Migue Granados con María Laura Santillán: “Mi vieja se murió hace tres años y yo ya hago chistes con eso”

La muerte de su mamá: la exposición del dolor y por qué no vuelve a Rosario. ¿Hay límites para los chistes? Las redes, la maldad de los haters y el ring-raje. Dice que la marihuana tiene que ser legal

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María Laura Santillán con Migue Granados

Cuando a uno le preguntan sobre “la carrera” en los medios, entiende que para muchos existe siempre un camino previamente planificado que tiene como objetivo llegar a cierto lugar en la profesión. Según ese punto de vista hay un punto de llegada. A algunos nos desconcierta esa perspectiva, no sentimos que existe “EL” lugar al que hay que llegar. Daría la impresión de que para Migue Granados “la carrera” no es tema. Que va eligiendo proyectos con absoluta libertad. Desde “Peligro sin codificar”, o sus personajes en la radio como Martincito el niño gorila, o la historia del humor argentino, hasta hoy con el podcast La Cruda o con su show en ESPN. ¿Curioseando? ¿Investigando?

— Y… el significado de carrera es ganarle a otro. Coincidimos. Veo compañeros, colegas o gente de mi palo y de mi edad, que están con un hambre laboral, de enaltecer más su nombre y la verdad me chupa un huevo mal.

— A veces sos periodista, a veces humorista, a veces te ponés serio, a veces sos músico. Hay un menú de cosas diversas que te interesan, hambre tenés.

— Sí, intrigas o cosas que me divierten. Por ejemplo, me pregunto por qué no hago algo con la música, hoy cualquier persona decide ser músico hasta sin serlo, porque se puede, yo tengo miedo que me pongan el rótulo de laburo y esto era el momento de ocio.

— Si pasa a ser una rutina ¿ya no es divertido?

— Y sí, hay que cumplir con un horario. Tengo algunos recursos que me gusta ir degustando .

— Sos músico

— Sí, soy músico. Pero también es músico Paul McCartney. Y también hay mucha gente que se dice humorista y es humorista Olmedo. Son palabras muy grandes, no se si son adjetivos o sustantivos. Sí, calculo que soy músico. Pero como hoy en día es muy fácil ser músico, no sé si soy.

— La diversidad de tus intereses sorprende, desde la historia del humor de los argentinos hasta la vida de los que atravesaron situaciones límite.

— Si hablás de La cruda, es un podcast de entrevistas de cosas que realmente me intrigan. No creo ser lo suficientemente profesional como para abordar una entrevista de algo que no me interese. Nació la idea cuando vino un amigo a mi casa, el padre estuvo en Malvinas, y fue cagarlo a preguntas toda la noche. Entonces dijimos “hagamos algo con esto, con esa intriga y esa curiosidad sin filtro”. A algunos no les gusta porque piensan que es el periodismo más grosero, pero es simplemente una intriga amateur capitalizada. Es como informal, de remera, no de camisa.

— ¿Las entrevistas están muy preparadas?

— No, sabés que no. A diferencia tuya que sos profesional, no. Porque son cosas que me intrigan de verdad. No hay nada preparado.

— Los profesionales también tenemos intriga y curiosidad.

— Sí, pero voy haciendo las preguntas que haría en un asado. Es más infantil que profesional. Y por eso está bueno. En ese momento soy un niño que no sabe lo políticamente correcto y se divierte rato. Es profesión, obvio, no lo haría gratis.

— ¿Cómo te manejas con la grieta?

— ¿Con la política? A los que no nos interesa la política… Dicen que es porque sos un tibio y un privilegiado y bueno, yo debo serlo. Porque sí, soy un privilegiado obviamente. Como muchos de mis amigos. No soy fan de nada. O sea, ejemplo, asumió Alberto y yo en Twitter: Alberto, te re banco... Si hubiese sido Milei o Macri hubiese puesto lo mismo. Entonces quedé como… Después dicen “el otro día vimos que le tiraste buena onda a Larreta”. Y yo me cago de risa. Pero con la política no tengo que ver.

“HE VOTADO TOTALMENTE OPUESTOS DE UNA VOTACIÓN A OTRA”

— No te interesa.

— Formo parte de una pendejada que no necesitó saber de eso porque no le faltaba nada ¿entendés? Generalmente no estaban comprometidos. Y sin dudas formo parte del grupo que va oscilando entre uno y otro, que prueba, no soy fan de ninguno. He votado totalmente opuestos de una votación a otra. Mis amigos sí votan a algunos hagan lo que hagan y vos decís “¿pero no viste que estaban robando la torre Eiffel?”. Yo voy cambiando de uno a otro. A uno lo voté porque el otro me pareció malísimo, entonces fui en contra. Después salió una foto, entonces… “te voy a castigar acá”. Pero no creo que yo cambie el rumbo, tampoco sé un carajo. Yo soy de los que no saben de ese tema, la historia de la política o para qué lado va esto.

—No te provoca curiosidad.

— Sí, a veces… Me encantaría aprender, en La cruda yo quería hacer a Macri y a Alberto. Las mismas treinta preguntas a cada uno. Obviamente no hablaría tanto de política, yo no sé qué carajo es un PBI o el FMI. Las mismas preguntas a cada uno, qué te gusta de lo tuyo, qué te gusta del otro. Cuál personaje preferido de serie, qué fue lo peor que hiciste públicamente, de que te arrepentís. No lo pudimos meter porque uno de los dos no podía, si hacía uno iban a putearme los otro. Quería empezar por el que menos me iban a putear. Creo que hubiese empezado por Macri.

— ¿Por qué no Cristina y Macri, y sí Alberto y Macri?

— Porque era como una charla medio cara a cara de chabones.

— ¿A Milei te gustaría entrevistarlo?

— Ahí lo metería en eso, las mismas preguntas. No, entrevistarlo no.

“MI VIEJO ME PUDO ABRIR UNA PUERTA, PERO TAMPOCO ES EL DUEÑO DEL PAÍS”

— Hijo de Pablo Granados, marido de Fernanda Otero, hermano de Mery Granados, padre de Bebu, Bernardita Granados. Parientes famosos.

— No, pará (risas). Sí, sí. Para mí lo más importante es el padre de Bebu, obvio. No, no soy importante. A veces cuando me dicen “vos estás acá por tu papá”. Mi viejo me pudo abrir una puerta pero tampoco es el dueño del país. Hace 15 años que labura el chabón. No lo digo por mí, lo digo defendiendo el gremio “hijos de” (risas).

— Tenés la capacidad de decir que no a muchos trabajos que parecen importantes. Si no tenés ganas, no los hacés.

— No te importa nada hasta que en un momento necesitas. Muchas veces digo que “no los voy a hacer hasta que realmente los necesite o tenga hambre”. Ahora es un privilegio “esto no lo hago”. Pero a la vez pienso “le dije que no a un trabajo”. Con lo que implica la palabra trabajo, la gente que necesita un laburo para no morirse. En un momento no le decía que no a nada para no ser un desagradecido.

— No al Bailando por un sueño, no a MasterChef.

— Me han llamado y me daba mucho miedito. Todo lo que te da popularidad muy de golpe me da un poquito de miedito.

— ¿Hay chistes que ya no se pueden hacer? ¿Cuáles son hoy los límites?

— No lo sé. Depende cuánto te interese molestar. Yo en las redes he hecho chistes fortísimos, con humor obvio, y han molestado a mucha gente. Después dejé de hacerlos porque también me puse en el lugar de los que molestaba. Pero qué sé yo, mi vieja se murió hace tres años y yo ya hago chistes con eso. Tiene que ver con el paso del tiempo para mí. Yo tengo una hija, dejé de hacer muchos chistes porque ahora entiendo lo que es tener una hija, que alguien haga chistes sobre tu hija. Para mí va cambiando por ahí. Pero obviamente para los que jodemos o hacemos chistes cuánto más público tenés mejor es.

“LA GENTE QUE EN LAS REDES SOCIALES TE EXPONE ES MÁS MALA QUE VOS”
María Laura Santillán con Migue Granados

— Borraste algunos chistes.

— Sí obvio. Pero la mitad de las cosas que he borrado fue porque eran desubicadas. Pum, aprendí, listo. ¿Sabés lo que es más loco? Que la gente que en las redes sociales te expone es más mala que vos. Entonces yo digo “vos deberías reírte de este chiste porque yo fui un hijo de puta y vos sos más hijo de puta que yo”. El que te expone ese chiste malo, o fuerte, o de humor negro, o machista que hayas hecho en un momento hace tiempo, te expone porque no te quiere, pero ese chabón es más forro que vos, porque ese chiste le encantaría. Si vos sos malo y te gusta el humor negro, vamos a reírnos.

