Sergio Berni tiene 59 años. Empezó a trabajar con Néstor Kirchner en 1991 como director del hospital “28 de noviembre” de Santa Cruz. Trabajó ininterrumpidamente con los Kirchner: fue secretario de Seguridad de la Nación de Cristina Fernández y, desde 2019, es ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Se sienta a conversar en Infobae y me recuerda que responderá todas las preguntas, “como hago siempre”, dice. Es médico cirujano, militar, abogado y político. Todo eso. Y está claro que le gusta la adrenalina.
“35 años en el ejercicio de la medicina. Es toda una vida. Uno se preparó toda la vida para eso. A los que somos amantes de la profesión, nos hipnotiza. No es casualidad que sea militar, ministro de Seguridad. Estudié abogacía porque era una cuenta pendiente. Estoy muy contento de haberlo hecho, disfruté mucho la carrera. Pero me aburre mucho hacer un escrito. No es para mí”, asegura el funcionario y dirigente peronista.
-¿Está cómodo con Kicillof pero incómodo con el gobierno nacional?
-La definición es un poco más que correcta. Me sorprendió la capacidad de trabajo e interpretación y el acompañamiento de un gobernador que está consustanciado con llevar adelante profundas transformaciones.
-¿Axel Kicillof sí, Gobierno nacional no?
-Lo que siento es que el gobernador tiene un profundo sentido de transformación.
-No me respondés. ¿Estás mal con el Gobierno nacional?
-No es mal. No me siento representado con el Presidente. Es una apreciación: no es ni buena ni mala. No soy el dueño de la verdad. Es una cuestión de sentimientos.
-¿Él lidera? ¿Es el líder del Frente de Todos?
-No. El líder del Frente de Todos es quien conduce el espacio, que es el espacio nuestro, el espacio del kirchnerismo.
-¿No es Alberto Fernández?
-Alberto es el Presidente y es el responsable de la gestión pública. Es el jefe de la administración pública. Tenemos diferentes miradas. Vengo del peronismo nacional y él, no es que tenga una visión distinta, él se define socialdemócrata, dice que es liberal de izquierda, que es hijo de la cultura hippie.
-Más allá de cómo se autoperciba el presidente Fernández, él y vos piensan distinto en materia de seguridad.
-Obviamente pensamos distinto.
Es tajante Sergio Berni cada vez que le nombro al presidente Alberto Fernández. No duda ni un instante: muestra sus profundas diferencias con el. Hablaremos ahora de la Policía de la Provincia, porque hay rumores de descontento.
-¿Por qué deberían sentirse descontentos? si en los cuatro años de gobierno de (María Eugenia) Vidal, su promesa de campaña era equiparar el sueldo con la Policía Federal y no lo hizo. Fue el gobernador Kicillof el que finalmente equiparó sueldos con la Policía Federal.
-Hoy hay descreimiento de la política.
-Estoy todos los días en la calle. Estoy viendo un cambio de humor. Cuando veo de eso no hablo de más contento o enojado por variables económicas. La pandemia trastocó mucho la psicología individual de las personas. La gente está más relajada ahora.
Dice Berni que el Frente de Todos puede ganar el 14 de noviembre en la Provincia.
-¿Gana o pierde el oficialismo?
-Soy muy optimista. Creo que se pueden revertir las elecciones. La sociedad empezó a tomar conciencia de lo que hizo el gobierno de la provincia. Creo que en la provincia de Buenos Aires hay una condición subjetiva que permite dar vuelta la elección. Cuatro puntos no es tanto.
Trascendió una fortísima discusión días atrás con Máximo Kirchner.
-¿La discusión por qué fue?
-Porque tenemos diferentes miradas en el modelo de construcción política. Discutimos, como se discute en la política. Algunas son más trascendentes por los actores. Creo que enriquece que tengamos discusiones.
-No fue una discusión enriquecedora como vos decís, Berni. Dicen que fue muy fuerte...
-Son intensas. Somos dos apasionados, peronistas y tenemos la confianza de habernos conocidos hace más de 33 años. ¿Nunca se peleó con su hija? Máximo es para mí como un hijo, como un hermano menor.
-En su espacio dicen que lo quieren sacar.
-Eso es lo que dicen que dijeron. Muchos dicen que dijeron pero después no se sientan a decir o confirmar. Los que dicen eso que se sienten acá o que lo digan. No tengo dudas de que el Presidente no quisiera que esté. No tenemos una buena relación personal.
La inseguridad en el conurbano es importante. Los vecinos reclaman más policía en la calle, los intendentes piden más policía en la calle. Por qué no hay más efectivos en la calle, le pregunto.
