El final de la segunda temporada de Loki es, claramente, un hito para Tom Hiddleston que ha vivido más de una década interpretando a la deidad nórdica. “Creo que han pasado 14 años para mí, pero quizá solo 12 años para el público. Supongo que 12 años es mucho tiempo, pero ha sido el viaje más extraordinario y ha sido tan inusual”, comenta el actor en conversación con Infobae. “No lo esperaba cuando me eligieron”.
La primera vez que el artista británico apareció ante el público como el villano fue en 2011, en la película que introdujo a los hermanos asgardianos al Universo Cinematográfico de Marvel. “Tuve suerte de que se me presentara un personaje complejo muy interesante que pensé que interpretaría una vez, en una historia interesante sobre padres, hijos y hermanos. No imaginaba que iba a ser esta montaña rusa de varias películas y temporadas”, añade en la conversación.
Un rol de contrastes
La intención de desarrollar más historias con Loki se concretó en la serie de Disney+ creada por Michael Waldron en 2021. La trama, además, fue la plataforma ideal para explorar el potencial del multiverso y las líneas de tiempo en el UCM. La primera temporada de la ficción fue un éxito total y, por ello, el desafío para la segunda tanda de episodios era mayor. Para Hiddleston, “el círculo se cierra” en el capítulo final que se estrenó el 9 de noviembre. “Desde el momento en que empecé a investigar a Loki, el personaje siempre estaba comprometido con ideas de pertenencia, identidad y propósito. Estas ideas regresan y se redefinen aquí”.
“Me encantó lo rico y profundo que era Loki como personaje. Loki tiene un rango amplio: es encantador, travieso y juguetón, pero también está solo y vulnerable y con dolor”, reflexiona la estrella de Hollywood. “Y a veces él es su peor enemigo y se interpone en su propio camino. Siempre ha habido aspectos psicológicos muy interesantes en qué pensar al interpretarlo”.
Puedes ver las dos temporadas de Loki en el catálogo de Disney+.