Una fórmula conocida e incluso ya gastada es la de elegir a la actriz más prestigiosa posible para interpretar a la mujer de la vida real más importante que haya existido. Ambas cosas son debatibles, pero muchas actrices se han llevado premios por sus interpretaciones de personajes históricos. Por ejemplo, antes de haber filmado una sola escena, cualquiera podía adivinar que Meryl Streep ganaría el Oscar por su interpretación de Margaret Thatcher en la película La dama de hierro (The Iron Lady, 2011).
No se trata de confiar en el talento de la actriz, sino en las debilidades de los que entregan premios. La propia protagonista de Golda, Helen Mirren, logró su único Oscar por interpretar a Isabel II en el film La reina (The Queen, 2006). La lista es enorme y cada nuevo biopic trae una nueva promesa de premios. Pero esta especulación le importa más al ego de los actores y al bolsillo de los productores más que al cine.
Golda transcurre principalmente durante la Guerra de Yom Kippur, en octubre de 1973. La historia son en realidad flashbacks, porque otra parte del relato transcurre en 1974, mientras Golda Meir testifica frente a la Agranat Commission, que juzga el accionar de ella durante los días de la Guerra. También se observa la enfermedad de Golda y el tratamiento que se realiza. No hay otros momentos de la vida del primer ministro y en muchos aspectos se puede decir que es una biografía parcial, focalizada en una guerra y sus consecuencias. A pesar de mostrar elementos de la vida privada, no se concentra en eso tanto.
La llamada “Dama de Hierro de Israel” es interpretada por Mirren con oficio y con una gran cantidad de maquillaje encima. Igualmente la actriz logra imponer su presencia más allá de esto. Como Golda Meir era una fumadora intensa, prácticamente todas las escenas donde aparece, sin excepción, la encuentran fumando. No poco, sino mucho, incluso enfatizando de más la cantidad de humo en la pantalla. Esperemos que no sea una metáfora sino una descripción de la vida de una fumadora. Como sea, en más de un momento distrae de la historia.
La reconstrucción de la trama detrás de la guerra es apasionante y está llena de información. Mientras que no nos explican demasiado acerca de quién es Golda, sí podemos entender la complejidad de su trabajo y las decisiones que debe tomar. Algunas imágenes de archivo con la verdadera primera ministra completan el cuadro de una película que no llegará a los grandes premios pero que muestra a una actriz talentosa interpretando a una de las figuras más interesantes del siglo XX. Está disponible en Prime Video.