El presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro (46), reconoció que la coalición opositora Juntos por el Cambio enfrenta una crisis y advirtió sobre la necesidad de preservar la unidad, pero “no a cualquier precio”. El dirigente cuestionó la “ansiedad” de algunos dirigentes del espacio por la carrera presidencial y reclamó que durante el 2022 los distintos sectores de la alianza encaren una discusión para mejorar el funcionamiento interno y la coordinación para enfrentar al oficialismo en el Congreso Nacional.
El diputado nacional, en un alto de sus vacaciones en Misiones -adonde viajó 8 días para unas vacaciones en El Soberbio y en los Saltos del Moconá- compartió con Infobae una extensa entrevista por Zoom, donde se refirió a los principales temas de la agenda nacional. En ese marco, habló sobre la necesidad de que JxC plantee una propuesta política y electoral de centro y se refirió a las conversaciones que hay entre dirigentes opositores y Javier Milei, un emergente político libertario, de quien tomó distancia. “No podemos amontonarnos por el solo hecho de llegar al poder. Vale preguntarnos para qué y con quién”, afirmó.
Dirigente de extrema confianza de Elisa Carrió, antes de empezar la entrevista, reveló que en pocos días leyó uno de los libros más mentados por el círculo rojo -Diario de una temporada en el Quinto Piso, del sociólogo Juan Carlos Torre-, que tiene como hobby el cine y compartir tiempo con sus amigos, y que el asado y el bife de cuadril con tortilla de papas son sus comidas favoritas. De su vida privada, reconoció que está soltero, aunque no descarta volver a estar en pareja en algún momento. “Hoy solo”, admitió y empezó a responder un extenso cuestionario de casi una hora.
¿Cuál es el estado de situación que enfrenta la oposición en Juntos por el Cambio?
Estamos viviendo una etapa de reordenamiento, acompañada con una crisis, que tiene que ser tomada como una oportunidad. El 2022 es un año para que nos sentemos seriamente a pensar cuál es el camino a recorrer a partir de una posibilidad que se nos puede abrir en el 2023, como la posibilidad de la alternancia. Esto significa sentarnos a pensar seriamente las reformas y el programa de fondo que necesita la Argentina para los próximos tiempos, y más aún, la complejidad que hoy estamos atravesando. Es una etapa de reordenamiento, con la composición de una nueva Mesa Nacional y una Mesa Federal, para que todos estén representados y puedan participar. Pero no voy a mirar para otro lado… hay una cierta crisis y tenemos que ser responsables y esa crisis convertirla en oportunidad.
¿Cuál es la dimensión de esa crisis y cómo piensa que debería resolverse?
Entiendo que hay que dejar de lado los egos personales que muchas veces dificultan lo que hoy tiene que ser Juntos por el Cambio, que es un espacio colectivo. Hoy en Juntos por el Cambio hay distintos tipos de liderazgos y tenemos que poder trabajar de una manera mucho más colectiva y no adelantar ningún escenario vinculado al 2023, porque, en definitiva, en 2023 va a ser la ciudadanía, a través de su voto, la que elija al candidato o candidata. No es 2022. El 2022 es un año para consolidar este espacio, para ponernos a trabajar seriamente y de manera responsable en qué le vamos a proponer a los argentinos en 2023, de qué manera esta propuesta se inserta en una narrativa distinta y no miramos para otro lado para lo que deberían las reformas estructurales que necesita la Argentina para el crecimiento y la generación y sostenimiento del empleo genuino y estable.
Usted habla de una crisis… ¿Esa crisis tiene que ver con el funcionamiento o es más estructural?
Estructural no. Quedó demostrado que podemos convivir y construir de manera colectiva, sabiendo que hay pensamientos diversos. El PRO es el PRO, el radicalismo es el radicalismo, la Coalición Cívica es la coalición cívica y el Peronismo Republicano, también. Todos los que participan de Juntos por el Cambio pudieron entender eso y mantenerlo del 2015 al 2019. Pudimos sostener la unidad -que era difícil de sostener- después del 10 de diciembre de 2019 hasta la última elección, que nos volvió a colocar como opción mayoritaria para los argentinos, por una diferencia de más de 10 puntos con el Frente de Todos.
Entonces si no es estructural ni de funcionamiento ¿por qué es esta crisis?
