El salón de profesores (Das Lehrerzimmer o The Teachers’ Lounge) es la película nominada a Mejor película internacional en los Oscar 2024 que podría robarle la estatuilla a las favoritas de la categoría: La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona y La zona de interés, de Jonathan Glazer. Si bien los más conocedores apuntan a que el film sobre el Holocausto judío sería la posible ganadora, lo cierto es que de vez en cuando suelen haber sorpresas y una de ellas sería el film alemán dirigido por İlker Çatak, que cuenta la historia de una maestra recién llegada a un colegio en donde se topa con una peculiar situación que buscará resolver a como dé lugar.
Esta obra cinematográfica ha generado un gran interés global tras recibir múltiples nominaciones y ser premiada en diversos festivales internacionales (nominada a Mejor película europea en los Premios Goya y más distintas nominaciones en los Premios EFA del Cine Europeo), consolidando a Çatak como uno de los talentos emergentes del cine alemán. Su largometraje, que aborda temas contemporáneos, la tiene difícil este año frente a sus grandes competidores; sin embargo, no está para nada descartada, ya que su temática social la coloca como una propuesta más que atractiva para la Academia.
Más que un simple salón de clases
El film sigue a Carla Nowak, interpretada por Leonie Benesch, una joven profesora llena de ideales y principios modernos enfrentándose a los retos de su primer empleo en una secundaria de Alemania. Los problemas empiezan cuando se desencadena una serie de misteriosos robos dentro de la institución, lo cual provoca un ambiente tenso, lleno de acusaciones y desconfianza entre los estudiantes, sus padres y el cuerpo docente. Así, ,más temprano que tarde, lo que empieza como un trabajo prometedor, se transforma en una tarea complicada cuando Carla intenta llegar al fondo del asunto y se ve envuelta en un conflicto que desafía su integridad y sus valores, lo que le muestra la cara más dura del sistema educativo y la sociedad.
La película explora el impacto de las políticas escolares y la dinámica de poder, poniendo en tela de juicio las estructuras existentes y cómo estas pueden afectar, tanto positiva como negativamente, la vida de los implicados. A través del personaje bien construido de Benesch, el largometraje aborda temas como el racismo y la cultura de la cancelación, revelando cómo estas cuestiones se entrelazan con el día a día en el entorno educativo. Al mismo tiempo, la obra de Çatak plantea un diálogo sobre la responsabilidad de los educadores, la influencia de sus creencias en las nuevas generaciones, y el papel fundamental que juegan en la formación de una sociedad más justa y equitativa.
Una historia para no subestimar
La relevancia de El salón de profesores trasciende el entretenimiento para convertirse en un espejo de la sociedad que proyecta luz sobre los desafíos contemporáneos del sistema educativo y la influencia de este en la formación personal y social de los jóvenes. La película propone una reflexión sobre el papel de la docencia frente a los prejuicios y la intolerancia, elementos presentes no solo en Alemania sino en diversas partes del mundo. Esta es una de las grandes razones por las que el film se perfila como una fuerte contendiente en los Oscar 2024.
¿Pero qué hace diferente a esta película de sus principales competidoras? Las dos principales diferencias son que, al contrario de La sociedad de la nieve y La zona de interés, el largometraje no está está basado en un evento real ni recoge información de un libro. El film dirigido por İlker Çatak —conocido por su trabajo previo en Estambul Garden y Vale la palabra dicha— es una historia original que en realidad surgió tras la visita a varias escuelas con diferentes políticas, tanto liberales como más apegadas a la ley.
El salón de profesores estrenó en cines el pasado 2 de febrero en España y el 29 de febrero en México.