De los cuentos que leyeron Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en su vida, también eran unos fervientes lectores del género policial y de intriga y esto no podía resultar más idóneo.
Pues para poder compilaron una antología de los mejores cuentos policiales los dos autores seleccionar a clásicos del género para poder representarlo de manera idónea.
Para elegir los textos de esta compilación menciona Borges y Casares “hemos seguido el único criterio posible, el criterio hedónico. La lectura de cada una de las piezas que lo componen, fue para nosotros muy grata”, escribieron en el prólogo del libro, el 19 de octubre de 1981.
Entre estos autores que colocaron en dos tomos destacaron a dos mujeres, Silvina Ocampo y Agatha Christie, siendo ellas las únicas mujeres escritoras que veremos en su antología.
Agatha Christie
Agatha escribió su primer cuento a los 18 años. A pesar de desvelarse escribiendo, los primeros años no fueron fáciles y a pesar de visitar varias editoriales no logró que ninguna le prestara atención.
Se casó a los 24 años con Archibald Christie, un aviador nacido en la India y tras el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914, enviaron a su marido a Francia, por lo cual Agatha decidió acompañarlo para ayudar en la guerra, por lo que se unió como enfermera voluntaria y terminó colaborando en la farmacia.
En 1916 empezó a escribir su primera novela policial El misterioso caso de Styles, donde apareció su personaje más célebre: el detective Hércules Poirot. Finalmente, su novela vio la luz en 1920.
Además de admirar el trabajo de la escritora, Borges y Casares les llamó la atención el cuento “La señal en el cielo”, donde todo surge a partir del asesinato de Vivian Barnaby.
En el relato acusan a Mr. Satterhwaite, personaje principal, de ser el asesino, aunque tratan de encontrar pistas para ayudarlo y demostrar su inocencia, que con la lectura uno se dará cuenta de la verdadera identidad del asesino.
Silvina Ocampo
Considera una de las escritoras más importantes de la literatura argentina del siglo xx, ella recibió el Premio Municipal de Literatura en 1954, el Premio Nacional de Poesía en 1962, el Gran Premio de Honor de la SADE en 1992 y el Premio Konex en 1984.
Adolfo Bioy Casares fue marido de Silvina y tuvo una fuerte relación de amistad con Jorge Luis Borges.
Ella era tímida y disfrutaba del desvío de atención que siempre se iba hacia otros escritores de su círculo más íntimo y Antes de ser escritora, Ocampo fue artista plástica, pues estudió pintura y dibujo en París.
Sin embargo, uno de los textos que llamó la atención de estos dos fue “El vástago” en el cual habla de la inocencia de un menor y el poder confundirlo para que éste niño utilice un revolver y en vez de usarlo como juguete se pretende que use uno de verdad para matar.
SEGUIR LEYENDO: