Las ficciones han sido objeto de revisión en los últimos años, luego del avance de poder femenino y de los movimientos #TimeIsUp o #MeToo. Ambos reclamos hicieron foco no solo en las cuestiones vinculadas a las actrices de la industria sino también a las tramas que se relataban en la pantalla. Los estereotipos avalados no solo por el universo conocido como Hollywood sino por los que se instalaron en la sociedad, lograron que las series y películas dieran un vuelco muy positivo.
Cada vez más las mujeres son las protagonistas de sus propias historias y los clichés que abundaban anteriormente fueron desapareciendo (de a poco). Pero, ¿qué pasa cuando un espectador actual se dispone a ver un film que tiene más de diez años? Algunas tramas han “envejecido” bien (concepto vinculado al aggiornamento de los temas sociales) pero otros no tanto. O mejor dicho, nada. Este es el caso de ¿Por qué me casé? que es tendencia en el Top 10 de Netflix y está repleto de ideas que hoy son canceladas al ciento por ciento.
¿Por qué me casé? es una producción de Tyler Perry que se estrenó el 12 de octubre de 2007 y ha captado la atención del público al formar parte de lo más visto de la “N” roja, a pesar de los años transcurridos desde su lanzamiento. La producción, que dura una hora y 58 minutos, se basa en una adaptación de la saga Why Did I Get Married?, originalmente una obra de teatro de Perry. Protagonizada por figuras como Janet Jackson, Jill Scott y Michael Jai White, la película ofrece una mirada a los retos de mantener una conexión amorosa fuerte en la actualidad y cómo los secretos guardados pueden afectar las relaciones de amistad y amor. Esta historia tuvo una segunda parte que se llamó ¿Por qué me casé también? (2010) con el mismo elenco.
¿De qué se trata la polémica película?
La trama se desarrolla alrededor de un grupo de ocho amigos que se reúnen y se ven sacudidos por la revelación de una infidelidad, incitando una serie de reflexiones profundas sobre sus vidas y relaciones. Según la sinopsis, el largometraje explora “la dificultad de construir una conexión amorosa fuerte en la actualidad”, haciendo hincapié en los “secretos guardados por años” y los “cuestionamientos que surgen” de situaciones pasadas.
Sin embargo, ciertos elementos han generado controversia por cómo han “envejecido” a lo largo de los años. Cuestiones como las burlas hacia una mujer por su peso, las quejas de un hombre respecto a la falta de tareas domésticas realizadas por su pareja y la apología de la infidelidad por parte de un grupo de hombres se perciben hoy día como problemáticas. Además, se incluye un comentario xenófobo hacia mujeres afroamericanas que ha sido motivo de crítica. Las cuatro amigas están haciendo compras en un negocio y una empleada blanca se acerca para decirles un comentario discriminatorio al que algunas de ellas reaccionan bajando la cabeza mientras que otras deciden enfrentarla y le marcan el error.
Esta narrativa ha propuesto un diálogo en torno a cómo cambian los estándares y percepciones culturales con el pasar de los años, y cómo ciertos contenidos que en su momento pudieron haber sido minimizados o incluso ignorados ahora resaltan como inapropiados o insensibles. La presencia del film en el Top 10 de Netflix refleja no solo su popularidad sino también un interés renovado en analizar y discutir su contenido en el contexto actual.
La recepción de ¿Por qué me casé? demuestra el cambio en la sensibilidad del espectador moderno frente a temáticas de género, relaciones y respeto por la diversidad. Aun así, la capacidad de esta obra para generar debate y reflexión subraya el poder del cine como espejo social y herramienta de cambio. Tal vez la pregunta que queda flotando en el aire es por qué esta película forma parte de este ranking tan preciado: ¿es por la indignación que provoca ver estas historias anacrónicas o porque realmente el espectador se siente identificado y se ríe de esos chistes?
Si te interesa resolver esta incógnita, puedes ver este film en Netflix. O simplemente dejarlo pasar.