Es vicepresidenta del Senado de la Nación y senadora nacional por Santa Fe. Cuando decidió acercarse a la política, el año pasado, arrasó. Primero en las PASO y después ganó las elecciones legislativas por más del 40%. Es periodista. Fue modelo. Condujo noticieros en la tele, trabajó con Moria, Baby y en Intratables. Es santafesina ciento por ciento. Feminista. Súper hincha de Newell´s , fanática. Y está recontra enamorada. ¿Qué falta?
— Está todo, hasta Newell´s.
— Del periodismo a la política. Tu hermana que es radical de pura cepa ¿Cuánto influyó?
— Creo que a todos nos pasó en algún momento decir: sí, tal vez es algo que haría en un futuro. Pero lo veía lejano. Lo que me convenció, además de mi hermana, fue la situación del país, que volviera a ganar el kirchnerismo. Yo misma pensé en irme del país, muchos se estaban yendo y muchos otros no se iban porque no podían. No es tan fácil decir: me voy del país, se va el que puede.
POR QUÉ ME TENGO QUE IR YO DEL PAÍS DEJARSELO A ESTA GENTE, PENSABA?
— Es un gran dolor.
— Un súper dolor. Los argentinos amamos la Argentina, la idiosincrasia argentina, la forma de vivir, de convivir con la familia, con los amigos, a mí me encanta. ¿Entonces, por qué me tengo que ir yo y dejarle el país a esta gente? Que lo único que quiere es la impunidad? Se veía que venían por eso. Ellos nunca negaron que venían por todo, ella lo dijo en su momento. Yo estaba en un momento muy bueno de mi carrera, amo el periodismo, me encanta, me emociona, y los valores del buen periodismo. En ese momento mi hermana, una persona obviamente de mi plena y más absoluta confianza, me hizo la propuesta. Según ella tardé menos en decidirme de lo que ella esperaba. Y le dije que sí, que quería.
— ¿Te vio las ganas de involucrarte?
— Eso se lo tendrás que preguntar a ella, no sé (risas). Yo estaba en programas como Intratables o como Basta Baby, con opinión política donde hablás, argumentás, hablas de política, criticás, defendés.
— El primer paso fue salir de un noticiero y trabajar en un programa de opinión?
— Fue un paso enorme para mí. En el noticiero nunca sos del todo imparcial, por el tipo de pregunta que hacés, por ejemplo. Pero tenés que tratar de ser lo más ecuánime posible a la hora de tratar a un funcionario, y no das opinión. Después pasé al programa de Moria.
— Incorrectas.
— Incorrectas. Y eso me ayudó a sacarme lo rígido del noticiero y empezar a dar opinión, aunque fuera de otros temas. Y la verdad que la pasé buenísimo.
— Qué buen título ese, “Del programa de Moria a vicepresidenta del Senado” (risas).
— No es del programa de Moria a la vicepresidencia del Senado…
— Lo sé, hay un camino largo antes.
— Sí. Además, el programa de Moria no es algo que yo esconda sino al contrario, es una persona con la que aprendí un montón de cosas interesantes.
— ¿Qué aprendiste de Moria? Te relajaste, te soltaste.
— A soltarse y a decir lo que pensás, a aflojarse un poco. Ella te descontractura rápidamente. No soy una persona contracturada, pero el noticiero de por sí es un poquito más rígido.
— Sabemos que sos fanática hincha de Newell´s.
— Sí, soy totalmente hincha de Newell´s, no te voy a mentir. No te lo voy a caretear ni nada. Amo a Newell´s. Me conecta con una cuestión muy pasional mía, muy cercana a mi infancia y a mi ciudad.
— A Rosario.
— A Rosario. Pero aprendí este último tiempo, durante la campaña. Mucha gente del otro equipo, de Rosario Central, antes no lo podía ni nombrar (risas), me decía: yo ya sé que vos sos leprosa pero te voy a votar igual. Entonces ahora no uso más la pulserita de Newell ‘s, porque más allá de la pasión por Newell ‘s que sigo sintiendo, no quiero faltarle el respeto a esa gente que pasó por encima de esa pasión y me votó a mí porque estaba buscando otra cosa. Yo sé que a lo mejor desde Buenos Aires no se entiende, pero en Rosario hay una rivalidad muy marcada entre los dos equipos.
