Las películas más populares suelen producir un efecto raro en los espectadores. Todos sienten que las han visto muchas veces, pero en realidad esto no siempre es así. Su presencia durante años permite que veamos un fragmento aquí, otro allá, pero la experiencia de sentarnos y disfrutar nuevamente de un buen largometraje es algo que no ocurre tan seguido como creemos. Por eso, ver nuevamente Good Will Hunting es algo que hoy podemos hacer en Netflix y definitivamente vale la pena.
El título original del film ha tenido varias traducciones; en México se ha llamado Mente indomable y así se encuentra hoy en el streaming, pero en el resto de Latinoamérica se llamó En busca del destino. Este largometraje de 1997 cuenta la historia de Will Hunting (Matt Damon), un conserje del MIT que tiene problemas de conducta fuera de su trabajo y que pasa los días tomando cerveza con sus amigos o leyendo de manera voraz en su pequeña casa. Cuando el prestigioso profesor y matemático Gerald Lambeau (Stellan Skarsgård) deja en los pasillos del instituto un complejo problema desafiando a los estudiantes a resolverlo, el único capaz de hacerlo, en secreto, sin que nadie se entere, es Will.
Cuando el profesor se entera de la verdad, intentará ayudar a Will, haciéndose cargo frente a un juez que lo ha encarcelado, prometiendo que lo encaminará. Para eso, luego de varios fracasos, llama a un antiguo amigo y excompañero, Sean Maguire (Robin Williams), para que Will tenga sesiones de terapia con él. El joven y el terapeuta se enfrentarán y se irán conociendo mientras ambos buscan desentrañar qué es lo que detiene al genio de Will para convertirse en una persona capaz de aprovechar su talento.
La película, dirigida por Gus Van Sant, tiene guion de Ben Affleck y Matt Damon, algo que a muchos sorprendió en ese momento, porque ambos eran considerados jóvenes galanes con una carrera todavía por desarrollar. La desconfianza se fue disipando porque su trabajo era bueno y ambos tenían roles a su medida en la película. Affleck interpreta a uno de los amigos de Will. También está Minnie Driver, quien hace de Skylar, una joven británica que está a punto de graduarse de Harvard y que se enamora de Will. Entre el futuro profesional, los traumas del pasado y los problemas para conectar afectivamente es que se mueve este intenso drama que moviliza a los espectadores desde el inicio.
La recepción que tuvo la película en su momento no pudo ser mejor. Costó diez millones de dólares y recaudó 225 millones. Tuvo nueve nominaciones al Oscar, entre otros premios, y finalmente ganó dos estatuillas: mejor guion original para Affleck y Damon, y mejor actor de reparto para Robin Williams. Merecidos, sin duda, porque son grandes trabajos. Williams directamente abandona todos sus gestos habituales y se entrega a la que fue la más sobria actuación de su carrera. El guion conmueve profundamente y la película logra ser sencilla y profunda a la vez. Por ese motivo, se ha vuelto uno de los clásicos más queridos de las últimas décadas.
Mente indomable ocupa el Top 10 de lo más visto en Netflix.