Al igual que el año pasado, el 2021 estuvo atravesado por la pandemia de coronavirus. La segunda y la tercera ola de contagios causaron estragos y sus consecuencias se sintieron tanto a nivel humano como material: Argentina superó los 100 mil muertos y acumuló incontables pérdidas económicas. Sin embargo, el avance del plan de vacunación logró finalmente traer algo de calma y esperanza a una sociedad que alcanzó el punto máximo de agotamiento físico y emocional.
A pesar del explosivo aumento de los contagios registrado durante las últimas semanas, la efectividad de las vacunas quedó evidenciada en la baja ocupación de las salas de terapia intensiva y la menor tasa de letalidad. Además, si bien las nuevas cepas no dejan de generar preocupación, por el momento no parecen ser necesarias nuevas medidas de confinamiento. Mientras la Costa Atlántica y el resto de los centros turísticos de todo el país se preparan para lo que se anticipa como una temporada con récord, la vida lentamente vuelve a la normalidad.
Durante este año, los argentinos también pudimos recuperar uno de los principales pilares de una sociedad que aspira a desarrollarse y a ser más inclusiva: niños, niñas y adolescentes volvieron a las aulas. Tras más de un año sin clases, finalmente pudieron reencontrarse con sus compañeros y profesores para enfrentar el gran desafío de recuperar los contenidos perdidos, una tarea titánica que según los expertos tomará años. Desafortunadamente, las verdaderas consecuencias, las más profundas, de tener durante tantos meses las aulas cerradas se volverán patentes en el futuro cercano.
No obstante, entre tantas penas y angustias, el 2021 supo darnos algunas alegrías enormes. Una de ellas se resume en una imagen, muy esperada por todos los fanáticos del fútbol: Lionel Messi con la Copa América en sus manos. La Selección derrotó a Brasil por 1 a 0 en el Maracaná y su capitán pudo festejar, tras varias frustraciones, un título con la camiseta celeste y blanca.
Por otro lado, el 2021 marcó un antes y un después en el gobierno de Alberto Fernández. En las elecciones legislativas de medio término, el peronismo unido sufrió un duro revés a nivel nacional, motorizado por el fuerte deterioro de los indicadores sociales, la críticas a la gestión sanitaria y diferentes escándalos, como el vacunatorio VIP y la fiesta en Olivos, que generaron desencanto con el oficialismo.
En paralelo, la economía estuvo marcada por la persistencia de la inflación, que cerrará en torno al 50%, y el aumento del dólar (que se vende a más de 200 pesos). Mientras, el gobierno nacional busca cerrar un acuerdo para reestructurar la deuda con el FMI y así ganar un poco de margen a la espera de que la reactivación económica se consolide.
Todos estos desafíos, tanto sociales como políticos y económicos, seguirán abiertos durante el 2022, que se avizora igualmente intenso.
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