— Hay mucha gente de Rosario en los medios nacionales, trabajando en Buenos Aires. Desde Novaresio hasta Migue Granados. Mónica Gutiérrez, Osvaldo Bazán, Gerardo Rozín. Siempre extrañando Rosario.
— Sí. Con Gerardo hablábamos mucho de la rivalidad porque él era de Central, yo de Newell’s, nos chicaneábamos todo el tiempo. Con Novaresio cuando nos vemos nos saludamos: rosarino, rosarina, qué hacés. Con Mónica obviamente trabajé durante muchos años en América. La conozco mucho. Sí, somos muchos los rosarinos. Estamos por todos lados.
LAS MUJERES VENIMOS GANANDO UN ESPACIO QUE NO TENEMOS QUE CEDER
— También fuiste modelo de Pancho Dotto.
— Sí. Y me hice muchas amigas también rosarinas. Habrán sido seis años más o menos. Cinco años, seis, por ahí. Me gustó, la pasé bien.
— Rubia con ojos celestes y modelo. Todos los prejuicios ¿no?
— Todos. Todos. Pero todos juntos. Y los míos también, porque los prejuicios de los demás van formando también ese prejuicio hacia uno mismo. Yo siempre fui segura de mí misma y de lo que podía dar. Pero veía en la mirada del otro el prejuicio antes que quizás lo asumiera el otro. Tuve que pasar primero yo por encima de ese prejuicio para que los demás lo hicieran. Por ejemplo, cuando entré al canal hice hecho un casting y justo el lugar que había era para hablar de espectáculos. Yo tenía el prejuicio de que si hablaba de espectáculos me iban a tomar como “modelo que habla de espectáculos” y no podría hablar de otras cosas. Cuando logré vencer el prejuicio de que como era modelo la gente iba a pensar que no iba a poder hablar de otras cosas, me puse a hablar de todo. Digo, en el mismo noticiero hablaba de cualquier tipo de temas.
— No hace mucho tiempo que a las mujeres nos ponían a hacer notas “de color en los canales de televisión”.
— Es cierto. Hace muy poco tiempo que las mujeres venimos ganando un espacio que no tenemos que ceder, que está buenísimo que lo ganemos. La definición de feminismo no es lo contrario al machismo, lo contrario al machismo es el hembrismo. La definición del feminismo es igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Y eso es lo que trato de defender siempre.
LAS DECISIONES SE TOMAN EN UNA MESA LLENA DE HOMBRES, EN LA FOTO PONEN A LAS MUJERES.
— Hace poco te vi insistiendo en algo lógico: en una fórmula presidencial tiene que haber un hombre y una mujer.
— Es lo que pienso. Es lo que representa a la sociedad. Lo que he visto siempre en todos los ámbitos, y ahora en política, es que muchas veces las decisiones se toman en una mesa llena de hombres y cuando llega el momento de la foto, ponen mujeres. Están en la foto, entonces somos amplios. No es así. Las mujeres tienen que ser vistas más allá del género. Líderes políticos o periodistas, no importa el género.
— Cuentan las mujeres más jóvenes que nosotras, que los varones cuando hablan en una reunión mixta se miran entre sí, no buscan la mirada de las mujeres. Algo que todavía se sostiene.
— Sí, yo lo noto eso. Pero no solamente en las reuniones que tengan que ver con lo laboral. En todos los ámbitos. Fijate que si vas con un hombre. muchos miran al hombre. Estamos hablando de igualdad de derechos, de oportunidades, de decisiones. Y sin embargo hay muchos hombres que todavía son así. Está cambiando todo, pero falta un montón todavía y creo que las mujeres tenemos que seguir peleando por eso.
— Qué difícil ser mujer en las reuniones políticas. Lo dicen todas.
