Ryan Murphy, conocido por su habilidad para narrar historias en la intersección del crimen real y la cultura pop, presentó su más reciente proyecto televisivo: la segunda entrega de su antología Monstruos, que retoma el controversial caso de los hermanos Menendez. Protagonizada por Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch como Lyle y Erik Menendez, junto a Javier Bardem y Chloë Sevigny en los roles de sus padres, Jose y Kitty Menendez, la serie ha capturado la atención de millones. Este nuevo enfoque no solo ha sido un éxito de audiencia, sino que también ha despertado nuevamente el interés por un caso que, durante décadas, ha polarizado a la opinión pública.
¿Qué sucedió en la casa Menendez?
El 20 de agosto de 1989, un crimen atroz sacudió la comunidad de Beverly Hills. Lyle y Erik Menendez, de 21 y 18 años respectivamente, asesinaron a tiros a sus padres en la mansión familiar. La brutalidad del ataque, en el que Jose y Kitty Menendez fueron abatidos con escopetas de calibre 12, impactó profundamente a la nación. Los hermanos intentaron construir una coartada, asistiendo a un cine y a un festival, pero sus intentos de ocultar el crimen fueron infructuosos. La llamada de emergencia de Lyle al 911, con lágrimas en su voz, no impidió que ambos fueran arrestados meses después y finalmente condenados a cadena perpetua en 1996, en uno de los juicios más televisados de la época.
Las cintas que lo cambiaron todo
Uno de los elementos clave que llevó a la condena de los Menendez fue una confesión grabada en secreto por su psicólogo, L. Jerome Oziel. Gracias a una revelación de Judalon Smyth, amante de Oziel, la policía obtuvo acceso a estas cintas en las que los hermanos admitían haber matado a sus padres. A pesar de los esfuerzos de la defensa por proteger el privilegio médico-paciente, el juez permitió que las grabaciones fueran utilizadas en el juicio. Esta evidencia, junto con la narrativa del fiscal que los describía como jóvenes mimados buscando heredar la fortuna familiar, selló su destino.
Un relato de abuso y desesperación
La defensa de los hermanos Menendez centró su estrategia en una historia de abuso que sacudió la sala del tribunal. Según ellos, Jose Menendez había abusado sexualmente de ambos desde la niñez, y Kitty Menendez, con pleno conocimiento de estos hechos, no hizo nada para detenerlo. El primer juicio, que fue televisado a nivel nacional, terminó con dos jurados estancados, debido en parte a la conmoción que causó este relato de abuso. Sin embargo, en el segundo juicio, el juez prohibió el uso de gran parte de las alegaciones de abuso, inclinando la balanza hacia una condena. Los Menendez fueron declarados culpables de asesinato en primer grado y conspiración.
Renovado interés, nuevas pruebas
Con el paso de los años, la percepción del público sobre los hermanos Menendez ha cambiado. En su momento, muchos los consideraban meros oportunistas; sin embargo, hoy en día, gracias a documentales y series como Menendez + Menudo: Boys Betrayed de Peacock, han emergido nuevos testimonios que apoyan las alegaciones de abuso. Uno de los más impactantes proviene de un exintegrante del grupo Menudo, quien acusa a Jose Menendez de agresión sexual. Además, una carta que Erik escribió en 1988 a su primo Andy Cano, describiendo los abusos que sufría, ha salido a la luz, añadiendo credibilidad a su defensa.
Este resurgimiento en el interés público ha llevado a muchos a cuestionar el veredicto original. En mayo de 2023, los abogados de los hermanos presentaron una nueva petición de habeas corpus, buscando anular la condena basándose en estas nuevas pruebas. Mientras el debate continúa, la figura de los Menendez se ha convertido en un fenómeno viral en redes sociales, con una generación más joven exigiendo justicia para ellos.
Este revival televisivo, junto con el renovado enfoque sobre los hechos, plantea la pregunta: ¿Fueron los Menendez víctimas o victimarios? Sin duda, el caso sigue generando divisiones, y solo el tiempo dirá si su historia tendrá un nuevo desenlace.