— ¿Les respondes eso?

— No. Yo a veces borro tweets para no cagarme un sábado. Para no tener el teléfono clinc, clinc, clinc todos puteándome. Pero por ahí si estoy aburrido y generó polémica la dejo. Qué sé yo. Me da bronca porque a veces uno me putea en Twitter, entro a su perfil y veo que es un hater, un odiador, y el loco hace chistes buenos y digo “me causa gracia el chabón, hijo de puta por qué me la hizo a mí que yo soy malo igual que él? Vamos a ser malos los dos, dale”.

— ¿Y le escribís?

— No, no le escribo porque no sé quién es, porque si tuviera nombre y apellido sí, pero si se llama Raúl F15 no…

— Quizás se harían amigos.

— Es muy probable. Por eso digo que ser malo es gratis. Es como jugar al ring-raje las redes sociales, tipo “puto”, y me voy. Ni siquiera tenés que pagar, ni siquiera saben tu nombre. Es divertidísimo. Hasta que me la hacen a mí, yo me divierto hasta que me toca a mi, obvio. A todo el mundo le divierte ser malo. O me vas a decir que no es más divertido que ser bueno. Pero cuando te lo hacen a vos tenés que cerrar el orto dos o tres días.

— El clima de época influye en el humor. No puede haber más chistes sobre el aspecto físico por ejemplo.

— Depende de la manera para mí. Depende de quién lo haga y en el contexto que lo haga. Porque por ejemplo en la radio nosotros hacíamos un tipo que era un machirulo tremendo, una mezcla de Sofovich con Olmedo y pegaba tanto la vuelta que era una crítica. Un chiste de puto básico es como una crítica. Depende quién lo haga. Vos lo planteas como ahora no se puede hacer nada. Sí se puede.

María Laura Santiilán con Migue Granados

— Cae mal un chiste sobre la gordura por ejemplo.

— Estamos tratando de… no sé si del gremio de gordos o del gremio de humoristas (risas), que no pase por ahí, porque a mí no me jode hasta que me jode. Pero hay pibes que se están formando, que todavía no tienen, de 12, 13, 14 años que no tienen una coraza. Vos le hacés chistes de narigón, puto, gordo (lo he hecho yo también y a pibes de 8 años cuando tenía esa edad), y es tremendo. Antes que el pibe haga el escudo. Un gordo que se ríe de gordo no me parece tan grave. Pero sí me parece copada la construcción de que haya que ir por otro lado. Hay muchos que no pueden hacerlo, listo, te quedaste con el software viejo loco.

“ME HAN ATACADO MIL VECES PORQUE DIJE ALGO HACE DIEZ AÑOS”

— ¿Te da miedo ser bardeado o ser cancelado? Antes parecías más lanzado, ahora apareces, desapareces, te guardas.

— No. No dejé de hacer nada. Simplemente aprendí muchas cosas como todo el mundo. Pero no es miedo. Me han atacado mil veces varios días, Migue Granados TT porque dije algo hace diez años.

— ¿Por qué cayó tan mal que contaras que Gerardo Rozín te quería en La peña de Morfi?

— Yo lo conozco desde muy chico…Cayó mal, te lo digo por qué. Está bueno porque esto es como un confesionario ¿no? Todas las cosas que quise aclarar las voy a hacer acá hoy.

— Como quieras.

— El chabón se murió, yo ya sabía que estaba muy enfermo desde hace un montón. Yo lo conocía desde muy pendejo, mi viejo hacía Videomatch y yo vivía en Rosario y venía en avión solo con él desde muy pibito. Y el loco me empezó a decir “che, quiero que hagas el programa”. Y cuando lo conté, lo conté como mi anécdota con él, como “qué orgulloso estoy de lo que él pensaba de mí” y sí, fue visto como re egocéntrico. Y justamente lo borré para que no me rompan las bolas porque era sábado. Pero la primera que me puso like fue la mujer de Gerardo. Entonces vos decís “todos estos pelotudos que me están bardeando mirá'’, la primera que me puso like fue la mujer. “Hace cuatro horas se murió”.

— No entendieron, decís?