Me parece que hay que bajar el nivel de ansiedad y de chicanas y golpes bajos. Eso no inhabilita que tengamos posiciones distintas y diversas. Todo lo tenemos que hacer cuidando algo que no nos pertenece y nos demanda la sociedad, que es la unidad de Juntos por el Cambio, una coalición que pudo terminar un mandato constitucional. El presidente Mauricio Macri le pudo entregar el mando a otro presidente elegido constitucionalmente y nos hemos sostenido como una coalición competitiva en Argentina. Pudimos generar algo que le sirve no a un dirigente o a otro de este espacio, sino a la Argentina, que es la alternancia. Eso sirve para fortalecer las instituciones de la democracia y la república, con algo que no garantiza este gobierno y que nosotros tenemos que garantizar, que es la seguridad jurídica, para que haya inversiones y que vuelva a recuperar lo que hoy se ha perdido, que es la confianza, clave el crecimiento y las inversiones. Esa falta de confianza la estamos viendo en el acuerdo que no llega con el Fondo Monetario.
Usted evita hablar de dirigentes, pero en la UCR y el PRO hay internas que quedan expuestas y afectan la imagen de Juntos por el Cambio.
Sin inmiscuirme en el radicalismo o en el PRO, es muy importante que estos partidos fundadores de Juntos por el Cambio como la Coalición Cívica empiecen a ordenarse o que traten de que sus propias situaciones internas no compliquen el sostenimiento y el armado de JxC a lo largo y a lo ancho del país. Esto lo quiero decir porque muchas veces, como diputado de la Nación y como presidente de un partido nacional me da bronca o enojo que la Coalición Cívica sea reducida o desconocida porque algunos de nuestros socios de Juntos por el Cambio. A esos socios les recuerdo que este partido y el liderazgo de Elisa Carrió fue fundacional para que esta coalición fuera posible en el 2015 y también se sostenga ya en este 2022 y continuemos de esta manera para construir una alternativa para el 2023. No queremos que la Coalición Cívica sea menospreciada.
La discusión en Juntos por el Cambio muchas veces queda reducida a una discusión o tensiones entre halcones y palomas, tanto del PRO y la UCR.
Es cierto. Y muchas veces, con buena o mala intención, nuestros socios nos ponen en el medio ante situaciones que podemos atravesar en Juntos por el Cambio. Más allá de eso, nosotros desde la Coalición Cívica estamos convencidos en seguir trabajando para la unidad de Juntos por el Cambio, que tenemos que ofrecer un Juntos por el Cambio mucho mejor de lo que hemos construido hasta esta fecha. Lo dijimos en nuestro Congreso de los 20 años: queremos proponer y rediscutir y repensar el contrato moral, que no es sólo para Juntos por el Cambio, sino para todos los argentinos. Y que tenemos que construir para volver a ser alternativa una posición del centro.
Esa es una definición estratégica de mucha importancia. ¿Qué significa ser una alternativa de centro?
Para la Coalición Cívica, Juntos por el Cambio tiene que entender que si quiere constituirse en una verdadera alternativa en el 2023 tiene que pararse en el centro -con firmeza y contundencia- para defender valores y principios que estén ligados a la libertad, la igualdad, la república, a una Justicia independiente, a la educación como política central para todos los argentinos y a discutir una baja de impuestos. No podemos tener en la Argentina una presión impositiva que le siga poniendo el pie sobre la cabeza a los que quieren invertir y generar y sostener empleo. Ese es el aporte que nosotros vamos a hacer desde la Coalición Cívica a Juntos por el Cambio. ¿Una posición del centro implica renunciar a la firmeza y a la contundencia? No. Pero sí implica posicionarnos en un lugar para construir en base a una mayoría de los argentinos. Eso impide que distintas posiciones tengamos lugar en Juntos por el Cambio? No.
¿Cree que esa “posición de centro” es compartida por los otros espacios de JxC?
Sí. Creemos que coincidimos en muchas de estas cosas que son centrales con el radicalismo, con el PRO, con Gerardo Morales, con Horacio Rodríguez Larreta, con Patricia Bullrich y con Mauricio Macri. Por supuesto que después está el estilo que cada uno de esos liderazgos y dirigentes le ponemos dentro de JxC. Pero lo importante acá es que no debemos acelerar el 2023. El 2022 está para que nos pongamos a pensar seriamente qué programa, qué narrativa y cuáles son las cosas centrales que vamos a tener que abordar en el 2023 como gobierno de todos los argentinos.
Antes de volver al tema de la posición del centro, nombró a varios dirigentes de JxC.
