Un héroe popular, una celebridad de televisión; pero en el fondo, tan solo un criminal deseoso de reconocimiento. John Gotti, jefe de la familia mafiosa más prominente de los Estados Unidos, conquistó con su carisma y trajes hechos a medida a los medios de comunicación y el público; siendo tan célebre que incluso la revista Time encargó un retrato suyo al icónico artista Andy Warhol. Sin embargo, el nuevo documental de Netflix de tres partes, Atrapen a Gotti (Get Gotti) se adentra en la complejidad de este personaje, desentrañando la vida del hombre detrás del mito mediático.
La serie retoma la historia en un punto crucial: 1985, cuando Gotti orquestó el asesinato de Paul Castellano, entonces líder de la organización Gambino. Su acto audaz no solo lo colocó en la cima de la mafia neoyorquina, sino que también lo convirtió en un objeto de fascinación. Asesinato, usura, extorsión, obstrucción de la justicia, evasión de impuestos y apuestas ilegales eran tan solo un puñado de los delitos en los que incurría en aquellos años.
Basando su investigación en imágenes de archivo, extractos de conversaciones telefónicas y entrevistas con mafiosos y exagentes, la producción ofrece una visión detallada a la extraña estrategia de evasión a la justicia de Gotti, que consistía en una combinación de astucia, encanto y, en ocasiones, pura suerte.
El final de un infame escurridizo
La habilidad de Gotti para prolongar su impunidad se debió en parte a la codicia ajena reflejada en una falta de cooperación entre las diversas agencias de la ley que lo perseguían: el FBI, el Departamento de Justicia y la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado. Todas ellas mostraban la tendencia de actuar más como rivales que como colaboradores, ansiando adjudicarse el encarcelamiento del capo como premio.
Como se prevé, la carrera hizo que su caída fuera tan espectacular como su ascenso. Su suerte cambió cuando Salvatore Sammy the Bull Gravano, su mano derecha, decidió colaborar con el FBI. Este proporcionó pruebas cruciales que llevaron a la condena de Gotti en 1992 por la serie de delitos graves. Condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, Gotti murió en prisión en 2002 a los 61 años, víctima de cáncer de garganta.
Los tres capítulos de Atrapen a Gotti narran el ascenso y caída fulminante de quien fue el mafioso más famoso de Nueva York, contado por las propias personas que posibilitaron su condena.
El título se encuentra disponible dentro del catálogo de Netflix.