— Hace poco que entré en política. Pero sí he hablado con muchas mujeres que me han dicho: me emocioné mucho cuando te vi cerrando un evento político porque antes no pasaba que las mujeres… Me lo dijo una importante referente de la Unión Cívica Radical.
YO ERA FEMINISTA DESDE MUY CHIQUITA
— ¿Te casaste alguna vez?
— Me casé, me divorcié, sí. Con un mendocino. Hace mucho tiempo.
— ¿Te casaste y estuviste casada poco tiempo?
— Cuatro años y pico. Yo no tuve tanto mandato, también fui bastante rebelde en eso. Mi papá me dice que yo era feminista desde muy chiquita. Dice: vos sos feminista desde que naciste. Te quejabas de un montón de cosas que tienen que ver con la igualdad de los hombres y las mujeres desde muy chica. Y me empieza a contar ejemplos de cosas.
— ¿Cómo qué?
— Levantar la mesa. En las reuniones familiares cuando terminaban de comer las mujeres se levantaban a levantar la mesa. ¿No era lo habitual para todos los de determinada edad? Yo decía: ¿pero por qué los hombres no se levantan? ¿Por qué nosotras las mujeres tenemos que levantar la mesa? Está bien, levantemos la mesa, levantémosla todos. En esa época, tendría 10 años a lo mejor, o menos incluso, decía: ¿y por qué los hombres son bien vistos si hacen determinadas cosas y las mujeres no? Todo aquello que nos fueron enseñando a lo largo de nuestras vidas hoy tiene que cambiar. Tanto las mujeres como los hombres tenemos que pelear por eso. Los que quieren justicia tienen que pelear por la igualdad de derechos y oportunidades. Y hay un tema pendiente entre las mujeres que es ayudarnos mucho más. Las mujeres estamos más compenetradas en esa ayuda entre mujeres. Yo la verdad me alegro cuando a una mujer le pasan cosas buenas. Y toda mi vida traté de resaltar a las mujeres que estaban al lado mío.
— Bailaste en un videoclip de Luis Miguel. Maravilloso recuerdo. ¿Porque no te gusta que te lo recuerden?
— No me gusta cómo bailo en el video. Fui a un casting en el que había miles de personas. Por eso para mí fue buenísimo hacerlo. Pero cuando estaba haciendo el video le dije al director que no podía mirarme en el monitor como sí se veían las demás. Me dijo: no te preocupes, estás divina igual. Y salí toda descoordinada de las otras chicas, por eso no me gusta, me daba vergüenza que me lo recuerden.
— Qué tal con Luis Miguel. No puedo dejar de preguntarte.
— El momento en que llega él con todos los guaruras como le dicen en México a los guardaespaldas, nadie se puede acercar a Luis Miguel. Después cuando estás laburando es de igual a igual siempre, por más que el pibe sea Luis Miguel. Se acercó con muy buena onda, yo estaba justo practicando el pasito con el coreógrafo, y me dijo: ay, eres de Argentina, yo tengo muchos amigos en Argentina, y me enseñó él a hacer el pasito.
— ¿Y no tiró onda, nada?
— No, él no. Después, una persona de las que estaba con él me preguntó si quería irme con ellos de gira, iban a California, Estados Unidos. Me dijeron que Micky quería que yo vaya.
— Ah bueno…
— Sí, sí. Pero él nunca me vino a decir nada.
— No fue directo.
— Yo al principio dije ah, pero qué iría a hacer yo? No, deja, no te preocupes. No, te agradezco.
— Y qué ibas a hacer supuestamente.
— Qué sé yo, acompañarlo de buena onda.
— ¿Por qué dejaste de ser modelo?
— Dejé de ser modelo porque sentía que no me terminaba de llenar, no me terminaba de encontrar. Y ahí me fui a vivir a Mendoza un tiempo con mi familia.
— Sos espontánea, sincera y los políticos no siempre son así. Suelen ser desconfiados, hay intereses, hay traiciones. ¿Cómo hacés para manejarte en ese mundo tan complejo?
