En la ceremonia reciente de los Oscar 2024, La zona de interés (The Zone of Interest), dirigida por Jonathan Glazer y protagonizada por Christian Friedel y Sandra Hüller, se llevó el premio a la Mejor película internacional, convirtiéndose en la primera victoria del Reino Unido en esta categoría. El film, que relata la vida cotidiana de la familia del comando nazi de Auschwitz con el telón de fondo de las atrocidades del Holocausto, fue reconocido por su capacidad para conectar el pasado con preocupaciones éticas y políticas de la actualidad.
Glazer, durante su discurso de aceptación, relacionó el tema del largometraje con el conflicto en curso en Gaza, subrayando cómo “muestra a dónde lleva la deshumanización en su peor expresión”. El director judío hizo un llamado a reflexionar no solo sobre los horrores pasados, sino también sobre los actos contemporáneos de guerra. Por último, dedicó la victoria a Alexandria, una mujer de 90 años que inspiró una de las escenas clave y quien personificó actos de resistencia y humanidad durante la Alemania nazi.
Alexandria, la niña de las manzanas
“Ella vivía en la casa donde filmamos”, contó el cineasta y destacó cómo el acto de dejar manzanas fuera de Auschwitz se convirtió en un símbolo de bondad y resistencia en medio de la oscuridad. A los 12 años, colaboró con la resistencia polaca, distribuyendo manzanas a los prisioneros mientras atravesaba el complejo en bicicleta. La revelación de Jonathan Glazer sobre su interacción con Alexandria y la inclusión de su historia en The Zone of Interest ofrece una visión conmovedora de las motivaciones detrás de ciertas elecciones creativas dentro de la trama.
La película se basa en la vida real de Rudolf Höss, un comandante nazi, y se teje alrededor del contraste entre la aparente normalidad de la vida familiar y los horrores ocurridos más allá de los muros de su hogar. Mientras que, por otro lado, también destaca momentos de “luz en algún lugar”, como los actos de Alexandria, intentando llevar esperanza a un periodo marcado por la inhumanidad. Cabe destacar que, las escenas de la niña fueron filmadas con una cámara térmica —sensible a la temperatura— durante la oscura noche, por esa razón el resultado final luce como una imagen en negativo (completamente contraria a las escenas de la familia Höss durante el día). Sin duda, aporta un aspecto visualmente distintivo que resalta la dualidad entre la oscuridad y la luz, el bien y el mal.
El horror del holocausto y la banalidad del mal
La actuación de Sandra Hüller (Anatomía de una caída) como Hedwig Höss y Christian Friedel (13 minutos para matar a Hitler) como Rudolf Höss ha sido uno de los elementos que han llevado a La zona de interés al frente de la discusión internacional. No solo por su calidad actoral, sino por el poderoso mensaje que transmite sobre la vida al margen del horror de Auschwitz. Tras su estreno mundial, la crítica y el público vinculó inmediatamente su premisa con el concepto de la banalidad del mal, una expresión acuñada por la filósofa alemana y de origen judío Hannah Arendt, autora del libro Eichmann en Jerusalén.
La frase hace referencia a la falta de reflexión en las personas que se encuentran bajo un sistema de normas ya establecido, por más que dentro de este último se cometan abusos y excesos contra los derechos humanos. Para este estudio, Arendt tomó de referencia el perfil de Adolf Eichmann, responsable de la solución final (el genocidio de judíos), durante los juicios contra comandantes nazis en Israel. Ella consideró que este individuo no tenía rasgos psicopáticos ni tenía las características de un “monstruo”, sino que era como un simple burócrata detrás de actos de crueldad extrema; es decir, no recaía en pensar sobre su propia deshumanización.
“La zona de interés”, ganadora de dos premios Oscar
El camino de la más reciente obra de Jonathan Glazer hacia el Oscar no fue fácil, enfrentándose a grandes favoritas de talla internacional como La sociedad de la nieve, dirigida por JA Bayona, y Días perfectos, de Wim Wenders. Sin embargo, la habilidad de la película para conectar con temas contemporáneos, como comentó James Wilson, productor del film, sobre cómo “nuestra cultura emocional y política está más cerca de la del perpetrador de lo que pensamos”, estableció a este título como una reflexión esencial sobre la humanidad.
La noche del domingo 9 de marzo, la Academia la eligió como merecedora de Mejor película internacional (Glazer) y Mejor sonido (Tarn Willers y Johnnie Burn). También estuvo nominada en categorías como Mejor película, Mejor director y Mejor guion adaptado.
La zona de interés es un llamado a pensar sobre los errores del pasado y el presente, una exhortación a reconocer y resistir la deshumanización en todas sus formas. Aún puedes conocer esta historia que está disponible en la cartelera de América Latina.