Terror en el mar (Deep Fear, Gran Bretaña, 2023) es una nueva película donde el mayor atractivo son los tiburones. La palabra tiburón va a remitir para siempre al clásico de Steven Spielberg, Tiburón (Jaws, 1975), y no hay largometraje que tenga escualos que no sea necesariamente expuesto a la comparación. Cuánto más delirante sea la propuesta, como por ejemplo la saga de Sharknado (2013), más chances tiene de que la comparación quede en segundo plano. Hay de todo y para todos, y la moda en el presente es el megalodón de las películas con Jason Statham. Pero Terror en el mar busca su identidad al mezclar a la criatura marina con una historia de tráfico de drogas.
El personaje central es Naomi (Madalina Ghenea) una joven que en el aniversario de la muerte de sus padres, algo decepcionada con su novio por no recordar ese día, se hace a la mar con su barco en el Caribe y en ese trayecto se cruza con un naufragio. Dos sobrevivientes piden auxilio en los restos que quedan de una embarcación que se ha hundido. Sin poder esperar por la llegada de más ayuda, Naomi salva a la pareja sobreviviente, sin sospechar que eso la comprometerá en una historia de crimen que incluirá un rescate bajo el agua y la amenaza de un tiburón asesino.
Tiburón con sed de sangre, tráfico de cocaína, una pareja de ¿españoles? que guarda un secreto, una protagonista que aún siente un trauma de su pasado y un novio que se siente culpable y es el primero en sospechar que algo anda mal. De fondo, las aguas del Caribe, quizás lo único interesante dentro de una película difícil de tolerar. Porque si el guión es malo, no lo es más que las actuaciones, un puñado de actores fuera de tono, desde el primero hasta el último.
Para quien vea en la actriz principal algo que le suena conocido, es bueno recordar que Madalina Ghenea —además de ser modelo— fue quien interpretó a Sophia Loren en la película House of Gucci de Ridley Scott. Y la actriz Macarena Gómez, una de las rescatadas del naufragio, ha trabajado varias veces con Álex de la Iglesia, pero mucho mejor que lo que se puede ver acá. Ghenea podrá tener una belleza “a lo Sophia Loren” pero es importante recordar que la recordada actriz italiana era una gran intérprete, cosa que Ghenea, al menos por lo que se ve acá, no lo es.
Terror en el mar no funciona como película de tiburones ni tampoco como película de suspenso. Falla en ambos aspectos y se sirve de la fama del género para atraer al público. Difícilmente alguien se sienta feliz por el resultado. Los efectos visuales, por otro lado, son de muy baja calidad. Si no hay presupuesto, al menos hay que saber filmar, esa es la gran enseñanza que nos dejó esa obra maestra llamada Tiburón.