— No, pero no importa. Pero es verdad, sonó arrogante y egocéntrico. Pero bueno, debo serlo, cuál es el problema.

— Qué cosas te quedan cómodas de ser conocido, de que te saluden, algún privilegio?

— Obviamente ir a un restaurante, comerse toda la carta y que no te cobren es hermoso. Pero la comodidad como diferencia, eso no lo hago. El otro día por ejemplo en el aeropuerto había una cola de 4 horas, no sabés lo que fue subir a un avión. Y en la aerolínea alguien me conocía y me hacía la onda de “vení, pasá” y no lo haría. Pero no lo haría porque no quiero que toda la gente vea que yo hago uso de eso. Si no te importa, pasás cuatro horas hermosas. Es raro, solamente por el hecho de ser conocido ¿no? Es muy banal. Después están los que te consumen todos los días en un programa, en tus redes, los que realmente te conocen y está bueno cuando hay un mimo. Qué sé yo, te da ciertas comodidades ser conocido. Depende cómo lo aproveches, puede ser para algo bueno o puede ser una avivada, una argentineada, ahí decís no, no da. No da porque los demás lo van a ver, vas a quedar como un boludo, y tampoco da por una cuestión ética.

— Puede ser para algo bueno, como cuando contaste sobre el cáncer de piel que atravesó tu mamá para comunicar por qué hay que cuidarse del sol.

_ Si, claro. La llegada es buena. Pero después para otras avivadas… hay gente a la que los famosos les mueve mucho el piso. Médicos de guardia que cuando llega un ex Gran hermano le dicen pasá, pasá, y por ahí hay una piba que se quebró la gamba. Eso es un forro. Cuando bajé la data de mi vieja, todos los veranos lo sigo retwiteando, mucha gente me escribe por eso.

María Laura Santillán con Migue Granados
“MI VIEJA SE ESTABA MURIENDO Y LE ESCRIBISTE A MARCELA TAURO!”

— Y qué es lo peor de ser conocido, lo que más te molesta?

— No, no, famoso es otra cosa para mí. Siempre lo digo con humildad. Me han pedido una foto…Por ejemplo, una guardia con mi hija con 38 de fiebre y yo que en ese momento pienso lo peor, no que tiene un virus, de todo pienso. Y… “che Migue, ¿nos sacamos una foto?”. Decís loco para, no ves que estoy llorando? Una vez estaba mi vieja internada ya en las últimas y viene mi viejo a la puerta del sanatorio y lo abrazo, me puse a llorar en la vereda. Y pasa una mina loco, qué hija de puta, y a las tres horas, manda un tweet, Silvia se llamaba, Silvia manicura suponete, le manda un tweet a Marcela Tauro y le pone “@Marcela acabo de ver a Migue Granados llorando abrazado a su padre en la puerta del sanatorio, algo pasó eh?”. Como! ¡Qué hija de puta! Ella tenía su teléfono en el link porque hacía manos, no sé, la francesita, y en la radio la llamé al aire. No sabés lo que fue, hermoso. “Hola flaca, te habla Migue Granados. ¿Te acordás que una vez yo estaba llorando porque mi vieja se estaba muriendo y vos le escribiste a Marcela Tauro? ¿Por qué hiciste eso? La concha…” Bueno, y la loca así. Todo al aire. Y mi compañero me decía “avisale que estamos al aire”. No, qué le voy a avisar, ¿voy a tener códigos con esta persona, me estás jodiendo? La quiero exponer hasta las pelotas.

— ¿Dijo algo?

— Sí, fue hermoso, “perdón”. ¿Pero por qué lo hiciste? Yo estaba ya medio con bronca y llanto viste. Por qué. Por qué te nació hacer eso loca. Además no laburas para Marcela Tauro, sos manicura man. Fue como ser malo.

— Un reality.

— Sí, sí, fue ser malo. Fue ser malo porque sí.

— ¿Devolviste una agresión?

-Hay malo que está bueno. A la vez, entiendo por qué ser malo es divertido. ¿Es más divertido ayudar a cruzar a alguien o poner una cáscara de banana cuando cruza?

— Es más divertido verte cantar con tu papá y tu hermana.

