La relación entre el cine y la figura de Gabriel García Márquez ha despertado, por décadas, tanto amores como odios, también mucha duda e incredulidad, no solo porque el solo hecho de adaptar una obra literaria a la pantalla grande nunca ha sido un hecho que goce de la aprobación unánime de lectores y críticos, sino también porque para muchos parece un atrevimiento llevar al audiovisual una obra que en gran parte está definida por el poder de la imaginación y de la subjetividad.
Según Orlando Olivero, editor de contenidos de la Fundación Gabo, encargado de la investigación y documentación detrás de ‘La Máquina de la Memoria’, un libro conmemorativo de los 95 años del nobel colombiano, el mismo Gabo renegaba de la posibilidad de aceptar que su obra fuera llevada al cine.
“Siendo un gran cineasta, generaba mucho debate en cuanto a este tema, ya que prefería escribir guiones que no tuvieran nada que ver con su obra literaria; prefería hacer una obra original escrita para cine, porque entendía que el cine era una cosa y la literatura, otra. Decía que, por ejemplo, adaptar su obra al cine le quitaba el encanto de que sus lectores pudieran imaginarse que sus familiares eran los personajes de ‘Cien años de soledad’, que no tenían rostro; si tú convertías esa novela en una película ya no era lo mismo, porque yo, como lector, no podría imaginar que mi abuelo había sido José Arcadio Buendía si salía en el cine con la cara de Robert Redford.”
A pesar de esas dificultades, García Márquez es uno de los escritores que más interés ha despertado en los cineastas, sus obras narran mundos tan fantásticos como cotidianos, su poderosa simbología hace que sus lectores de todo el mundo asimilen su “realismo mágico” como parte de un universo que también puede ser suyo, que los amores que retrata pudieran ser los de todo, o que los amores de todos puedan parecerse a un romance macondiano. Lo cierto es que ninguna contemplación o negativa al respecto ha evitado que su obra sea llevada al séptimo arte y a la fecha cuenta con un gran número de producciones cinematográficas vinculadas a sus novelas y cuentos.
La participación directa de García Márquez en el cine fue mucho más allá de las pretensiones de adaptación de otros sobre sus obras. En 1955 se matriculó en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma, escribió de cine y fue conocido como un reconocido columnista cinematográfico en Colombia y América Latina, además hizo parte de proyectos con cineastas como escritor y guionista de obras que fueron adaptadas al cine, como si esto fuera poco, también hizo sus apariciones en cameos como parte de las cintas como la adaptación cinematográfica de su cuento ‘En este pueblo no hay ladrones’, en la que también actuaban Juan Rulfo, Luis Buñuel y Carlos Monsiváis.
Hablamos con Samuel Castro, crítico cinematográfico colombiano sobre estas adaptaciones: “creo que en general las adaptaciones que se han hecho de García Márquez al cine son malas o mediocres o no están al nivel espléndido de su escritura (y eso las que conocemos, porque se sabe que en China y otros países de Oriente han hecho adaptaciones no oficiales de algunos de sus textos), con algunas excepciones, por supuesto, como las dos versiones de ‘Tiempo de morir’, tanto la del 66 que dirigió Arturo Ripstein, como la de los ochentas que dirigió Jorge Alí Triana.”, no deja de ser encantador que a pesar de la opinión del mismo Gabo respecto a la conexión de su obra y el cine, algunas de las producciones vinculadas a sus letras se hayan hecho de manera algo clandestina, como piezas artísticas que superan los homenajes oficiales y se hagan parte de la cultura de cualquier ciudadano de cualquier país, solo motivado por esa influencia poderosa de sus historias que naturalmente transitan el mundo de la inspiración y la imagen para ser llevadas a muchos más ojos, mentes y corazones, aunque no cuenten con la aprobación de los grandes conocedores “no le hacen justicia porque casi todas se quedan en lo epidérmico, entendiendo mal el “realismo mágico” como una cosa que tenía que ver con curas que levitan y mujeres que ascienden a los cielos y no con ese romanticismo y esa ternura que hay debajo de toda esa maestría literaria”
A este hecho se conecta el duro trabajo de plasmar artísticamente el universo de Gabo en la imagen, los espacios, los peinados de época, el maquillaje, la exigencia en la fidelidad de los detalles sobrepasa los estandares ya que una de las principales características de esta obra es la descripción y las pinceladas textuales que brindan un completo contexto para que los lectores construyan mentalmente su propio relato, sus propias luces, colores y personajes, al respecto conversamos con Ana María Olivos, Magister en Estética e Historia del Arte, profesora universitaria, que además fue integrante del departamento de maquillaje y peinados de ‘Del amor y otros demonios’, una de las adaptaciones más sobresalientes y criticadas en el cine “creo que esta producción en la que trabajé es la que más se acerca en tono u¿y sensibilidad a la obra de García Márquez porque el universo, las atmósferas, formas y figuras de García Márquez son tan personales en cada lector, creo que Hilda Hidalgo, directora de esta cinta hizo un gran trabajo en el desarrollo y la sensibilidad especialmente de Sierva María la ´protagonista, en relación a la visión de una niña descubriendo el mundo, recuerdo las escenas claramente porque estuve presente el el rodaje, contando además con paisajes y locaciones increíbles en Cartagena, lugares como la Quinta de Bolívar, también ambientaciones en estudio, la elección del elenco fue grandiosa y hay un gran trabajo detrás dotado de mucho valor”.
Claramente una es la visión artística del equipo de rodaje y otra la del crítico, para Samuel Castro la labor de adaptación debería iniciar por hacer justo lo que el mismo García Márquez haría como guionista “creo que hay que despiezar la obra hasta llegar al verdadero dilema moral de los personajes, evitar pasar hasta los signos de puntuación y tener la libertad de construir a partir del texto base, un universo que tenga sus propias reglas. Como ha dicho varias veces Rodrigo García Barcha, tal vez el gran problema es esa adoración solemne a sus palabras.Y lo otro es el factor temporal: es mucho más lógico que el montón de cosas que pasan en ‘Cien años de soledad’ ocurran en una serie de dos temporadas o así, que tratar de embutirlas a las malas en un largometraje de dos horas.”
Dentro de las adaptaciones más famosas de la obra de Gabo sobresale ‘El amor en los tiempos del cólera’ (2007) dirigida por Mike Newell y protagonizada por el mundialmente conocido Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno y Benjamin Bratt, en la que resaltan para unos las actuaciones del elenco, para otros como la profesora Olivos que cataloga como poco realistas y planas las actuaciones de esta adaptación “más allá del reconocimiento de los nombres, mientras que resalto la música original a cargo de Shakira y Pedro Aznar con temas impactantes y bonitas, con el tono de la obra de García Márquez”.
Dentro de las adaptaciones más recordadas figuran ‘Memoria de mis putas tristes’ (2011), de Henning Carlsen. ‘Los niños invisibles’ (2001), ‘El coronel no tiene quien le escriba’ (1999) y ‘Edipo alcalde’ (1996), de Jorge Alí Trian a como co-guionista de Gabriel García Márquez.