Lo que digo es que tenemos que poder frenar todos un poco, tenemos que poder preservar la unidad de Juntos por el Cambio que tanto nos costó construir y sostener. No le tengo miedo a las diferencias si son zanjadas en un ámbito de debate con respeto y sin golpes bajos o chicanas, porque no somos un espacio uniforme: la unidad no es unanimidad ni uniformidad, y cada uno expresa lo suyo. Esa unidad hay que sostenerla, pero no a cualquier precio. La unidad no es a cualquier precio para llegar al Poder y no hacernos cargo de las transformaciones que tenemos por delante. Esto lo tenemos que comprender todos. Lo decía al principio. ¿Cuál es la etapa actual? La de consolidarnos, de crisis, pero tenemos que tomarla como una oportunidad y entender todos que estamos en una etapa de que distintos liderazgos y una conducción dentro de JxC que tiene que ser más colaborativa, hasta el momento de resolver las candidaturas, que no es el 2022, sino 2023
Volviendo al tema de esa posición de centro ¿esa mirada excluye a emergentes como Javier Milei o José Luis Espert, que son emergentes más de derecha?
No hay posibilidad para la Argentina que viene de discursos extremadamente radicalizados o una posición que tenga que ver con el cuanto peor mejor. Nosotros necesitamos poder ser elegidos por una mayoría contundente de los argentinos en 2023, por eso entendemos que tiene que ser desde una posición de centro. Esa no es una posición naif, sin contenido, liviana, sino que es la que le permitió expresar a una mayoría amplia de nuestro país, reflejada por Juntos por el Cambio en las últimas elecciones, con ese 43%. Ahora, necesitamos más que ese 43 por ciento.
Pero sin esa derecha, las posibilidades de sumar masa crítica se achican…
A mí me preocupan los avances que están haciendo los populismos de izquierdas o de derechas y que no sólo se ven en Argentina. Esto lo tenemos que abordar con seriedad y preocupación, porque esos populismos tanto de izquierda como de derecha lo único que en definitiva, a mediano y largo plazo, terminan haciendo es erosionar el mejor sistema que tenemos hasta este momento que es la democracia representativa. Lo vemos en experiencias de izquierda, con Maduro u Ortega, o expresiones de derecha, como Trump y Bolsonaro, o discusiones que se dan en otros países de Europa, como en España.
¿Entonces quiere decir que Milei es un límite en Juntos por el Cambio?
Todas las discusiones y posibilidades de ampliación de Juntos por el Cambio se tienen que dar en la Mesa Nacional. Uno puede entender cierta simpatía que pueden tener algunos de nuestros dirigentes y otros dirigentes, pero la ampliación y la sumatoria para participar en esta coalición, que tiene que ser mucho mejor y amplia, se tiene que dar en el marco de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. La Coalición Cívica y la propia Elisa Carrió ¿qué defendemos y qué vamos a pelear en Juntos por el Cambio? Valores y principios que están asociados al humanismo, a la libertad y a la igualdad y a los valores del contrato moral, que son no robar, no mentir y no votar contra los pobres. Este también es un gran desafío por delante que tiene Juntos por el Cambio, para ser algo mucho mejor de lo que construimos y pudimos sostener en todo este tiempo. No podemos amontonarnos por el solo hecho de llegar al poder. Vale preguntarnos para qué y con qué.
No me respondió si es un límite Milei.
La respuesta se da en lo que expresa MIeli y muchos de sus seguidores por debajo acerca de la Coalición Cívica, el radicalismo y la propia Elisa Carrió. La respuesta está ahí. Eso después no implica que no coincidamos en cuestiones que defendemos: el valor de la libertad, de qué manera nos sentamos a discutir una baja de impuestos, para que podamos sostener empleo y generar nuevo empleo. Ahora, el ámbito adecuado, más que las tertulias de café, es el Congreso de la Nación, el ámbito institucional por excelencia para el diálogo entre los iguales o parecidos, sino entre toda la representación política de la Argentina. Para poder sentarte a dialogar no tiene que haber mentira y no tiene que haber trampa.
Hablando del Congreso, lugar clave para la institucionalidad y, sobre todo, para el rol de la oposición. En las últimas semanas hubo aciertos y errores muy notables de la oposición.