— Sí, sí obvio, que es más divertido. Pero vos vas a ver stand up y por qué te divertís? Cuando el tipo bardea para todos lados. Cuando es malo. No cuando es bueno. O sea, es más divertida la maldad. Cuando vos les hacés chistes a tus amigos, a tus amigas, cuál es la gracia, asustarlos. el acto bueno no da gracia generalmente. Igual estamos hablando de bullying básico.

— Hay otro humor que no es bullying (risas).

— Ya sé. Lo que pasa cuando tiras un huevo en el parabrisas, es porque está con otro amigo y dicen” uy boludo, mirá lo que hicimos”. Y sí, te cagas de risa dos minutos y ya está, terminó. Pero si le vas a limpiar el espejito no te vas a divertir con tu amigo. ¿Vamos a romper algo?

— Dale. ¿Ahora?

— Vamos.

— Vamos después. Estoy siguiendo a Bebu a través de su abuelo Pablo, de su madre y de vos. Es una persona con mucho talento, con cuantos años ya?

— 5.

— Se parece físicamente a vos.

— Es muy Granados, sí, muy cabezona. Conocí muchos Granados que no son familia y son parecidos. Osvaldo Granados no es nada mío y es igual a mi. Las cejas, la cabeza. Como un galleguismo cabezón, cejudo. Y sí, mi hija va por ahí. Mi jermu nada que ver, mi jermu es re brazuca, es como una sirena brasileña y ella es re gallega.

— Nada como eso: ser padre.

— Y, un flash. Una responsabilidad enorme. Y re lindo. Pensé que yo iba a ser más bueno. Me refiero a ser más permisivo.

— ¿No sos permisivo con ella?

— Y, yo era el quilombero cuando era chico y ella por ahí hace dos boludeces, es un pan de Dios, y yo “¡cómo! ¡no! eso no se hace”. Yo pensé que iba a ser el bardero y mi mujer la policía y es al revés.

— ¿Por qué la retas?

—La reto pavadas. Pero sí, es re lindo. Y estamos tramitando ahí…

— ¿Ah sí?

— Viendo a ver qué onda. A ver si metemos…

— Algún otro.

— Uno más.

— Me impresiona cómo intentas acercarla al básquet desde tan pequeña.

— Viajé y traje ropa de básquet para todos. Pero no les gusta a ninguno el básquet

Entrevista de María Laura Santillán
Entrevista de María Laura Santillán a Migue Granados (Gustavo Gavotti)

— Nacer en un lugar donde hay tanto talento es el mayor privilegio. Rosario y los Granados.

— Sí, un tema. Vos sabés que mi abuelo era muy capo en Rosario. Era un animador, bien típico viejo animador: saco blanco, sonrisa blanca. Como un Iúdica, me refiero al porte, no al estilo. Como ese estilo menemista de saco, bronceado todo el año, bien Cachilo. Y era un capo el chabón, era él animador de Rosario. Y después mi viejo que lo superó, trascendió la ciudad. Mi abuelo era muy fan de él, y ahora yo superé a mi padre por muchísimo (sonríe)

— ¿Tenés enganche con Rosario?

— ¿Vos sabés que desde que se murió mi vieja no? Desde que se murió mi vieja no quise volver. La ciudad era con mi vieja ahí. Pero también yo hice acá mi casa y es mi hogar. Yo extraño a los pibes, obvio, a mis amigos, prefiero que vengan a mi casa de acá. Lo hacen. En un momento ya fue, no quería ir más pero por eso. Hace poco liquidé el departamento, lo regalé, porque quería cerrar la etapa.

— ¿El de ella?

— Sí. Eso fue duro. Pero la ciudad es hermosa, sí. Pero no me interesa, no necesito ir todo el tiempo

— ¿Te compraste al final la moto?

— Ah, mira qué lindo. No. (Risas).

— ¿No la compraste porque tu papá no quiere?

— Sí. Menos mal porque yo me hubiese aburrido. Yo quería comprarme una súper moto, en un momento estaba re fan de eso. Y mi viejo no quería entonces hizo una jugada muy szifronesca, muy Simuladores, utilizando el golpe por choque. En 2000 hubo una campaña de tránsito que era frenadas, choques, masas encefálicas sobre pavimento, y te digo que garpaba. Mi viejo me llama y me dice “mirá, voy a pasar una pierna del otro lado de la baranda del balcón”.

— ¿Con video?

