Sumisión, sectas y secuestros: el revelador documental de Netflix sobre jóvenes problemáticos que te dejará helado

Una mujer marcada por sus vivencias pasadas en una escuela disciplinaria, saca a la luz el maltrato dentro de instituciones que pretenden “enderezar” a adolescentes conflictivos

"El programa: sumisión, sectas y secuestros" incita al debate sobre la efectividad y moralidad de las instituciones destinadas a reformar a los jóvenes. (Créditos: Netflix)

El programa: sumisión, sectas y secuestros (The Program: Cons, Cults, and Kidnapping). Su propio nombre lo dice todo: estamos frente a una de esas historias reales que —lamentablemente— siguen demostrando que en el mundo hay (y siempre hubo) rincones oscuros donde la crueldad y los abusos son el pan de cada día. La cineasta Katherine Kubler, quien sufrió en su propia piel el tormento de una infancia robada por un sistema diseñado para reformar a los llamados “adolescentes problemáticos”, ha revelado su historia personal para exponer una industria turbia a través de su nueva serie documental en Netflix.

Esta docuserie es un desgarrador relato dirigido y narrado por la propia Kubler, que se adentra en los misterios del mundo de los programas para jóvenes rebeldes, un sistema que, lejos de extinguirse, continúa poniendo en riesgo a miles de personas bajo la premisa de su “corrección”. En este caso, la cineasta aprovecha su horrible experiencia en el Academy at Ivy Ridge para exponer las injusticias y abusos que sucedían en ese lugar marcado por todo tipo de atrocidades, donde incluso se llega a hablar de cultos para influenciar a los padres.

El documental se sumerge en las historias personales de exalumnos, evidenciando los métodos extremos y el maltrato que sufrieron dentro de Ivy Ridge. (Créditos: Netflix)

Una historia real sobre los peligros de la “corrección”

En El programa: sumisión, sectas y secuestros, los espectadores son llevados a través de los pasillos de la institución en Ogdensburg, N.Y., donde Katherine Kubler y sus compañeros recuerdan su tiempo en Ivy Ridge. A lo largo de cada episodio, visitan una habitación repleta de antiguas computadoras donde realizaban cuestionarios en línea que simulaban videojuegos, lo cual representaba todo su entrenamiento académico. También, descubren que no era raro ver a adolescentes durmiendo en colchones en los pasillos. Asimismo, Diana, una de las víctimas, comparte una vivencia en una habitación de aislamiento donde fue obligada a permanecer boca abajo durante horas.

Además, se relata cómo se infligía abuso psicológico a los adolescentes, exigiéndoles mantener las puertas de los baños abiertas mientras los usaban, prohibiéndoles hablar o mirarse entre ellos y castigándolos si los encontraban asomándose por una ventana. Kubler, que visitó el lugar donde padeció controles extremos —y que ha estado accesible a cualquier persona desde que cerró en 2009— encontró un amplio rastro documental, grabaciones de video y testimonios de testigos sobre el maltrato, incluyendo archivos de los adolescentes y videos de vigilancia que mostraban a los empleados golpeando a los jóvenes. Todo eso se muestra en este revelador documental, que deja una lección importante sobre estas instituciones.

Katherine Kubler utiliza su traumática experiencia para exponer los abusos en la industria de los adolescentes problemáticos en su nueva serie documental. (Créditos: Netflix)

Los abusos más allá de Ivy Ridge

El documental no solo se enfoca en Ivy Ridge, sino que también lo sitúa dentro de un contexto más amplio: la industria de los adolescentes problemáticos y las cientos de instituciones internas no reguladas que aún existen en todo el país. A pesar de que algunas escuelas cierran, muchas encuentran la manera de reabrir bajo nuevos nombres. Katherine Kubler destaca la necesidad de encontrar soluciones alternativas para familias en crisis y el objetivo de exponer y clausurar definitivamente estos supuestos centros de corrección.

La visibilidad y la cobertura de prensa han sido clave para impulsar investigaciones y el cierre de programas como el de Ivy Ridge. Figuras públicas como Paris Hilton, quien compartió su experiencia de abuso en una institución de Utah y ha abogado por la aprobación del Stop Institutional Child Abuse Act, inspiran a otros a hablar. Además, el auge de las redes sociales en las últimas dos décadas ha permitido que los sobrevivientes conecten con excompañeros y otras víctimas. Kubler espera que su documental motive a que más testigos compartan su historia con la confianza de ser oídos por la justicia.

A través de testimonios y material de archivo, el documental revela el lado más oscuro de los centros destinados a reformar a jóvenes considerados problemáticos. (Créditos: Netflix)

El programa: sumisión, sectas y secuestros se estrenó el 5 de marzo en Netflix, por lo que ya está disponible en la plataforma de streaming. Consta de 3 capítulos de aproximadamente 60 minutos cada uno.