“Belleza superior” es como la industria del entretenimiento coreana describía a Sulli, uno de sus “productos” más preciados que debutó como cantante a los 15 años junto al grupo femenino f(x). Entonces, su mayor talento era su apariencia, su actitud pasiva, casi infantil y reservada, personificando el estándar de lo que debía ser idol. Hasta que la fantasía terminó cuando decidió cuestionar activamente a la maquinaria que la creó, alzando la voz sobre la salud mental, el ciberacoso y el derecho de las mujeres; una rebeldía que no le perdonarían jamás ni sus colegas y mucho menos el público, convirtiéndola en blanco de críticas e insultos que debió enfrentar hasta el 14 de octubre de 2019, fecha en la que falleció por suicidio.
Esta complejidad en su vida personal y profesional es el foco de Persona: Sulli, el último proyecto de la artista que acaba de estrenarse en Netflix y está compuesto de dos partes: “4: Clean Island” y “Dear Jinri”. En la primera parte, Sulli retorna a la actuación, interpretando un rol conceptual en un drama que narra la historia de un cerdo en busca de un paraíso utópico, donde debe enfrentar sus pecados pasados.
Por otro lado, la segunda parte es una entrevista documental que se adentra en la vida de Choi Jin-ri (nombre real de la cantante) más allá de los escenarios. Aquí, se revelan sus luchas internas y su visión crítica de la factoría que la vio crecer. Este segmento íntimo expone la dualidad de su identidad, dividida entre la persona y la figura pública. “Desde mi punto de vista, la gente no ve a los famosos como seres humanos. Cuando entré en el sector, lo que más oía como idol era: ‘Eres un producto y existes para darle la mejor calidad a la gente”, menciona durante la sesión de preguntas.
Una lucha contra el sistema
Jin-ri también reflexiona cómo su físico se convirtió en una carga, centrando toda su existencia en la superficialidad. “Creo que siempre me sentí obligada a la idea de ser bonita”, enfatiza. Además, responde cuestiones acerca del feminismo, su decisión de no usar sujetador (brasier) en público y hablar sobre su vida amorosa abiertamente, algo inusual entre los artistas, lo cual germinó una ola de acoso en línea.
La muerte de Sulli, a la que se sumó la de Goo Ha-ra de KARA un mes después, fue influyente en la escena musical. Su partida prematura inició discusiones sobre acciones legales contra el bullying cibernético, y dio impulso para que cada vez más artistas femeninas protestaran sobre el conservadurismo y la doble moral en su país.
Persona: Sulli no solo es un tributo, sino también una exploración de las presiones y desafíos que enfrentan las estrellas del K-pop. El documental está disponible para su reproducción en la plataforma de Netflix.