En los últimos meses, las postales se multiplicaron en distintas partes del mundo. En el cielo se dibujan formas verdes y rojas; un juego de colores de una belleza singular que se presentan, sobre todo, en las ciudades más cercanas a los polos. Detrás de esos acontecimientos naturales, del encanto de las auroras boreales, se esconde un peligro que, aunque remoto, está latente.
Un estudio de 2021, publicado por la Universidad de California en Irvine, advirtió que existe una probabilidad de entre el 1,6 y el 12 por ciento de que se produzca una caída prolongada de Internet a gran escala en los próximos años debido a una tormenta solar. Hoy el Sol atraviesa el pico de su actividad durante su ciclo de 11 años y, por ende, las auroras boreales se volvieron más recurrentes.
“Los heliofísicos han estimado la probabilidad de una tormenta a gran escala que pueda afectar la infraestructura terrestre entre un 1,6 y un 12 por ciento por década. Sin embargo, es difícil predecir el momento exacto en que se producirá tal evento. Actualmente desconocemos los límites de los posibles daños y el costo necesario para reforzar nuestra infraestructura contra esas tormentas solares”, explicó Sangeetha Abdu Jyothi, profesora de informática en la Universidad de California en Irvine y autora del estudio, en diálogo con Infobae.
El tráfico de Internet funciona a través de cables de fibra de larga distancia. Estos cables tienen repetidores cada 50-150 km para amplificar las señales ópticas. Los repetidores están alimentados por un conductor eléctrico que corre a lo largo de los cables submarinos. Durante las tormentas solares de gran escala, ese conductor es vulnerable a los daños que pueden causar corrientes inducidas geomagnéticamente.
Hay varios antecedentes de tormentas solares que provocaron colapsos eléctricos. Uno de los últimos sucesos ocurrió en 1989, en Quebec, Canadá. La ciudad permaneció doce horas a oscuras por el apagón masivo que sufrió. Mucho más atrás en el tiempo, durante la tormenta solar más intensa de la que haya registro, se vieron auroras boreales en ciudades incluso alejadas de los polos. Se lo llamó Evento Carrington, en honor a Richard Carrington, un astrónomo inglés que fue el primero en observar la tormenta que arrasó con estaciones de telégrafos e impidió el intercambio de mensajes durante días.
La posibilidad de que se desate una tormenta de tal magnitud es mínima aunque impredecible. Puede suceder en cualquier momento durante los picos del ciclo solar. Consciente de ello, Abdu Jyothi estimó las consecuencias económicas de una caída de Internet a nivel mundial a raíz de un suceso catastrófico.
“El impacto de una caída mundial de Internet, según las estimaciones actuales, es de aproximadamente 29 mil millones de dólares por día. Dado que un corte inducido por una tormenta solar podría durar semanas o meses, el costo total sería mucho mayor. Algunos sectores críticos, como la atención sanitaria y el transporte también dependen de Internet en la actualidad, lo que podría afectar a nuestra vida cotidiana”, señaló la experta.
一En caso de una caída, ¿cuánto tiempo se necesitaría para restaurar la red?
一El tiempo de restauración dependerá del tiempo de reparación. En el caso de los cables submarinos, esto podría prolongarse durante varios meses. Las regiones más cercanas al ecuador son menos vulnerables que las latitudes más altas, que los países que están cerca de los polos.
一¿Por qué las regiones más cercanas al ecuador son menos vulnerables?
一El impacto de las tormentas solares está determinado por la orientación del campo magnético de la Tierra. Las partículas solares entrantes se desvían hacia los polos magnéticos, que se encuentran cerca de los polos geográficos. Por tanto, estas regiones son más vulnerables que las regiones ecuatoriales. Es por la misma razón que las auroras son visibles más cerca de los polos.
La autora del estudio esbozó una lista con algunas de las regiones que sufrirían más el impacto de una tormenta solar potente. Canadá sería uno de los países más afectados, el norte de Estados Unidos también, Rusia, Nueva Zelanda, los países escandinavos, una parte de Chile y también, entre los más vulnerables, está el sur de Argentina.
En algunas regiones del planeta, las auroras boreales se ven casi todas las noches. Parecen salidas de un tubo de luz fluorescente, que desprende tonalidades de verdes y rojos, pero en realidad provienen de gas incandescente. Dependen de las tormentas que despide el Sol y, en ocasiones, se topan con la Tierra en su camino.
“Los procesos magnéticos y eléctricos en el espacio funcionan como un generador. Las partículas llamadas electrones (muy parecidas a las que fluyen por los cables eléctricos en la Tierra) fluyen en el espacio y pueden golpear la atmósfera superior para hacerla brillar. El brillo proviene principalmente del oxígeno y los colores suelen ser rojo y verde. Ambos surgen del oxígeno, pero el rojo suele estar más arriba, a unos 300 kilómetros de altura, y el verde más abajo, a unos 100 kilómetros” precisó a Infobae Martin Connors, profesor de Ciencias del Espacio y Física en la Universidad Athabasca de Canadá.
La aurora, entonces, es el plasma de una erupción solar que interactúa con los gases de nuestra atmósfera. Es un recordatorio de que nuestro campo magnético nos protege del Sol y su actividad que varía de período en período. Es que las tormentas solares suelen acompañar el ciclo del Sol, que dura 11 años y comienza con calma hasta que toca su pico justo en la mitad -a los cinco años y medio- y luego se disipa nuevamente hasta el silencio.
