos siempre ser tops, viste? El río más ancho del mundo. Somos el país que más se analiza. ¿De dónde sacaste que somos el país que tiene más streaming?
— Yo soy muy patriota. Justo una amiga me decía hoy ¿vos alguna vez pensaste la idea de irte a vivir afuera? Bajo ningún concepto. O sea, sí lo hago por una experiencia, el año pasado me fui a trabajar a Uruguay cuatro meses y estuvo buenísimo. Pero yo soy argenta. Yo me quedo acá.
— Los argentinos somos los que más tenemos streaming. Qué qué qué dice señora.
— Es un dato random (risas). Tomalo o dejalo.
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