— Yo trato de llevar otros valores. Los valores del periodismo de la búsqueda de la verdad. Hasta ahora nadie me ha hecho… A ver, sí he recibido, sí me han hecho cosas, no voy a decir que no. Pero nunca me ha afectado a mí personalmente. Yo voy a seguir siendo la misma persona, el día que yo cambie habré fracasado.
— ¿Es tu propia fortaleza la que te defiende?
— Sí, yo creo que sí, creo que es la convicción. Estoy convencida de lo que estoy haciendo y estoy convencida de que los valores tienen que ser otros. Por eso siempre hablo de que se involucre más gente de afuera de la política. A muchos políticos a los que no les gusta que se involucre gente nueva, porque claro, todo se arregla entre los que ya nos conocemos ¿entendés? Y los que venimos de afuera de la política, venimos con otras formas, somos muy directos. Cuando me ha tocado cruzarme con funcionarios en el Senado, voy al hueso con lo que le pregunto, no guardo formas. Sé lo que estoy haciendo como senadora, he presentado un montón de proyectos y defiendo a la provincia de Santa Fe, la provincia que represento. Tengo claro eso.
EN LA PROVINCIA DE SANTA FE HAY 250 MUERTOS EN LO QUE VA DEL AÑO
— Por estas horas se multiplican los ataques al campo. Se los acusa de no vender los cereales cosechados. Les dicen desde acopiadores, a extorsionadores. Y se organiza una importante marcha de protesta en la Rural.
— Argentina podría pasar a tener un lugar en el mundo tan distinto, como hemos tenido en algún momento. Hoy por la coyuntura internacional Argentina tiene todo para crecer. Todo lo que nosotros producimos tiene excelentes precios a nivel internacional. Pero Argentina no avanza. ¿Por qué? Porque tenemos gobernantes a los que no les importa Argentina. No les importa la gente. Todas las propuestas son con absoluta demagogia. Ellos no van más que por la conveniencia personal, o sea la vicepresidente de la Nación va por su impunidad y la de sus hijos, de los secuaces, es lo único que les importa. Y lo que hacen es seguir buscando en el campo una cajita fiscal en donde rascar. Cada vez que necesitan manotear unos dólares vuelven a rascarle al campo. Yo pienso en la poca empatía con lo que pasa realmente. En Rosario y en Santa Fe, con el tema inseguridad no hace nada el gobierno nacional. En este momento hay un poco más de 250 muertos en lo que va del año en toda la provincia de Santa Fe y no pasa nada. Mandan muy pocos gendarmes y los que mandan piden los papeles que podría pedir cualquier policía de tránsito a los automovilistas. Entonces vos decís, ¿en dónde están poniendo la atención? En la gente seguro que no, porque la gente hoy está pensando en cómo llegar a fin de mes, en si va a poder darle de comer a los hijos algunos esa misma noche, porque hay mucha gente que está viviendo muy, viviendo al día, y está pensando en que no la maten. En Rosario están pasando cosas terribles respecto del narcotráfico, nadie hace absolutamente nada. Tenemos un gobernador que parece que durmiera la siesta desde que asumió y llegó al poder prometiendo paz y orden en la provincia de Santa Fe. Y si ves lo que sucedió el último fin de semana: balaceras, muertes, gente herida. Un comerciante que salió llorando en los medios diciendo que le habían dejado una carta pidiéndole un millón de pesos. Que él nunca había visto un millón de pesos todos juntos. Y lo único que pedía, llorando, es que lo dejen trabajar.
ME PREOCUPA VER A UN PRESIDENTE TAN CAÍDO, TAN DESEMPODERADO.
— ¿Cómo ves la coyuntura en un mercado financiero tan caliente? Otra ministra de Economía. Un presidente que no parece estar tomando decisiones por estas horas.
— Creo que el presidente lamentablemente no tiene poder para tomar ninguna decisión, entonces es difícil ver un presidente que tome decisiones cuando no puede tomar decisiones. Tenemos un oficialismo que es la más cruel de las oposiciones. Vos pensá que nosotros como oposición somos responsables. Hoy la gente cree que ser responsable es ser blando, no, no es ser blando, es que nos está preocupando. Cuando votamos el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue porque ellos no lo votaban. Ellos mismos dejaban a su propio gobierno en default. Yo no sé qué están buscando en este momento. A mí sí me preocupa mucho lo que está sucediendo en el país. Me preocupa mucho ver a un presidente tan caído, tan desempoderado, y ver que dentro del mismo oficialismo le están haciendo una verdadera guerra.
