Desesperanzador, así es como se resumen las críticas hacia casi cualquier aspecto de Aquaman y el reino perdido (Aquaman and the Lost Kingdom). Desde el montaje, el guion, los efectos especiales y la actuación, este es uno de los extraños casos donde ningún aspecto logra ser rescatado ni por compasión. La secuela es la segunda y última entrega de la franquicia del Rey de los Siete Mares, que además pone fin al Universo extendido de DC (DCEU). Es un adiós amargo, considerando que añadido a las severas reseñas, las previsiones de taquilla son todo menos alentadoras.
El resultado no toma por sorpresa a quienes siguen los pasos de la producción desde que se anunció entre los bombos del exitoso primer filme de 2018, cuya recaudación superó los mil ciento cincuenta millones de dólares. Las tempranas controversias se relacionaron con Amber Heard enfrentando un posible despido tras su juicio público contra Johnny Depp. Paralelamente, surgieron acusaciones de conducta inapropiada de Jason Momoa en el set, que fueron negadas por la producción. Otros desafíos se sumaron con el COVID-19, las huelgas en Hollywood, el reinicio del DCEU y las infructuosas proyecciones de prueba.
A este punto, lo único envidiable del proyecto es la fe inquebrantable que mantuvo James Wan para decidir estrenarlo en cines. Según Deadline, se espera que su recaudación ascienda a 40 millones de dólares durante su primer fin de semana en la cartelera de 73 países. Esta es una perspectiva positiva para un largometraje de 72 millones de dólares, ¿podrá lograrlo? Si le emociona conocer el desenlace de la franquicia, solo hay una recomendación que queda: lea las críticas bajo su propio riesgo.
¿Qué dice la crítica de “Aquaman y el reino perdido”?
Peter Bradshaw para The Guardian: “Mientras que la primera película de Aquaman ya estaba en suficientes problemas, con Jason Momoa sonriendo a lo largo de la historia como si fuera un anuncio de cerveza, ahora tenemos una terrible secuela, nuevamente dirigida por James Wan, supuestamente la última película del Universo Extendido de DC. La franquicia no hace más que decaer, flotando en las lúgubres profundidades del océano, como una bolsa de plástico desechada que va a asfixiar a la última vaquita marina que queda”.
David Ehrlich para IndieWire: “Es apropiado que ‘Aquaman y el Reino Perdido’ trate sobre un mundo moribundo que no puede salvarse a sí mismo, ya que esta torpe secuela es la sombra de la delirantemente divertida original de 2018 de James Wan. Un hijo huérfano de un universo cinematográfico que fue abandonado en el mar cuando el filme aún estaba en el vientre materno.
Robbie Collin para The Telegraph: “Algunos largometrajes son tan estúpidos que puedes jurar que algunas neuronas se están muriendo mientras las ves. Luego está ‘Aquaman y el reino perdido’, durante la cual sentí como si grupos enteros de materia gris abandonaran el cine asqueados y se me salieran por las orejas”.
Nicholas Barber para BBC: “No hay nada en ‘Aquaman y el reino perdido’ que sea divertido, emocionante o lo bastante conmovedor como para que uno desee más secuelas. También influye el salvaje montaje. Tal vez todos los implicados querían acabar con la película lo antes posible, precipitándose en cada acontecimiento potencialmente importante”.
Johnny Oleksinski para The New York Post: “En cada segundo se puede ver cuán desinteresados estuvieron los trabajadores de DC Studios en esta secuela y en el futuro del personaje. No se hace mención de ningún otro superhéroe, porque Aquaman, interpretado por Momoa, obviamente está a punto de dejar de serlo. Si bien la película no está bien hecha, tampoco es miserable. No es nada más que el final del antiguo DCEU; la pesadilla ha terminado”.
Con un 39% de calificación en Rotten Tomatoes, Aquaman y el reino perdido se encuentra disponible en los cines a nivel internacional.