El accionar nuestro en el Congreso de la Nación, tanto en el interbloque de Diputados y en el Senado hubo un buen trabajo, pero en el último tiempo tuvimos posiciones erráticas o posiciones que nosotros, desde la Coalición Cívica, no compartimos. Con el Presupuesto, creíamos que debíamos tener una posición responsable y no ser funcionales a Cristina Kirchner. No cerraban los números de Martín Guzmán por ningún lado y cuando se fue tensionando, pensamos una salida de que vuelva a comisión para ser de vuelta discutido. Esto no fue entendido por sectores de nuestro espacio (y tampoco del oficialismo) y lo hemos marcado en el interbloque de diputados y en la Mesa Nacional como un aprendizaje. También es un aprendizaje lo que pasó con Bienes Personales. Por eso va a tener que poder llevarse adelante una coordinación entre los presidentes de bloque. Yo realmente confío en la posibilidad de coordinación que puedan llevar adelante Juan Manuel López (presidente de la bancada de la Coalición Cívica), Mario Negri (presidente del bloque radical), Rodrigo De Loredo (UCR Evolución)... sin exclusiones, todos, los diez.
Hay que reconocer que coordinar entre tres, como era antes, no es lo mismo que coordinar con diez, que son ahora.
Es verdad. A mí me tocó durante un año coordinar los temas parlamentarios y es más fácil, pero no le quito el voto de confianza de que esa coordinación pueda ser factible en la Cámara de Diputados. Por eso, la Coalición Cívica no está desesperada en poder designar un presidente de interbloque. Me parece que cada uno de los presidentes de bloque representan a sus espacios y esos espacios decidieron quiénes los van a conducir en los próximos dos años legislativos. En las discusiones más internas de lo que puede sostener en el radicalismo y el PRO no nos metemos, pero sí exigimos que no nos pase lo que nos pasó en Presupuesto y Bienes Personales. Que podamos tener una coordinación y una posición responsable en ese sentido, que no la tuvimos y no la tuvo el kirchnerismo en momentos tan complejos.
Menciona el Presupuesto ¿por qué esa insistencia con el Presupuesto que terminó por no aprobarse porque el Frente de Todos pateó el tablero?
Para nosotros el Presupuesto era fundamental en este momento, porque nosotros teníamos que darle la posibilidad de que puedan tener una herramienta central para tener una negociación con el Fondo Monetario. Lo hemos planteado en la Mesa Nacional y se lo hicimos saber al oficialismo. Nosotros creemos que el ámbito adecuado para la conversación del ministro Guzmán de las negociaciones y una futura carta de intención del FMI es el Congreso de la Nación, con todos los bloques parlamentarios que ahí existen. ¿Por qué remarcamos esto? Porque la posibilidad de un acuerdo con el Fondo es de una envergadura institucional y económica muy importante como para que no se tenga en cuenta a toda la representación parlamentaria que tenemos en la Cámara de Diputados y Senadores.
Usted cuestiona al oficialismo, pero no tener presidente de interbloque es una muestra de que no hay consensos internos.
Puede ser que por el momento no hay consenso para poder definir un presidente de interbloque, pero cuando Mario Negri presidió él fue muy generoso en su manejo, en las reuniones iba él y los otros presidentes de bloques. ¿Sería bueno tener un presidente de interbloque? Sí, pero no necesitamos resolverlo con urgencia. Sí necesitamos con urgencia resolver una coordinación entre los presidentes de bloque y que en los temas centrales como Presupuesto, Consejo de la Magistratura, acuerdo con el FMI, haya una coordinación entre bloques parlamentarios y la Mesa Nacional.
Tanto el voto de Clara Vega en el Senado, como los diputados que les faltaron para Bienes Personales demuestran que, ante un Congreso tan parejo, cada voto cuenta y que no se puede “perder” en el camino a nadie.
Esos episodios son un llamado de atención. Es fundamental que los presidentes de bloques sepan con qué número va a bajar a la sesión. Es fundamental que los presidentes de bloque y la Mesa Nacional, si pedimos una sesión especial con temas estratégicos (como puede ser Consejo de la Magistratura, Ficha Limpia, Boleta única, baja de impuestos), es central saber con qué número contamos y de qué manera nos damos un trabajo con los otros bloques para construir lo que es en la Cámara de Diputados los 129 votos para poder sesionar y sacar una ley o una media sanción.
Vinculado a esto y a los imprevistos en la dinámica parlamentaria, fue una sorpresa que en la Legislatura bonaerense Juntos por el Cambio votara junto al kirchnerismo el proyecto de las re reelecciones de los intendentes.
