Jaime Sabines (Tuxla Gutiérrez, 25 de marzo de 1926 - Ciudad de México, 19 de marzo de 1999) es uno de los poetas más reconocidos de México, con bastante normalidad uno de sus compatriotas puede citar alguno de sus poemas o referirse a sus cartas y aunque muchos conocen de su activismo político, no son tantos los que saben que, además, se convirtió en legislador del estado de Chiapas por el Partido Revolucionario Institucional.
En el año de 1976, durante el sexenio del expresidente José López Portillo, el país se abrió al mundo de las inversiones y México empezó a ser visible en el mercado mundial, especialmente en lo relacionado con el sector petrolero, a raíz del descubrimiento de nuevos yacimientos en el sureste del país.
En Chiapas se comenzaron a producir enfrentamientos entre el Ejercito mexicano y los herederos de antiguos colonos, por la propiedad de las tierras ejidales. Esta confrontación y la nueva apertura mexicana al mundo trajo consigo que Sabines se interesara en participar en el proceso legislativo y fuera elegido como diputado federal por el Distrito Electoral de Chiapas durante la llamada “L” Legislatura (de 1976 a 1979).
La biógrafa Beatriz Barrera Parrilla (2003) recuerda en su libro “Jaime Sabines: una poética entre el cuerpo y la palabra” que “a sus cincuenta Jaime Sabines es nombrado diputado del PRI por tres años”.
En el texto, Barrera Parrilla hace referencia a un escrito del poeta en el cual menciona: “yo vendía telas y alimentos para animales para ganarme la vida, y también fui político para eso, pues no tenía vocación política. Pero nadie me va a recordar como diputado ni como vendedor, sino por lo que hice en la vida”.
Esto lo dijo en 1998, a Pilar Jiménez Trejo, en la entrevista titulada “La verdad es nuestra”. En ese texto Sabines también habla sobre la vocación priista y menciona que, en Chiapas, su estado, “no había oposición. La integración en el que luego sería PRI se hizo de manera natural, como si ustedes fueran a una escuela, la única del pueblo´”.
Otra de las cosas que habla Beatriz en su libro, sobre Jaime Sabines, es la matanza que ocurrió en la plaza de las tres culturas. En ella, “Luis Echeverría inicia su mandato presidencial en 1970, cuando todavía su responsabilidad en la matanza de Tlatelolco no está clara, proponiendo una línea de gobierno de regreso al cardenismo”.
Al tener este contexto, se le preguntó a Jaime Sabines sobre la poesía política y en ello él argumentó, en una entrevista que le hizo Roberto Venegas para “Diorama de la Cultura”, en el año de 1970:
“Siempre que responda a una vivencia humana, será poesía. El poema no tiene más que una medida, su autenticidad. A mí me chocan tanto los poetas que escriben elegías al Che Guevara sentados en la mesa de un café como aquellos que hablan de la divinidad mientras patean a un perro. No se tiene derecho a hablar de lo que no se ha vivido; todo lo que se haga al margen de la experiencia emocional será una construcción verbal, juego entretenido, pero no poesía”.
Para 1988 fue elegido Diputado, en el mismo partido, en el Congreso de la Unión, por el Distrito Federal (hoy CDMX).
Estos momentos del ámbito político del poeta ha sido recordado por muchos con el afán de hacer a un lado su poesía y quitarlo del mapa por la ideología. Sin embargo, Sabines conocía muy bien el proceso que realizó en la política, tanto así que lo inmortalizó en un poema titulado “Estoy metido en política”.
Estoy metido en política
Estoy metido en política otra vez.
Sé que no sirvo para nada, pero me utilizan
Y me exhiben
«Poeta, de la familia mariposa-circense,
atravesado por un alfiler, vitrina 5».
(Voy, con ustedes, a verme).
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