QUE LO EMPUJAN, LO EMPUJAN
— Vos decís que algunos del Frente de Todos esperan que Alberto Fernández vaya? ¿Qué renuncie?
— Que lo empujan lo empujan. Es muy difícil saber qué busca Cristina Fernández de Kirchner. No sé si ella misma sabe a la mañana lo que va a buscar al día siguiente realmente. Lo que están haciendo es muy peligroso. Lo que me parece más triste es que un gobierno que se supone en su relato, quiere ayudar a la gente más humilde, más pobre, es a los que más están aniquilando. Son las personas a las que con la inflación galopante que tenemos se les termina el sueldo, y aquel que vive de los planes no le alcanza ningún plan. No hay límites. La plata a cualquiera se le deshace en las manos, vos imaginate al que menos tiene. En este momento es preocupante el nivel que hay de pobreza en Argentina. Y no solamente de pobreza a nivel económico, que haya un solo chico con hambre debería dejarnos a todos sin dormir, sino de pobreza intelectual y de pobreza cultural. Yo creo que hemos perdido mucho tiempo y que Argentina está en una situación muy triste al respecto.
LLEGA UN MOMENTO EN QUE LO ÚNICO QUE QUERÉS ES SER FELIZ Y NO TE IMPORTA LO QUE DIGAN
— Ella tiene 49, él tiene 55. Él se enamoró a primera vista y no lo disimuló nunca jamás. Ella viene de romper una larguísima relación de 17 años pero él la conquistó, no sabemos cómo, pero la conquistó. Dijo “estoy loco por ella”
— Sí (risas).
— Luis Naidenoff te conquistó. ¿Cómo fue el trabajito?
— ¡Si! A ver, siempre lo vi trabajando y no sospeché en un principio de sus intenciones porque estaba muy concentrada en lo que estaba haciendo. Él tiene muy buena onda con nuestro equipo. Siempre atento a lo que fuera. Hablamos bastante seguido. Pero bueno… las cosas que a veces pasan.
— Meterse en la política es complicado porque todos se conocen entre sí, es un mundo nuevo, tienen determinados códigos. Él te cuidó, te ayudó. ¿Te cortejó?
— Nos ayudamos. Nos cuidamos mutuamente. La verdad que no tengo ni siquiera registro de cómo fue. Sinceramente.
— Él dijo “ella se va a casar conmigo”.
— Ah, sí, eso fue, yo lo miré así como diciendo…
— ¿Cómo fue?
— Estábamos en un lugar, en un evento, sale un periodista y nos ve, estábamos hablando de laburo.
— ¿Del Senado?
— Sí. Y muy seriamente además. Y sale este periodista y dice “ah bueeeeno ! ¡Qué foto! La vicepresidente del Senado con el presidente del bloque de la Unión Cívica Radical y qué sé yo. Entonces yo lo miro y digo: no, no, pará, pará, no mezclemos las cosas. Y él ahí dijo “lo que pasa es que ella todavía no lo sabe, pero ella se va a casar conmigo”. Yo lo miré como diciendo “¿perdón?” (Risas) Me reí, pero…de qué está hablando. Me corrí, “bueno, no”, dije.
— ¿Y no te quedó en la cabeza eso que dijo, un poquito?
— No sé, ni idea. Acá estamos (sonríe).
— Él dice que estaba regalado.
— Sí, dijo eso.
— Regalado y entregado. Y lo cuenta por todos lados. Eso es lo más genial. Anda contando lo más feliz que está loco por vos.