Ese es uno de los desafíos que tenemos en Juntos por el Cambio. Es un caso concreto lo que pasó en la Legislatura de Buenos Aires por lo que insistimos en el contrato moral. El contrato moral implica un cambio en muchos aspectos profundos para ser distintos y para ser mejores. Hicimos bien las cosas para constituir una alianza y una coalición para tener una alternancia, ante una lógica autoritaria que se llevaba puesto todo, como es el kirchnerismo. Pero eso no convalida a que no nos hagamos cargo del desafío de construir algo mejor en el 2023. Para construir algo en el 2023 tenemos que trabajar seriamente en el 2022, dejando de lado las candidaturas, reconociendo que tenemos buenísimos liderazgos con posibilidades de competir en las distintas instancias en 2023 y que esos liderazgos los tiene el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica y que tenemos que cuidar este espacio colectivo. Sobre todo porque no le pertenece al PRO, ni al radicalismo ni a la Coalición Cívica, sino a la gente. Este es un espacio que tiene que intentar correrse de las tentaciones de querer hegemonizar o querer homogeneizar.
Los temas de justicia y corrupción son centrales para la Coalición Cívica ¿qué opinión tiene sobre las críticas de Alberto Fernández a la Corte y el anuncio de una marcha para “echar” a los jueces?
Es patética y vergonzosamente inconstitucional la presión que está haciendo el Presidente de la Nación sobre la Corte Suprema. Y lo que ha hecho el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, de apoyar esa marcha es parte de lo que le manda a hacer la Vicepresidenta, que sigue empecinada en poder cumplir o lograr el objetivo que ella persigue que es la impunidad. Quisieron ir contra el procurador actual, reformar el Ministerio Público, la reforma de la Justicia y ahora atacan a la Corte Suprema. En todos estos casos ¿quiénes son los que arrancan cada una de estas política u objetivos? El kirchnerismo más duro o el que es mandado por la Vicepresidenta y que el Presidente se acopla y pone -por sus indefiniciones y complicidades- en jaque a muchas instituciones necesarias para el funcionamiento de nuestro país.
¿Cuál cree que es el próximo paso de Cristina Kirchner?
Tuvimos el resultado que tuvimos en las elecciones de noviembre del año pasado. Esa paridad y arrebatarle la mayoría en el Senado a Cristina Kirchner le va a impedir cualquier tipo de atropellos que están en su cabeza. Pero eso va a depender de sostener los 116 diputados y la mayoría de los senadores. Esa es la responsabilidad de los otros bloques de la oposición, para que no haya un avance y para sostener una Justicia independiente.
- ¿Qué rol va a tener Elisa Carrió durante este año?
Lilita sigue siendo un liderazgo importantísimo en la Coalición Cívica y en Juntos por el Cambio. Que continúe ese liderazgo no implica que ella retome a la política y a la cuestión parlamentaria del día a día. Lilita está para construir y marcar un camino desde ahí. Porque es la socia fundadora del espacio, con Mauricio Macri y la cumbre de Gualeguaychú del radicalismo -como es una voz importante la de Mauricio Macri, como ex presidente de la Nación- y así lo ven Morales, Rodríguez Larreta y el resto de los integrantes de la Mesa Nacional. Lilita sigue siendo una voz significativa e importante para la política y la posibilidad de un Juntos por el Cambio mejor para ser una alternativa en 2023.
- ¿Qué opinión tiene sobre el episodio Luana Volnovich, la jefa del PAMI que se fue a Cancún a pesar de que el presidente pidió que veranearan en el país?
Son situaciones que alteran e indignan por la doble moral que ejercen muchos funcionarios del kirchnerismo. Cuando la oposición hace algo los catalogan como enemigos de la Patria, cuando ellos hacen estas cosas está todo bien y todo vale. Es entendible la indignación de la gente, porque cuántas personas no pudieron salir del país no para disfrutar de vacaciones, sino para ver a sus seres queridos o ir a trabajar. Ellos tienen imposibilitada la salida de la frontera por restricciones que estos tipos vienen llevando desde el arranque de su gobierno y ven cómo una funcionaria como la jefa del PAMI se va a Cancún. Además, se cagan en lo que pidió el presidente a cada uno de sus funcionarios, pero sobre todo demuestra la doble moral que muchos de ellos tienen, en La Cámpora y el kirchnerismo más duro.
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