El actor estadounidense Harrison Ford volvió a enfundarse el sombrero y el látigo en Indiana Jones y el dial del destino (Indiana Jones and the Dial of Destiny), la última entrega de una de las sagas más emblemáticas del cine. Ambientada en 1969, esta aventura global retrata a un Indy enfrentado a la jubilación tras más de una década como profesor distinguido de arqueología en el Hunter College de Nueva York.
La calma de su retiro se ve interrumpida por la aparición de Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge), su ahijada apartada que busca el legendario Dial de Arquímedes, un artefacto capaz de localizar fisuras en el tiempo que su padre encomendó a Indy tiempo atrás. Tras sustraer el Dial, Helena se convierte en el objetivo de Jürgen Voller (Mads Mikkelsen), un exnazi y físico en el programa espacial de Estados Unidos que tiene un siniestro plan para el destino del mundo.
El film reúne a Ford con un elenco estelar que también incluye a Antonio Banderas, Karen Allen, John Rhys-Davies, Shaunette Renée Wilson, Thomas Kretschmann, Toby Jones, Boyd Holbrook, Olivier Richters y Ethann Isidore. Bajo la dirección de James Mangold, conocido por Ford v Ferrari y Logan, la película fue escrita por Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, David Koepp y Mangold, basándose en personajes creados por George Lucas y Philip Kaufman.
“Indiana Jones es un personaje que siempre nos sorprende”, había dicho el cineasta en declaraciones oficiales difundidas por Walt Disney. “Puede ser egoísta, puede ser empático, puede ser valiente, puede ser cobarde. Y Harrison mantiene unidos todos estos elementos contradictorios. Indiana Jones no es un héroe griego en el Olimpo, es un personaje muy humano. Creo que todas sus excentricidades, ansiedades, neurosis y debilidades forman parte de su atractivo. Pero tiene un superpoder: es increíblemente afortunado”.
Kathleen Kennedy, Frank Marshall y Simon Emanuel se encargaron de producir el proyecto, mientras que Steven Spielberg y George Lucas se mantuvieron como productores ejecutivos. Todos ellos lideran el equipo detrás de la quinta entrega, con John Williams a cargo de la banda sonora, como ha hecho en cada aventura del personaje desde Los cazadores del arca perdida (1981).
Indiana Jones se ha posicionado como uno de los aventureros más queridos y exitosos en la historia del cine, solo superado por Atticus Finch (Gregory Peck en Matar a un ruiseñor) según el Instituto Americano del Cine. En un contexto moderno, Mangold asumió las riendas del último capítulo, con una narrativa que reconoce la edad del personaje y ambienta su acción a finales de los 60, una época que contrasta con el heroísmo de un personaje inspirado en los seriales de los años 30 y 40.
La trama gira en torno al Dial de Arquímedes, inspirado en el mecanismo de Anticitera, un artefacto que en la vida real ha sido descrito como el más antiguo ejemplo conocido de un ordenador analógico. Esta elección permite explorar temas como el tiempo, las oportunidades perdidas y los errores irrevocables.
Indiana Jones y el dial del destino tuvo su paso por los cines a mediados de este año y se le promocionó como una despedida épica para uno de los rostros más icónicos de la pantalla grande. La secuela, que trajo de vuelta a Indy más de una década después, superó los 383 millones de dólares en taquilla global; aunque esta cifra la ubicó por debajo de su predecesora, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), que se posicionó en los 790 millones de recaudación en todo el mundo. A partir de este 1 de diciembre, puedes ver la película en el catálogo de Disney+.