Si de ambigüedad se trata, obras como las de Stanley Kubrick y la inolvidable escena del trompo de El origen de Christopher Nolan aparecen en la conversación. Y, a su vez, en la televisión hay algunos casos notables que han carcomido eternamente la cabeza a los espectadores: un controversial final para Lost o la historia contada por el personaje de Carrie Coon en el cierre de The Leftovers. No hay nada más exquisito para un guion que un narrador poco confiable y ese es el caso de Anatomía de una caída (Anatomy of a Fall). La película francesa de Justine Triet nominada a los Oscar 2024 se sostiene a través de la originalidad de sus diálogos y la capacidad de su elenco para elevar esa idea en papel hacia un estatus muy subjetivo. ¡Spoilers más adelante!
A la propia Sandra Hüller le dijeron que interpretara su papel “como si fuera inocente”. La actriz de origen alemán recordó para Variety esta “frase horrible” dicha por Triet en los inicios del proyecto y, en esa misma línea, elogió su “guion perfecto”. Sin embargo, su posición es la misma de cualquiera que ya vio el film en cines: “Por supuesto que quería saber si era culpable o no”. Es decir, ni ella misma sabe si la escritora Sandra, su homónima ficticia, era en realidad la asesina de su marido o si esa muerte fue un extraño accidente sin testigo alguno. La pregunta es... ¿interesa saber si ella lo hizo? Cada minuto de este drama judicial parecería indicar que la intención de su directora es diseccionar un matrimonio en decadencia y enfrentado por los egos, apelando a los sesgos de cada personaje.
El largometraje establece una batalla entre dos voces, aunque lamentablemente una de estas ya no se encuentra en vida para defenderse; sin embargo, toda persona deja atrás retazos de sí misma. El relato se construye entonces estirando la percepción de la audiencia a tal punto de involucrarse dentro del juicio que se ve en pantalla. En primera instancia, la presencia del abogado Vincent Renzi, interpretado con destreza por Swann Arlaud, es la que pone en duda la posibilidad de que Sandra haya cometido un crimen contra su esposo, Samuel Maleski (Samuel Theis), durante una mañana en la que su hijo con discapacidad visual, Daniel Maleski (Milo Machado Graner), sale a pasear junto a su perro Snoop.
Es la sospechosa principal, pero ella insiste en su inocencia hasta el tramo final de la historia. Es la injerencia del fiscal (Antoine Reinartz) que pone en aprietos su versión de los hechos, ya que le increpa una y otra vez con argumentos sexistas en su forma de juego sucio para hacer explotar la verdad. Nunca logra descomponerla del todo, pero sus palabras ante el estrado son un dardo tras otro que incluso afectan la salud emocional del joven Daniel, quien insiste en estar presente pese a exponerse al desnudo los problemas familiares que desconocía hasta entonces. Que el niño sea el único testigo de la dinámica de sus padres también lo convierte en un elemento clave para arruinar a Sandra o salvarla de una posible condena en prisión.
El ejercicio de diferenciar las múltiples “verdades”
A pesar de que Anatomy of a Fall puede generar dudas sobre la culpabilidad de Sandra, hay que dejar claro algo. A Justine Triet no se le escapa la definición del nivel de validez de los testimonios frente a las evidencias (las conversaciones captadas en audio por Samuel antes de morir como parte de un proyecto literario). Los argumentos son variados, sí, pero no todos merecen el mismo tratamiento tanto en el panorama legal como en el cinematográfico. Por ejemplo, los archivos de voz son recreados con ambos personajes actuándolos —no pone en duda su veracidad—, pero no ocurre lo mismo cuando la acusada cuenta su versión o cuando el psicoanalista revela detalles compartidos por su marido durante sus sesiones.
Una de las últimas escenas de la película vuelve a aplicar este criterio cuando es turno de Daniel dar su testimonio final ante el juzgado. Antes, él hace un experimento con su perro —aquí notable la actuación del can estrella llamado Messi en la vida real— para probar que su padre, en efecto, consumía pastillas como resultado de su depresión. Empieza a creer que en verdad se suicidó y, curiosamente, trae un recuerdo a colación en su presentación ante el estrado cuando el fiscal descarta su experimento como de importancia para la investigación. Él confiesa una conversación que su padre le tuvo cuando su mascota enfermó y, aunque se incluye dicha escena de la memoria de ambos en el auto, nunca llega a escucharse la voz del actor Samuel Theis. Todo se mantiene como la narración de Daniel, lo que pudo también haber sido un invento.
Sinopsis y dónde ver “Anatomía de una caída”
“Sandra, Samuel y su hijo de 11 años viven alejados de todo en la montaña. Un día encuentran a Samuel muerto al pie de su casa. Se abre una investigación por muerte sospechosa y no tardan en inculpar a Sandra, a pesar de la ambigüedad del caso”, se lee en la sinopsis oficial. Anatomía de una caída se estrenó el 25 de noviembre de 2024 en Argentina y México. Y tiene algunas funciones de preestreno en otros países de América Latina, donde se verá en cartelera a partir del 1 de febrero.