Hasta 2015, Dee Dee Blanchard era una madre abnegada a los ojos de la opinión pública. Ella sola se encargaba de cuidar a su hija Gypsy, a quien se le había diagnosticado una avalancha de enfermedades crónicas. Rostro de campañas benéficas por su condición de salud, la comunidad se solidarizaba con la adolescente que siempre se mostraba en silla de ruedas y con apariencia de niña. No obstante, el asesinato de Dee Dee sacaría a flote una dinámica tóxica de madre-hija. Ese 2015, Gypsy Rose Blanchard sería conocida como la autora intelectual de un matricidio que consumó para escapar de un esquema de manipulación y engaños. El documental Madre muerta y querida (Mommy Dead and Dearest) en HBO profundiza en uno de los casos que sacudió con fuerza a los Estados Unidos.
Casi una década después, y con la pena reducida por la justicia local, Gypsy Rose Blanchard sale de prisión el 28 de diciembre con 32 años de edad. En una entrevista exclusiva con la revista People, la joven repasó lo ocurrido durante su niñez y adolescencia. Aunque refuerza haber sido víctima del control abusivo de su madre, Gipsy califica como un error la decisión que tomó ocho años atrás, cuando pidió a su entonces novio que matara a Dee Dee. “Nadie me oirá nunca decir que me alegro de que esté muerta o que estoy orgullosa de lo que hice. Me arrepiento cada día”, expresó.
Entre la tragedia y la justicia
Detrás de la fachada de lucha contra la adversidad, la realidad en la casa de los Blanchard resultaba inexplicable. Como indica el documental, Dee Dee había inventado enfermedades y sometía a Gypsy a procedimientos médicos innecesarios y dolorosos desde su niñez. Los supuestos diagnósticos de epilepsia, parálisis e incluso leucemia no eran reales; pero ella cedía a la manipulación de su madre, quien tenía control psicológico e incluso físico.
Dee Dee la obligaba a usar una silla de ruedas, aunqe no lo necesitaba. También la alimentaba por sonda y le rapó el cabello cuando le asignó un tratamiento contra el cáncer. Amigos, familia e incluso doctores creyeron que Gypsy no era capaz de valerse por sí misma. Según los expertos, este era un caso de Munchausen por poderes, donde un guardián induce o exagera enfermedades en un niño para obtener atención y simpatía.
La situación llegó a un punto crítico cuando Gypsy, desesperada por escapar de su vida de confinamiento y abuso, conspiró con su novio, Nicholas Godejohn, para asesinar a su madre. Mientras Dee Dee era apuñalada, Gypsy se escondió en el baño y cubrió sus oídos para no escuchar los gritos.
Tras ser atrapados, la justicia sentenció a Godejohn a cadena perpetua; mientras que Rose Blanchard fue condenada a 10 años de prisión. Su salida de la cárcel responde a que se le concedió libertad condicional. Mientras se prepara para enfrentar la vida fuera de prisión, Gypsy se ha casado con Ryan Anderson, un maestro de Louisiana, y planea reunirse con su padre y madrastra, quienes han permanecido a su lado.
Dónde ver el documental sobre Gypsy Rose Blanchard
Puedes ver el documental Madre muerta y querida en HBO Max. Una próxima docuserie titulada The Prison Confessions of Gypsy Rose Blanchard será lanzada por Lifetime, el próximo 5 de enero.