Anthony Hopkins y su nuevo desafío: interpretar a un Freud en conflicto durante la Segunda Guerra Mundial

El film retrata a un Freud anciano, enfermo y en plena confrontación con el creador de la saga “Las crónicas de Narnia”, C.S. Lewis. La conversación aborda temas cruciales como la religión y la sexualidad en tiempos de guerra

Guardar
Anthony Hopkins como Freud, en
Anthony Hopkins como Freud, en un Londres amenazado por bombardeos nazis. (Crédito: Max)

Anthony Hopkins, conocido por su amplia trayectoria cinematográfica, asume el rol de Sigmund Freud en la nueva película La última sesión de Freud que puedes ver en la plataforma Max. Esta producción aborda un hipotético encuentro entre el padre del psicoanálisis y C.S. Lewis, autor de Las crónicas de Narnia. El film configura una confrontación intelectual y espiritual entre dos figuras históricas en la Londres de 1939, en plena Segunda Guerra Mundial.

En la película, Hopkins interpreta a un Freud anciano y enfermo de cáncer, quien se prepara para recibir a Lewis en su casa, mientras las sirenas anuncian bombardeos nazis sobre la ciudad. La conversación es la clave de esta historia que imagina un debate entre el padre del psicoanálisis, un acérrimo ateo y hombre de ciencia, y el religioso Lewis.

La película imagina un encuentro
La película imagina un encuentro entre Freud y C.S. Lewis en 1939. (Crédito: Max)

Freud, interpretado por Hopkins, destaca en su debate con Lewis sobre temas trascendentales como la religión y la sexualidad, en medio del contexto devastador de la guerra. A lo largo de sus recientes papeles, Hopkins ha demostrado su capacidad para explorar la complejidad de la existencia y la inevitabilidad de la muerte. “Hopkins sigue siendo fascinante. Tres décadas después de su memorable interpretación del propio Lewis en Tierras de sombras (1993), ahora actúa frente al novelista”, resalta información publicada en la agencia AP.

El director Matthew Brown, junto a St. Germain, se encargan de “abrir” la obra teatral original, añadiendo escenas retrospectivas y subtramas, en especial las relacionadas con la hija de Freud, Anna Freud, interpretada por Liv Lisa Fries. La devoción extrema de Anna hacia su padre influye en los debates sobre la sexualidad dentro de la película. La interpretación de Hopkins, a sus 86 años, sigue siendo un punto destacado.

El filme aborda debates sobre
El filme aborda debates sobre religión y sexualidad entre Freud y Lewis. (Crédito: Max)

La última sesión de Freud es un reflejo del enfrentamiento entre dos mentes brillantes y contrastantes. Mientras Freud analiza los sueños y la psique humana desde una perspectiva científica y atea, Lewis se adentra en mundos oníricos y parábolas cristianas, como las plasmadas en Las crónicas de Narnia.

La película no sólo se enfoca en los debates teológicos e intelectuales, sino también en la historia personal de los personajes. La salud deteriorada de Freud y su constante uso de morfina en su whisky, mientras contempla una píldora suicida, añade una capa de tensión y realidad a la narrativa. El film imagina una conversación profunda sobre la religión, el miedo y también el dolor interno.

El deterioro de la salud
El deterioro de la salud de Freud y su uso de morfina crean tensión. (Crédito: Max)

Matthew Goode como C.S. Lewis y Liv Lisa Fries como Anna Freud ofrecen actuaciones destacables. Aunque Goode tiene menos material con el cual trabajar, su interpretación observa los detalles y las sutilezas de Lewis. Por su parte, Fries añade una dimensión emocional y conflictiva, explorando la relación no reconocida con Dorothy Tiffany Burlingham, interpretada por Jodi Balfour.

Conclusivamente, el diálogo entre Freud y Lewis logra encontrar puntos de encuentro convincentes en sus diferencias. La película ofrece una reflexión profunda sobre dos individuos que, desde sus experiencias infantiles, conformaron sus respectivas visiones del mundo. Puedes ver La última sesión de Freud en la plataforma Max.

Guardar