Es normal que se vean diarios íntimos de escritores o famosos que revelen una relación con algún otro personaje reconocido, y más si son muy cercanos; esto hace que se entienda el proceso de un personaje plasmado en alguna novela o incluso que se explique el por qué los protagonistas en la ficción toman algunas decisiones, tal es el caso de Victoria Mary Sackville-Wes y su relación (o “affaire”) con la escritora Virginia Woolf.
Victoria Mary (Vita) Sackville-West nació en 1892, en Inglaterra. Fue única hija y tuvo una vida burguesa, ya que su padre era el barón de Sackville, el cual la llenó de lujos.
Cuando creció y decidió casarse con Harold George Nicolson, escritor y político que ejerció en ocasiones como diplomático en lugares lejanos como Constantinopla, ambos llegaron a un acuerdo: tener libertad para salir con otras personas, fue entonces cuando Vita conoció a Woolf.
El libro Virginia Woolf, la vida por escrito, de Irene Chikiar Bauer (Editorial Taurus) describe el encuentro de estas dos escritoras.
“Clive le presentó a Vita Sackville-West, que acababa de publicar la historia de su familia, Knole and the Sackvilles, y era un personaje fascinante. Había escrito su primera novela a los catorce años, pertenecía a la aristocracia y su “affaire” homosexual con Violet Trefusis se había hecho famoso”.
Después de presentarlas Virginia describió a Vita como “rubicunda, bigotuda, colorinche” mujer “granadero, con la desenvoltura de la aristocracia, pero sin la inteligencia del artista”.
Aunque, Irene escribe que después Virginia se sintió en su presencia “´Virgen, tímida, colegiala´. Y pocos días después, las dos comían juntas e intercambiaban libros”.
Uno de los momentos que se describen en el libro es la visita que hace Virginia Woolf a Knole, siendo este el castillo (que en un futuro inspiraría Orlando) del barón Sackville, además de conocer la casa de campo de Vita.
En el libro, se dice que estuvo a punto de ser atraída por la aristocracia, pero “fatal simpleza o rigidez de mente que lo hace ver todo un poco sin sombras y vacío”, exclamó para sí misma.
Mientras que Virginia tenía 43 años, Vita tenía 27, aunque eso no quitó que sea “más desinhibida y experimentada de las dos”.
De igual forma, Irene menciona las relaciones que tuvo Vita en su vida.
“Había descubierto sus inclinaciones homosexuales y tenido varios “affaires” desde muy joven. A su relación con Rosamund Grosvenor, le siguió un apasionado romance con Violet Trefusis -Hermana de Alice Keppel, amante de Eduardo VII- con quien se fugó a Francia”.
“Toda Inglaterra lo supo, y también que sus respectivos maridos tomaron un avión para buscarlas”.
Irene escribe que Virginia tuvo “predilección” por la compañía de mujeres y había expresado su sentir hacia ellas. En las cartas que la escritora le envió a Vanessa y Violet se pueden leer que son declaraciones amorosas, “casi constantes en su correspondencia con otras mujeres”.
Esa relación tiene parte de su obra literaria, por ejemplo, con los personajes de Rachel y Helen de “Fin de viaje”, con Katherine y Mary en “Noche y día”, Clarissa y Sally en “La Señora Dalloway” y en Lily y la señora Ramsay en “Al faro”.
Finalmente el 19 de enero Vita partió a Teherán para reunirse con su marido, siguieron en comunicación por medio de cartas, aunque Virginia Woolf dijo que “valoraba que Vita fuera ´abundante y fructífera; también sincera´”.
SEGUIR LEYENDO: