La conferencia (Die Wannseekonferenze) se estrenó en cines en 2022 y ahora forma parte del catálogo de Prime Video. El film relata el encuentro de altos funcionarios nazis ocurrido el 20 de enero de 1942, conocido como la Conferencia de Wannsee. Bajo la dirección de Matti Geschonneck y con un guion desarrollado por Magnus Vattrodt y Paul Mommertz, el filme ofrece una recreación meticulosa de este evento histórico, utilizando como base los protocolos de la reunión, que planteaba la implementación de la “solución final” al denominado “problema judío”. Con una duración de 109 minutos, esta obra cinematográfica tiene un formato especial que emula un documental de observación.
¿De qué se trata el film?
La película detalla cómo, bajo la presidencia de Reinhard Heidrich, jefe de la Oficina de Seguridad del Reich, los participantes -entre ellos, secretarios de Estado de diversos ministerios como Asuntos Exteriores, Interior, Justicia, y Propaganda- debatieron sobre la logística y la viabilidad de exterminar a 11 millones de judíos. “El Zyklon-B se mostró eficaz para el control de plagas”, comentan en una fría discusión sobre el método más eficiente para llevar a cabo el genocidio, mientras delibera la forma de “confiscar” los bienes de los deportados.
Sin rostros cinematográficamente reconocibles ni personajes desarrollados en términos psicológicos, La conferencia se enfoca en las discusiones técnicas y “morales” de los participantes, revelando la monstruosidad de sus planes con un enfoque que resalta la “lógica llevada al extremo” que caracterizó a la burocracia nazi. “Para eliminar a 11 millones de judíos sería necesario producir 11 millones de balas”, calculaban, discutiendo sobre el costo y la logística del exterminio en un entorno distinguido por la educación y el consumo de buenos licores.
Adolf Eichmann, retratado como uno de los cerebros detrás de la Shoah (Holocausto), se menciona específicamente como el encargado del transporte de los trenes que trasladaron a millones hacia campos de exterminio como Auschwitz, Treblinka, y Sobibor. El film también resalta la participación de empresarios alemanes en la construcción de campos de exterminio y el desarrollo de los métodos de exterminio masivo, mostrando la colaboración entre el Estado y actores privados en la ejecución del genocidio.
La reunión incluso se llevó a cabo con una normalidad espeluznante, donde la muerte de millones se trató como un tema de logística. Este clima de “cordialidad” en medio de la planificación de uno de los crímenes más horrendos de la historia pone de relieve la profundidad de la deshumanización que el régimen nazi infligió a sus víctimas.
La Conferencia de Wannsee es presentada, por tanto, como una demostración del extremo al que puede llegar la racionalidad humana cuando se despoja de cualquier consideración ética o moral. “Es como intentar dibujar un triángulo perfecto sobre una base de excrementos”, describe el film, sugiriendo la imposibilidad de encontrar humanidad en las decisiones tomadas durante ese fatídico encuentro.
Lo que se decidió en Wannsee
La Conferencia de Wannsee fue una reunión de alto nivel del gobierno nazi llevada a cabo el 20 de enero de 1942 en una villa en Wannsee, Berlín. Asistieron quince oficiales, entre ellos representantes de varias organizaciones gubernamentales nazis. El objetivo de la conferencia, liderada por Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich, fue coordinar la implementación de la llamada “Solución Final de la cuestión judía” (Endlösung der Judenfrage), es decir, el plan de exterminio masivo de los judíos europeos. Durante la conferencia, se discutieron métodos para la deportación y aniquilación de los judíos, marcando un momento crucial en el proceso que llevaría al Holocausto, donde murieron aproximadamente seis millones de judíos a manos del régimen nazi. La Conferencia de Wannsee es un testimonio de la planificación y burocratización del genocidio por parte de los nazis.
La propuesta de Geschonneck constituye un recordatorio contundente de uno de los momentos más oscuros de la historia moderna, narrado con una precisión que subraya la frialdad con la que se concibieron planes de exterminio masivo. Al depender exclusivamente de los documentos históricos y evitar cualquier adición dramática innecesaria, La Conferencia se compromete con la verdad histórica, ofreciendo un testimonio cinematográfico de la conferencia que delineó el horror del Holocausto con una claridad escalofriante.
El Holocausto, con el objetivo de asesinar a once millones de personas, no solo es recordado por sus víctimas, sino que también se estudia para comprender las complejidades, la banalidad y, lo más aterrador, la facilidad con la que el mal puede manifestarse en la burocracia y la vida cotidiana. Al reflexionar sobre estos eventos históricos, es crucial no solo recordar a quienes sufrieron y perecieron, sino también reconocer las estructuras y los comportamientos que permitieron que tales atrocidades ocurrieran.