La historia real del “Gran Robo de Jarabe de Arce Canadiense” de 2012, que involucró el robo de más de 18 millones de dólares en “oro líquido”, se convierte en la base de Dulce Estafa (The Sticky). Esta serie de seis episodios, producida por Blumhouse Television y Comet Pictures, promete una mezcla de humor negro, tensión y drama. Los episodios ya están disponibles desde el 6 de diciembre en Prime Video.
Un elenco de lujo en esta historia fuera de lo común
La multi-ganadora del Emmy, Margo Martindale, interpreta a Ruth Landry, una granjera de jarabe de arce que decide embarcarse en el crimen tras ser amenazada por las autoridades burocráticas. Junto a ella, Chris Diamantopoulos da vida a un mafioso de temperamento explosivo y Guillaume Cyr a un guardia de seguridad franco-canadiense con un carácter apacible.
Entre huidas de la ley, conflictos culturales y un posible asesinato, la serie promete mantener a los espectadores al borde de sus asientos. La comedia y el drama se entrelazan en un escenario poco convencional.
Creada por Brian Donovan y Ed Herro, quienes también actúan como productores ejecutivos, la serie cuenta con un equipo de alto calibre. Jamie Lee Curtis aporta su experiencia desde Comet Pictures, mientras que Jonathan Levine y Gillian Bohrer de Megamix también desempeñan un papel clave en la producción.
El caso real
El caso real que inspiró la serie Dulce Estafa (The Sticky) es conocido como “El Gran Robo de Jarabe de Arce Canadiense”. Este insólito crimen ocurrió en 2012 en Quebec, Canadá, y consistió en el robo de más de 295,000 litros de jarabe de arce (valuados en más de 18 millones de dólares) de las reservas estratégicas de jarabe de arce de la Federación de Productores de Jarabe de Arce de Quebec (FPAQ).
La FPAQ, que regula la producción y distribución del jarabe de arce en Quebec, mantiene una especie de “reserva estratégica” de jarabe para estabilizar el mercado. Esta reserva funciona como un “banco” de jarabe que se almacena en grandes barriles dentro de bodegas. Durante un periodo de varios meses, un grupo de ladrones, en complicidad con trabajadores internos, lograron acceder a una de estas bodegas.
En lugar de llevarse los barriles completos, los ladrones idearon un plan meticuloso: vaciaban los barriles de jarabe y los llenaban con agua para que nadie sospechara del robo. El jarabe extraído era transportado y vendido en el mercado negro, tanto dentro de Canadá como en el extranjero.
El descubrimiento
El robo fue descubierto cuando un auditor, que realizaba una inspección de rutina, notó que algunos barriles se sentían más ligeros de lo normal. Al abrirlos, encontró que estaban llenos de agua. Las investigaciones revelaron que el grupo detrás del atraco incluía productores de jarabe, transportistas y comerciantes, lo que subraya la complejidad del crimen.
El caso se resolvió tras una extensa investigación que llevó al arresto de varias personas. Algunos de los acusados enfrentaron largas penas de prisión y multas millonarias, mientras que otros lograron acuerdos con la justicia. Este robo se convirtió en un símbolo tanto de la importancia cultural y económica del jarabe de arce en Canadá como de la creatividad de los crímenes insólitos.
El jarabe de arce es un símbolo nacional en Canadá. En 2012, el robo de más de 295,000 litros de este producto fue noticia internacional, un hecho que ahora cobra vida en pantalla con un toque de ficción. Dulce Estafa no solo explora el delito, sino también los aspectos culturales y humanos que rodean al evento.