— Yo creo que cuando han pasado cosas en la vida de las personas como las ha pasado él, todos hemos tenido algo en nuestra vida, pero a él le ha tocado una situación muy dura, llega un momento en el que lo único que querés es ser feliz y no te importa qué diga el otro. No te importa nada más que hacer las cosas bien y ser feliz. Creo que él es una buena persona, con valores que a mí me encantan. Yo no podría enamorarme de una persona con quien no comparta los valores. Y él es una persona con convicciones, es una persona honesta y me parece que esos son puntos muy importantes en la política. Que no son tan frecuentes quizás, pero hay personas así también en política. Y yo cuando estaba fuera de la política tenía la peor imagen de los políticos y metía a todos en la misma bolsa como muchas veces hace la gente ahora con todos.
¿CUÁNTAS VECES LOS POLÍTICOS MINTIERON Y NOS ESTAFARON ?
— La gente está muy enojada con la dirigencia.
— Y sí. Y sí. Y cómo no va a estar enojada. Cuántas veces nos mintieron. Cuántas veces nos estafaron. Muchísimas. Una y otra vez. Y cuántas veces creímos en alguien y después vimos que era un corrupto. O que hacía lo contrario de lo que decía que había venido a hacer. A mí también me enoja eso. De hecho yo hice algo con ese enojo, me metí a trabajar en política porque harta de que me estafen, harta de que estas cosas sucedan dije no, yo tengo que hacer algo. Eso fue lo que me convenció de lo que me dijo mi hermana: vos tenés la posibilidad de hacer algo para que las cosas cambien. Cuando entré a la política pensando en lo peor de los políticos me di cuenta que también hay gente buena, que quiere hacer las cosas bien y quiere lo mejor para este país y trabaja por ello. Y bueno, uno de ellos es Luis.
EL PROYECTO ES SER FELICES, HACERNOS BIEN
— La vicepresidenta del Senado de la Nación está en pareja con el senador radical y presidente del bloque radical Luis Naidenoff. Y tienen como proyecto qué?
— Ser feliz.
— Formosa, Mendoza, Rosario, Buenos Aires. ¿Se la pasan en aviones?
— O en auto también (risas). Nos acompañamos. Él me ha acompañado bastante a Santa Fe. Yo creo que el proyecto es ese, es ser felices, hacernos bien. Y creo que los dos podemos ayudarnos mucho entre nosotros porque somos dos personas de bien que nos queremos bien.
— El proyecto ahora es estar juntos porque están en llamas. Digamos todo.
— (Risas).
— Y no pensás en otra cosa que en verlo, en estar con él, en compartir. No importa dónde, ¿o no?
— Bueno, así es cuando uno se enamora ¿no? Y es así. Sí. Compartimos mucho realmente. Mi proyecto es ese, ser felices.
— No te pregunté por hijos. ¿Nunca tuviste ganas de tener hijos, qué pasó?
— En algún momento sí, después no, después sí, después no. Creo que en el fondo era un no de mi parte. Hoy en día tengo ese rol, tengo un rol materno, podría decirlo pero no quiero exponer a personas que son menores, pero tengo un rol, cumplo el rol. Estoy en funciones podemos decir.
Hace 8 años, Carolina empezó a cuidar a dos hermanitos de 3 y 6 años como familia de apoyo. A partir de la pandemia, los chicos vivieron en su casa. Hoy 8 años después, viven alternativamente con ella y con un familiar biológico.
— Estás en funciones como madre.
— Estoy en funciones hace un tiempo, sí.
— ¿Y te gusta?
— Sí, me encanta. Además creo que es algo lindo poder cambiar la vida de una persona ¿no? Y aportar algo bueno a alguien y hacer que esa persona se forme con… siempre hablo de valores porque para mí es algo importante eso. Para mí si no están los valores es como que todo se pierde. Y transmitirle lo que vos crees de la vida a personas que el día de mañana no sabés para dónde pueden ir sus vidas me parece súper importante.
— Te preguntaría un montón de cosas más de Luis, pero sos la vicepresidenta del Senado de la Nación.
— (Risas) Soy Caro. Soy Caro.
— No puedo preguntar intimidades.
— No, no, hay cosas que son de la vida privada de las personas y yo sé que María Laura Santillán no me las preguntaría nunca.
— No, jamás.
— (risas) Jamás.
SEGUIR LEYENDO: