El cine de terror tiene una forma compleja de relacionarse con sus fanáticos. Son los villanos y no los héroes, los que atraen a los espectadores desde el comienzo del género. En el fondo, el castigo que los monstruos llevan adelante, es una forma de trabajar la culpa que los espectadores llevan encima. Desde una vida de pecado hasta una conducta criminal, muchas veces los monstruos vuelven a poner orden en una sociedad corrupta. No siempre, claro, a veces son simplemente el mal. Y muchas veces, aunque detrás de sus acciones hay una forma de justicia, esta se realiza de forma violenta, arbitraria y con víctimas laterales que nada tienen que ver con las motivaciones que dan origen a la venganza.
Nocivo es el ejemplo perfecto de todo lo mencionado, aunque sin las divertidas ambigüedades que el cine de terror nos ha regalado a lo largo de más de cien años de puro cine. La protagonista de la historia es Christine (Eva Green), una diseñadora de moda que sufre una misteriosa enfermedad que los médicos no pueden diagnosticar, pero que atenta contra su matrimonio, su familia y su trabajo. Este mal sin explicación podría ser resuelto por una mujer filipina que llega para ayudar a Christine en su casa. Pero la salvadora tal vez tenga un plan oculto que podría llevar a un resultado aún peor.
La película logra mantener el misterio durante un buen rato, con varias escenas efectivas e inquietantes, aunque luego, necesariamente, debe encontrar su camino hacia la explicación de los motivos y el sentido de la enfermedad de Christine y las intenciones de Diana, la mujer filipina que la cuida y la controla a la vez. Como en muchas historias de asistentes, mayordomos y niñeras, aquí la persona empleada va torciendo el destino de la familia hasta que los lazos que unen a sus integrantes se resquebrajan y caen a pedazos. En eso el largometraje también consigue su objetivo.
Hacia la mitad de la trama es bastante obvio cuál es el camino que la historia tomará y no es difícil adivinar todo lo que sigue. Su intención de denuncia es bastante transparente y previsible. Lo más destacable es ver la interacción entre dos estrellas europeas, Eva Green y Mark Strong, con una estrella del ascendente cine filipino, Chai Fonacier. Esta producción entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Filipinas muestra las posibilidades de cruzar universos e imaginarios de forma todavía no del todo lograda pero con posibilidades a futuro.
El título se encuentra disponible para ver en HBO Max.