Netflix introdujo a su catálogo Shirley, un biopic profundamente conmovedor sobre la figura de Shirley Chisholm, la primera congresista afroamericana en la historia de Estados Unidos y, también, la primera mujer negra en lanzar una candidatura presidencial.
Dirigida y escrita por John Ridley, la película se destaca por ofrecer un retrato íntimo y revelador de una de las figuras políticas más trascendentales y pioneras del siglo XX. Con una actuación estelar de Regina King (ganadora de un Oscar como mejor actriz de reparto por su rol en El blues de Beale Street), quien da vida a Chisholm, la producción es una inmersión en el corazón de la histórica campaña electoral de 1972, enfrentando desafíos como la misoginia y la discriminación racial, a través del partido Demócrata.
¿De qué se trata el film?
La trama se centraliza a principios de los años 70 y se enfoca en detallar la campaña presidencial de Chisholm, destacando las adversidades que enfrentó como candidata. Entre los desafíos más notorios encontramos la hostilidad de algunos de sus correligionarios y la exclusión de los medios de comunicación en etapas decisivas de la campaña. Regina King, reconocida por su trabajo en Watchmen y Si la colonia hablara, encarna con firmeza y convicción a Chisholm, rodeada de un sólido elenco y una ambientación que revive con autenticidad la época.
A lo largo de la narrativa, se evidencian los sacrificios personales y profesionales que Chisholm tuvo que afrontar en su lucha por un espacio en la política estadounidense. La película se nutre de conversaciones exclusivas con familiares, amigos y allegados para construir un relato fidedigno y emotivo de su vida. Shirley no solo aborda la carrera electoral, sino que también invita a reflexionar sobre el precio del éxito y la determinación de una mujer desafiando los límites impuestos por la sociedad.
Roberto Gottlieb (interpretado por Lucas Hedges), el asistente de ley que se convierte en coordinador nacional de estudiantes para la campaña, y Stanley Townsend (Brian Stokes Mitchell), el director de la misma, son figuras clave en la narrativa, representando el apoyo esencial en el difícil camino de Chisholm hacia las primarias democráticas de junio de 1972.
Participant contribuye significativamente a este proyecto con su reconocida labor en el avance del compromiso cívico y la justicia social, destacando la importancia de Shirley en el contexto cultural y político actual. En un momento en que los temas de diversidad, equidad e inclusión están en el frente de la conversación global, la historia de Shirley Chisholm resuena con fuerza, inspirando a nuevas generaciones a perseguir sus ideales con valentía y determinación.
La verdadera historia de Shirley
Nacida el 30 de noviembre de 1924 en Brooklyn, Nueva York, Chisholm se convirtió en miembro de la Cámara de Representantes en 1968 y sirvió hasta 1983, representando al 12º Distrito Congresional de Nueva York. Durante su tiempo en el Congreso, fue conocida por su defensa en temas de educación y justicia social. En 1972, Chisholm hizo historia al presentarse como candidata para la nominación presidencial del Partido Demócrata, bajo el lema “No comprada y no bossed” (“No comprada y no sometida”), destacando su independencia y compromiso con la justicia e igualdad. Aunque no ganó la nominación, su campaña fue un momento significativo en la historia política de EE. UU., abriendo puertas para las futuras generaciones de mujeres y minorías en la política estadounidense.
El estreno de Shirley en Netflix no solo brinda homenaje a una figura icónica de la política estadounidense, sino que también subraya la relevancia de dar voz a historias de lucha y perseverancia que han sido marginalizadas o olvidadas. A través de una narrativa cautivadora y una producción impecable, la película aspira a ser un catalizador para el cambio y la reflexión en una sociedad que sigue enfrentándose a las mismas cuestiones de género y raza que Chisholm combatió hace casi cinco décadas.
La interpretación de Regina King, el guion de John Ridley, y la contribución de Participant en Shirley crean un vínculo entre el pasado y el presente, ofreciendo una perspectiva única sobre los desafíos y victorias de quienes se atreven a desafiar el status quo. Este biopic de Netflix promete ser una experiencia cinematográfica invaluable y un recordatorio poderoso del legado de Shirley Chisholm en la lucha por una sociedad más justa y equitativa.