— Sí, con video. Y en el momento que hace eso corta el video. Lo llamo y no me atiende por 10 minutos.Yo estaba tipo tuc, tuc, tuc. Me atendió y como con la campaña de choque me dice bueno “viste, eso mismo voy a sentir yo cuando andes en la moto por Panamericana”. Y andá a la concha de tu madre.

— (Risas) Pero no la compraste.

— Me compré una bicicleta con tres ruedas. Si la hubiese querido de verdad la hubiese comprado. Pero mi mujer estaba embarazada, era una estupidez. Y no lo hice.

— Son cercanos, lo que te dice tu papá te importa.

— Con quién ¿con mi viejo? Si. No es que hablamos todos los días “escuchá papá me acaba de picar un…” Sí, más vale. Sí, sí, me pesa. En ese momento más que ahora, pero no porque lo quiera menos sino porque ya me siento más independiente.

“SOY EL AGRETA DE LA FAMILIA”

— ¿Qué tiene Fernanda de especial?

— Yo la conocí hace muchísimo tiempo en la Facultad, hace 12 años, y siempre tengo la necesidad de aclarar que yo en ese entonces era hermoso. Estaba flaco, tallado.

— (Risas).

— Es muy simpática, muy alegre. Todo lo que yo no soy quizás. Por ahí yo soy el agreta de la familia. Como “dale’, sonreí. Che boludo, te gastaste toda la buena onda en el programa. Estás hecho un ortiva”. Pero eso, su frescura, su simpatía. Además me gusta ella, es muy linda. Su culo.

— Vamos a buscar el segundo ahora.

— No, para, recién estamos por el psicofísico. Estamos hablando. Porque cuando es algo planeado es distinto, hay más tiempo para ver que onda. Cómo haríamos, no quiero volver a no dormir. Me encantan los bebés pero a la vez… Yo pensé que me encantaban los bebés y después me dije no, la verdad que no me encantan los bebés. Mi hija sí, ya está. Decís no la voy a querer ni en pedo como a ella. Pero bueno, después sucede.

— Tu hermana Mery trabaja con tu papá. Debe ser divertido trabajar con tu papá.

— Eso lo decís vos. Es muy exigente mi viejo y muy profesional, sobre todo con el tema de la música. Es tremenda la música de mi hermana, son canciones de verdad. Mi viejo las hace, las compone, las produce, es muy capo en eso. Como wow. Yo siempre tuve miedo a eso, mirá si en algún momento quiero hacer algo con la música, hago un tema de amor re serio y me ponen arriba un archivo mío disfrazado de Gatúbela en Sin codificar. Es muy capo mi viejo.

“QUE LA MARIHUANA SEA LEGAL NO VA A HACER QUE ALGUIEN FUME MAS”

— ¿La marihuana tiene que ser legal?

— Yo creo que la marihuana sea legal no va a hacer que alguien fume más. Si es que a alguien le preocupa que mucha gente fume marihuana. Como tampoco mi tía va a ir a abortar porque ella no abortaría o no necesita abortar. No es que el aborto es legal entonces ahora vamos todos a garchar o todos a abortar, no va por ahí. La marihuana es lo mismo para mí. He visto amigos míos dados vuelta de alcohol, vomitando alcohol, y nunca he visto amigos míos fumados así. Sí comiendo hamburguesas en el piso conmigo a las cuatro de la mañana y está buenísimo, pero no he visto ninguna persona dada vuelta. Sí que la puerta a otra droga, sí. Como también es la puerta un ciclomotor a querer ir a 200 y matarte en la ruta. ¿Entendés lo que digo? Yo creo que sí, que tiene que ser legal. En ningún lugar que es legal pasó algo. Aparte me llama la atención cuando hay alguien liberal de libertad, y no con el faso. En Uruguay liberales son liberales, podés fumar, podés abortar, podés hacer lo que quieras, libre.

— Si sos liberal, sos liberal para todo decís.

— Claro, entonces habilitame todo. Obviamente no manejar escabio ¿no? Pero la marihuana no le hace mal a nadie. Yo creo que si vos empezás a fumar marihuana y después terminás pinchándote heroína abajo de un puente es una cuestión de educación. Yo no voy a terminar así, mis amigos calculo que tampoco. Aguante sí, la banco a muerte la marihuana.

— Igual para vos nada mejor que una hamburguesa con papas fritas ¿verdad?

— Después de fumar. ¿Qué? (Risas).

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