-Usted no puede contratar ni comprar policías. Formar policías lleva mucho tiempo e inversión. Todos los policías que podrían estar en la calle, están. Los policías además tienen tarea administrativa. Las comisarías no están sobrepobladas…
-Estás de acuerdo con la presencia de fuerzas federales en las calles, porque no hubo más.
-Es completamente necesario, también se lo pedía al Presidente y no supo comprendernos. La Ministra (Sabina Frederic) no lograba comprender lo que el Presidente quiere, por algo la deben haber cambiado. Debían estar desde el primer momento. No es cuestión de presencia, es eficiencia y eficacia. Me decían que estaban y cuando preguntábamos dónde están, no sabían contestarnos.
-En mucho de lo que dice coincide con Patricia Bullrich, Sergio
-Pasamos los dos por el mismo lugar y sabemos de lo que se está hablando.
-Ella dice que en la Justicia el viento garantista puede influir.
-La Justicia está atravesando una etapa de desinversión. Los países más seguros del mundo no son los que más policías tienen, son los que tienen más jueces y fiscales y son los que tienen más acceso rápido a la Justicia. Estoy hablando de la seguridad que impacta en el ciudadano de a pie.
-¿No es la fácil echarle la culpa a la Justicia?
-No le echo la culpa. Una persona a la que detuvieron por robar un auto a mano armada y después la liberaron... También hay una mirada muy garantista, la llamo garanto-progresismo. Mi abuelo lo decía, hay muchos que aplauden con las manos de los demás. Hay muchos que son garantistas con los derechos de los demás. Soy de los que no cree ni en la mano blanda ni en la mano dura…yo creo en la mano justa. El problema de la criminalidad es que no tenemos un buen acompañamiento de la Justicia por que no quieren en muchos lados, por cuestiones ideológicas, porque no puede, porque está sobrepasada. Un fiscal no puede llevar 200 causas. Una orden de allanamiento tarda 48 horas.
-Estuviste en distintos gobiernos kirchneristas ¿qué sentís cuando dicen que este fue el peor de todos?
-No creo que sea el mejor ni el peor.
-¿El Frente de Todos va a sobrevivir? ¿Te quedás en el oficialismo?
-Eso lo vamos a decidir el 20 de noviembre, que es el aniversario de mi agrupación. Si no hay un cambio de rumbo, hay un proceso en el que no nos sentimos cómodos. Es una convivencia tensa.
-¿Y en el Ministerio de Seguridad estará hasta cuándo, hasta el 14 de noviembre?
-Me siento muy cómodo, trabajando con el gobernador, él decidirá. No tengo un problema con el kirchnerismo, al contrario. Siempre estuve en el mismo lugar. Hoy este frente está pasando por tensiones, que no son las que nosotros queremos. Desde lo político estoy concentrado exclusivamente en cómo dar vuelta la elección.
-Hablemos del Día de la Lealtad.
-Muchos de los problemas que tiene el frente son las contradicciones de los actores en sí mismo. Cambian de ideas. Usted no puede decir un día una cosa y después, otro día, otra cosa.
-¿Cristina Kirchner es coherente?
-Ella es una persona coherente, también Máximo… Sobre (Sergio} Massa no me gusta adjetivar. Cada uno que se ponga el saco que le corresponde. El Presidente se autodenominó socialdemácrata...
-Dicen que estás en el espacio político equivocado...
-No me puedo equivocar 33 años seguidos. Es un frente que está en discusión.
-¿Querés ser Presidente?
-Uno se prepara todos los días para eso. Desde el primer día que milita. No conozco ningún cura que no quiera ser papa. No es deseo ni ambición, es de aquellos que creemos que la política tiene un fin transformador.
-¿Cual sería el próximo paso?
-Faltan dos años, falta mucho. Son dos años que hay que transitar y discutir mucho hacia adentro y mucho hacia fuera.
-¿Desde hace mucho no hablás con Cristina?
-Depende de cuánto sea mucho… desde hace unas semanas. Son conversaciones fuertes y las celebro. Sentarme a hablar con alguien y compartir todo es aburrido. Nada más enriquecedor que una discusión política.
-¿Te reta Cristina Kirchner?
-A mí no me reta nadie. El único que me retaba era mi padre y se murió hace rato. Es una experiencia extremadamente enriquecedora que no muchos tenemos la posibilidad de generarlo.
-Gracias.
Es terminante Berni. Todo es blanco o negro, no hay grises. Como un cirujano. Como un militar. Todo un personaje.
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