一¿Qué determina la potencia con la que las tormentas solares llegan a la Tierra?
一La energía magnética del Sol hace que el gas con campos magnéticos entrelazados transporte energía al espacio y, a veces, se expulse en una dirección que golpea la Tierra 一respondió Connors一. La velocidad del gas y la fuerza y dirección del campo magnético determinan qué energía llega a cada región de la Tierra.
一¿Las auroras boreales, entonces, suponen un peligro?
一Las auroras más intensas suelen ser tormentas magnéticas, por lo que suponen un peligro para la sociedad. Si las tormentas son fuertes, los campos magnéticos que contienen pueden provocar que los dispositivos eléctricos, especialmente los sistemas grandes como las redes eléctricas, funcionen mal en la superficie.
一¿Qué tendría que pasar para que se genera una caída de Internet a gran escala?
一Internet no es tan vulnerable porque gran parte de ella se encuentra ahora en cables de fibra óptica que no son muy sensibles a las tormentas solares. Los satélites y la energía se verían más afectados. Las posibilidades de que se produzca una tormenta realmente importante son remotas, por lo que surge la inquietud de cuánto invertir para protegerse contra algo que podría generar desastres, pero que es poco probable que ocurra.
Ante la consulta de Infobae, Ian Whittaker, profesor de Física de la Universidad de Nottingham Trent, explicó que el Sol tiene un campo magnético que gira a su alrededor. No obstante, durante la mitad de su ciclo puede suceder que se mueva a diferentes velocidades en diferentes latitudes y que se alcance a sí mismo.
“Esto provoca regiones activas en el sol, básicamente áreas donde es más fácil que el material escape o lo atrape más en el interior. En estas áreas donde el campo magnético atrapa las partículas, se acumulan como si se inflara un globo. Una vez que la presión es lo suficientemente alta, las partículas y el campo magnético abandonan el Sol y fluyen juntos hacia el sistema solar. El poder depende de qué tan ancho sea el globo. Si es una tormenta estrecha, entonces concentra las partículas en un área más pequeña y, por lo tanto, será más fuerte. Si es un cono más ancho, entonces el poder se distribuye”, graficó.
Para el experto, que una tormenta solar, por más potente que sea, pueda destruir toda la Internet es “casi imposible”. Sin embargo, las tormentas sí pueden derribar satélites durante unos minutos e incluso varios días. “Con Internet terrestre, a lo sumo podría haber un apagón de la red durante unos minutos, pero es una posibilidad muy pequeña”, estimó.
Por su parte Alan Woodward, profesor de la Universidad de Surrey de Reino Unido, mencionó las eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), también conocidas como llamaradas solares. Estas CME comprenden una corriente de plasma (de partículas cargadas) que son expulsadas en un camino estrecho lejos del sol. De vez en cuando, una CME de este tipo puede provocar que esas partículas cargadas lleguen a la Tierra.
一Las CME tienen una variedad de fortalezas dependiendo del grado de actividad en el Sol 一agregó Woodward一. Si tal corriente de partículas cargadas llega a la Tierra, nuestro campo magnético hace que fluyan principalmente hacia los polos. Reaccionan a medida que entran en nuestra atmósfera. Por eso las auroras se ven más en esas latitudes.
一¿Una llamarada solar potente qué podría generar?
一Si hubiera una CME poderosa, causaría que la aurora se viera fuera de las latitudes normales, y eso sugiere que la CME es fuerte y podría causar problemas. Por ejemplo, en algunas partes de Canadá sufren interferencias en líneas eléctricas y radares de tráfico aéreo.
La fuerza de las CME se describe a partir de una escala A, B, C, M y X, que es similar a la escala de Richter para medir terremotos. Las llamaradas más pequeñas, las de clase A, en general pasan desapercibidas. Nadie se entera de que ocurrieron. A medida que sube en la escala, cada una es 10 veces más potente que la anterior.
La tormenta más catastrófica, la del Evento Carrington, fue catalogada como X. Los cables del telégrafo sucumbieron porque las llamaradas tienen un campo electromagnético que, al interactuar con materiales que pueden conducir electricidad, inducen una corriente eléctrica.
“Obviamente en aquella época no había computadoras por lo que los efectos eran limitados. Pero ahora somos muy dependientes de equipos que no solo se verían afectados, sino que son particularmente sensibles. Por lo tanto, si tuviéramos, digamos, una llamarada de nivel X, se podría interrumpir una parte importante de las tecnologías de la información y elementos como el suministro de electricidad”, aclaró el informático.
一¿Cuánto tiempo llevaría restablecer los servicios si ocurriera una llamarada de nivel X?
一La mayor parte de la infraestructura principal de Internet es robusta y cuenta con sistemas de conmutación por error, por lo que es probable que el problema dure solo unos días como máximo. Por supuesto, siempre existen posibles efectos inesperados en los que unos pocos elementos muy críticos se ven afectados y generan problemas colaterales. Pero, nuevamente, es cuestión de días arreglar los aspectos fundamentales pese a que la restauración completa puede llevar algún tiempo. Los plazos podrían extenderse a semanas, pero no me imagino que sean mucho más largos. Por eso, los que tienen la suerte de presenciar una aurora boreal, más allá de potenciales riesgos, les sugiero que disfruten del espectáculo.