El juego de la muerte (Blue Whale), que acaba de estrenarse en cines de América Latina, trae a la gran pantalla una narrativa inquietante inspirada en el fenómeno viral ”La ballena azul” y otros retos similares que han sacudido al mundo. Esta película de origen ruso no es un mero entretenimiento, sino un llamado de atención sobre los riesgos inherentes al mundo digital, especialmente para niños y adolescentes.
La trama se centra en Yulya (interpretada por Polina Vataga), una adolescente cuya muerte aparentemente autoinfligida desencadena una serie de eventos. Su hermana mayor, Dana (Anna Potebnya), lleva al espectador en una búsqueda frenética por respuestas. La historia se desenvuelve mostrando cómo Yulya fue manipulada para entrar en un juego macabro que culmina en tragedia. La pregunta que guía el argumento es: ¿podrá Dana encontrar al culpable detrás de la muerte de su hermana y de muchos otros adolescentes?
Los retos virales y una perspectiva femenina
La directora Anna Zaytseva, conocida por su corto You’re a Fool y ahora al frente de su primer largometraje, aborda con destreza este tema sombrío. Zaytseva se sumerge en el complejo mundo de la adolescencia y el impacto de las experiencias digitales en la salud mental juvenil. A través de un profundo trabajo de investigación y consultas con psicólogos, la cineasta explora el cinismo y la manipulación detrás de estos retos virales.
El film destaca por su equipo predominantemente femenino, lo que se refleja en la sensibilidad y profundidad de su enfoque. Esta elección no es menor, considerando que las tasas de intentos de suicidio son más altas entre las adolescentes. Funciona como un espejo de las experiencias de las mujeres involucradas en su creación, ofreciendo una perspectiva auténtica y personal.
Otro aspecto notable de El juego de la muerte es su innovador uso del formato screenlife, donde gran parte de la historia se desarrolla en la pantalla de un dispositivo electrónico. Este enfoque brinda una experiencia inmersiva y mantiene al espectador en tensión hasta el final.
La película no solo es un thriller, sino también una herramienta educativa, enfatizando la necesidad de una nueva ética digital. Como señala Anna Potebnya, es fundamental ayudar a niños y adolescentes a reconocer los peligros en línea, dado que la adolescencia es un período de vulnerabilidad y experimentación.
El juego de la muerte es, en definitiva, un esfuerzo cinematográfico que va más allá del entretenimiento, buscando generar conciencia y diálogo sobre un tema crítico en nuestra sociedad: la seguridad de los jóvenes en el entorno digital. Se estrenó en pantalla grande este 4 de enero.