Catamarca se convierte en el escenario de un emotivo reencuentro. A tres décadas del asesinato de María Soledad Morales, sus compañeras de escuela se reúnen para conmemorar la trágica muerte de su amiga y recordar una lucha que dejó una huella imborrable en la historia del país. Este caso, reconocido como el primer femicidio en Argentina, sigue resonando en la memoria colectiva y en las luchas por la justicia y la igualdad de género.
El documental María Soledad: El fin del silencio, dirigido por Lorena Muñoz, se estrena globalmente en Netflix el 10 de octubre. La producción, a cargo de Red Creek y Néctar Films, cuenta con testimonios exclusivos de figuras clave como la Hna. Martha Pelloni, el fiscal Gustavo Taranto y la periodista Fanny Mandelbaum, además de las compañeras de escuela de María Soledad.
En palabras de la directora Lorena Muñoz, el documental aborda la amistad y la lucha de las jóvenes que, siendo menores de edad, se convirtieron en heroínas al pelear por la verdad. “Esta película habla de la amistad, porque aún cuando el crimen fue revisado por el periodismo a lo largo de los años, nunca se lo abordó desde el punto de vista de un actor social que hoy es el principal motor de las luchas de género en el continente: Las jóvenes”, expresó Muñoz.
El caso de María Soledad Morales no solo sacudió a la provincia de Catamarca, sino que también movilizó a todo un país. La mayor protesta pública fue liderada por la monja Martha Pelloni y un grupo de adolescentes, quienes realizaron 82 marchas que convocaron a un promedio de 25 mil personas cada vez. Estas manifestaciones, conocidas como las “marchas del silencio”, se convirtieron en un símbolo de la lucha contra la injusticia.
Qué pasó con María Soledad
El caso María Soledad Morales es uno de los más resonantes y emblemáticos de la historia judicial argentina, que sacudió al país en la década de los 90 por su crudeza y por las implicancias políticas y sociales que desató. María Soledad Morales, una joven estudiante de 17 años, fue brutalmente asesinada en la ciudad de Catamarca el 8 de septiembre de 1990, tras haber asistido a una fiesta organizada por un grupo de jóvenes ligados a figuras políticas influyentes.
La joven fue vista por última vez cuando asistía a una fiesta en un boliche en Catamarca. Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado en las afueras de la ciudad, en un estado de descomposición avanzado y con signos evidentes de violencia extrema. La investigación inicial fue irregular, y muchas de las pruebas fueron desechadas o manipuladas, lo que generó sospechas sobre un encubrimiento por parte de las autoridades locales, controladas por la poderosa familia política Saadi.
Impacto social y mediático
El caso cobró notoriedad gracias a la intervención de la monja Martha Pelloni, quien organizó marchas y vigilias para exigir justicia, lo que llevó al movimiento conocido como las “marchas del silencio”. Estas manifestaciones pacíficas contaron con un masivo apoyo popular y fueron un símbolo de la lucha contra la impunidad y la corrupción política en la provincia. El caso también adquirió una gran cobertura mediática a nivel nacional, lo que puso en el centro de la atención las profundas desigualdades y complicidades entre el poder político y el sistema judicial en provincias más alejadas del poder central.
El juicio
A pesar de los intentos de encubrimiento, el primer juicio se llevó a cabo en 1996, el cual fue cancelado por irregularidades. Las condenas pudieron hacerse efectivas recién en el segundo litigio, que se inició en agosto del año siguiente. De esta manera en1998 (a 8 años del crimen) se condenó a Guillermo Luque, hijo de un diputado local, a 21 años de prisión como autor principal del crimen. Otro involucrado, Luis Tula, fue condenado como partícipe necesario. El veredicto marcó un hito en la justicia argentina, aunque muchos sectores consideraron que las penas fueron insuficientes y que no se investigó a fondo la red de complicidades políticas detrás del caso.
El caso María Soledad Morales se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia y la denuncia de los abusos de poder en Argentina. Su legado sigue siendo recordado como un recordatorio de la importancia de exigir transparencia y justicia frente a las estructuras de poder corruptas.
El documental también destaca la promesa que hicieron las amigas de María Soledad de encontrar al culpable, una promesa que se convirtió en un motor fundamental para los reclamos de justicia. Entre las compañeras de escuela que participan en el documental se encuentran María Elena Varela, Mónica Alejandra Barrios, Adriana Edith Tula, Rosana Alejandra Medina, Cynthia Karina Beatriz Borda, Marcela Nieva, Mirian del Carmen Ahumada, Silvia Beatriz Ortega, Estela Gladys Andrade, Ana Gabriela Rodríguez, Etel Silvina Roger, Nancy del Carmen Kleric Berduc, Claudia Mamani, Teresita Catalina Compilloy, María Eugenia Carrizo, Verónica Del V. Ledezma, María Ileana Bravo, Patricia Noemí Zafe, Patricia de la Colina, Lidia Mónica Cañizares y Balbina Soledad Moreno.
El estreno de María Soledad: El fin del silencio en Netflix promete no solo recordar un caso emblemático, sino también resaltar la importancia de la lucha por la justicia y la verdad, impulsada por jóvenes que se negaron a guardar silencio ante la injusticia.