Top 10 de Netflix: Song Joong Ki en una desgarradora película sobre refugiados

Un desertor norcoreano enfrenta penurias en Europa mientras intenta sobrellevar su trágico pasado

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Un hombre que se aferra a la vida y una mujer que solo desea morir. Dos almas afines pero opuestas que se encuentran al borde de la vida y de la muerte. Frente a una realidad fría y adversa, ¿es posible que cada uno sea la salvación del otro? (Netflix)

¿Soy una persona que merece ser feliz? Para Song Joong Ki (Descendientes del sol), esa línea resume el conflicto de su personaje en Me llamo Loh Kiwan (My name is Loh Kiwan), una película que pone la mirada sobre el desamparo que enfrenta un desertor norcoreano en busca de asilo en Bélgica. Mientras las autoridades lo conminan a meses de espera en un proceso para conseguir el estatus de refugiado, el protagonista es abandonado a su suerte en la ciudad. Solo y con recursos limitados, el joven se ve obligado a dormir en baños públicos y reciclar botellas para conseguir alimento. Song, un actor consagrado en Corea del Sur, prueba otra vez su virtuosismo dramático al mostrar convincentemente el dolor y la angustia, tanto como el aferrarse a la vida aunque las circunstancias sean adversas. Su trabajo es una de las fortalezas del filme.

No obstante, el relato adquiere otro matiz con la presencia de Marie (Choi Sung Eun), una experta en tiro deportivo que trabaja con gangsters y vive en rebeldía por una tragedia familiar. Cuando estos dos seres encuentran empatía el uno en el otro, se forma un vínculo significativo que induce esperanza para ambos contextos.

En los k-dramas, Song Joong-Ki
En los k-dramas, Song Joong-Ki muestra una faceta más ligera y optimista, mientras sus personajes suelen ser más oscuros y dramáticos en las películas. (Créditos: Netflix)

Reemplazar la culpa por la esperanza

Estrenada en Netflix el 1 de marzo, la producción filmada en Europa llegó a ubicarse en el Top 10 de la plataforma. Kim Hee Jin, en su debut en la dirección cinematográfica, adapta la novela “I Met Loh Kiwan” (2011) con intención de llevar un drama humano a la pantalla. No obstante, la línea romántica que inserta el filme no logra la solidez esperada. Algo falta para creer que “el amor lo puede todo” en una situación tan compleja.

De hecho, el propio Song Joong Ki había reaccionado también con escepticismo a ese aspecto de su personaje. En entrevistas con prensa local explicó que, siete años antes de trabajar en Me llamo Loh Kiwan, había rechazado el papel porque no entendía cómo alguien en el lugar del protagonista podría darse la opción de enamorarse.

La película falla en darle
La película falla en darle dimensiones a Marie y no tiene muchos momentos que justifiquen la evolución de su personaje. (Créditos: Netflix)

Loh Kiwan escapó de Corea del Norte hacia China con su madre. Solo es el inicio de más penurias. En este país se convierte en fugitivo de las autoridades y, en un intento de evitar su arresto, una persecución le quita a la persona que más amaba en la vida. En la fría acera, promete a su mamá que hará todo lo posible por sobrevivir. La única ruta es escapar a Bruselas, y lleva consigo la desgastada billetera de su madre como único recuerdo.

En Bélgica, no le queda otra alternativa que vivir como vagabundo mientras se resuelve su estatus migratorio. Y ahí es víctima de los delincuentes, que lo golpean y arrojan sus pertenencias al río. Completamente empapado, Loh cae rendido en una lavandería pública; y mientras duerme, una joven roba la billetera. Este elemento sirve de intersección en las vidas de Marie y el protagonista; aunque el entorno de la muchacha tiene sus propios matices de oscuridad: ansiedad, drogas, amenazas del bajo mundo y una herida de abandono que nunca cicatrizó.

Marie se siente forzada a
Marie se siente forzada a participar en apuestas ilegales, donde su talento como tiradora es aprovechado por otros delincuentes. (Créditos: Netflix)

Según la estrella de Vincenzo, el tiempo le hizo empatizar con la posibilidad romántica del filme al asociarlo con la confianza. “Llegué a creer que lo que impulsa a la gente a resistir es tener a alguien en quien apoyarse. Para mí, eso encarna la esencia del amor. Fue esta reflexión lo que me convenció”, dijo en la presentación del filme.

Me llamo Loh Kiwan tiene una duración de dos horas, pero no se convierte en un relato tedioso. Si bien el personaje de Marie pudo desarrollarse con más profundidad, la historia expone varios momentos de excelencia actoral para ambos intérpretes. Puedes encontrarla en Netflix en su idioma original o también doblada al español.

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