Depresión, bipolaridad, trastornos de pánico. Estas son algunas perturbaciones en salud mental que explora la serie coreana Una dosis diaria de sol (Daily Dose of Sunshine) a través de sus 12 episodios. Por medio de una propuesta narrativa que invita a la empatía, la historia de la enfermera Jung Da Eun (Park Bo Young) también resalta la importancia de prestar atención a la mente y las emociones de uno mismo. Y así como se acude al médico general a curar el cuerpo, también es necesario pedir ayuda cuando el alma se siente agobiada.
El k-drama de Netflix nació a partir de un webtoon homónimo publicado por Lee Ra Ha. Ella, que fue profesional de salud, creó el relato inspirándose en experiencias vividas durante su servicio como enfermera. La mirada didáctica de su historieta capturó la atención del director Lee J. Q., quien aceptó el reto de trasladar la trama a la pantalla chica. “¿No necesitamos acaso historias que consuelen y ayuden a nuestros corazones en medio de esta sociedad ajetreada?”, expresó sobre la perspectiva que tomó en la producción.
Este viaje inicia con la llegada de Jung Da Eun como enfermera de la Unidad de Psiquiatría de un hospital. Sus nuevos colegas sienten curiosidad por su traslado, y ella misma no está segura de las razones que la han conducido a trabajar ahí. Solo siguió el consejo de su jefa de medicina interna, quien le dijo que encajaría mejor en ese departamento pues “se preocupa demasiado” por los pacientes. Esa sugerencia en realidad enmascara otro motivo, y cuando la joven se entera casualmente de ello, no puede evitar una oleada de inseguridad. Escondiendo su ansiedad, el personaje de Park Bo Young trata de adaptarse a su nuevo entorno. Psiquiatría no es un área sencilla y lo descubre en su primer día. Aunque al inicio comete errores, ella es observadora y se preocupa sinceramente por ayudarlos a recuperarse.
Al igual que en la serie Pasillos de hospital, la ficción también inserta otros arcos narrativos. El mejor amigo de Da Eun, Song Yu Chan (Jang Dong Yoon) lidia con las consecuencias del excesivo estrés en su primer trabajo; mientras una de las enfermeras más experimentadas lucha para balancear su carga laboral con el cuidado de sus hijos. La dosis de romance avanza en segundo plano, con el interés del cirujano Dong Go Yun (Yeon Woo Jin) y los sentimientos que surgen en Yu Chan hacia la protagonista.
El guion escrito por Lee Nam Kyu (Con tacto especial) dedica un capítulo a cada paciente que llega a la Unidad de Psiquiatría. Es complicado describir con palabras lo que vive una persona con bipolaridad, o la desesperante sensación de asfixia de una crisis de pánico; pero el drama aprovecha recursos audiovisuales para representar cada afección e intentar comprender estos trastornos. Hay investigación y asesoría genuina en dichas metáforas, como también en los consejos que trascienden a la historia.
Algo que tienen en común varios personajes es que, al comienzo, ignoran los síntomas que aparecen como indicios de un problema mayor; pero la serie también resalta lo importante que es encontrar una red de apoyo que lo sostenga a uno “cuando sea difícil respirar”. Una dosis diaria de sol ya está disponible en Netflix.