Muchas de las películas sobre boxeadores se parecen entre sí. Las hay más pesimistas o más optimistas, pero ninguna es demasiado diferente a las otras. Alguna excepción confirmará esta regla. Lo más interesante es que los largometrajes basados en la vida real de los grandes atletas del ring también se parecen mucho a las inventadas para la pantalla. George Foreman, el gran campeón de peso pesado, tiene una historia que merecía una película sobre su vida o una inventada, porque los tópicos serían los mismos.
George Foreman nació en Marshall, Texas, en 1949. Su infancia fue dura y pasó esos primeros años en la pobreza. Se sumó al programa social del gobierno Job Corps y finalmente encontró su camino convirtiéndose en boxeador aficionado. A los 19 años de edad sorprendió a todos cuando logró la medalla dorada en peso pesado en los controvertidos Juegos Olímpicos de México 1968. Para él, ese era el comienzo de una nueva vida, y aunque las circunstancias políticas de Estados Unidos eran complicadas, no dudó en flamear una pequeña bandera de su país luego de dicha victoria. George Foreman conoció la pobreza, el ascenso y también varios tropiezos, pero su historia no es la de un enemigo del sistema. Su rivalidad con Mohammed Ali ―luego transformada en amistad― dio uno de los combates más famosos de la historia del boxeo mundial cuando el 30 de octubre de 1974 se enfrentaron en Zaire en la llamada “La pelea en la selva”.
La película cuenta a toda velocidad estos y otros eventos porque la vida de George Foreman tiene varias vueltas y reconversiones que lo convirtieron en un personaje único. Cuando se enfrentó a la muerte abandonó el boxeo y se convirtió en ministro y predicador bautista, pero ni por asomo ese sería su final. Esta biografía prolija y sin estridencias cuenta eso y más. Las nuevas generaciones, claro, lo conocen, además, por vender las parrillas eléctricas que lo han tenido como su cara visible, logrando un nuevo éxito sin precedentes. Boxeador, empresario, predicador, eso es George Foreman y la película busca abarcarlo todo. Por momentos lo logra, aunque se adivinan muchas simplificaciones.
Khris David interpreta a George Foreman y enfrentó el desafío de tener un cuerpo a la altura de los dos momentos importantes de la carrera deportiva de su personaje. Cómo su entrenador, Doc Broadus, está el ganador del Oscar y verdadera leyenda Forest Whitaker, lo que le aporta un valor extra a todo. La película no es de gran presupuesto y eso también se nota. Su festejo del lado religioso de George Foreman es de una honestidad que no todas las películas aceptan, porque para el cine muchas veces la historia de un perdedor sin redención funciona mucho mejor, pero el director y productor George Tillman Jr. es leal al personaje retratado y lo muestra en todas facetas. Como siempre, luego de ver una película sobre un personaje tan rico, buscar su biografía y las imágenes de sus peleas es un complemento para disfrutar de forma completa la vida de un campeón que figura entre los más grandes de todos los tiempos.
Disponible en HBO Max.