Una linda mañana logra algo más difícil de lo que parece. Este drama realista lleno de humanidad consigue que los personajes y sus conductas sean verdaderamente parecidos a la vida cotidiana. Muchas películas dicen ser auténticas, pero sólo son imitaciones de la verdad. En este metraje dirigido por la prestigiosa realizadora Mia Hansen-Løve, los sentimientos y las vicisitudes de los protagonistas son cercanas a cualquier espectador, logrando una emoción fuerte que, a pesar del drama, resulta igualmente luminosa.
El centro del relato es Sandra Kienzler (Léa Seydoux), una joven viuda y con una hija pequeña, Linn (Camille Leban Martins), que trabaja como traductora e intérprete en París. Cuida de su padre, Georg (Pascal Greggory), un ex profesor de filosofía al que le han diagnosticado el síndrome de Benson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta sus capacidades cognitivas y visuales. Georg ya no puede seguir en su casa y de un hospital tiene que pasar a un hogar de ancianos. Sandra, junto con la actual esposa del padre (Fejria Deliba) y la ex mujer de este (Nicole Garcia), deberán acompañarlo en el difícil proceso y hacerse cargo del departamento y todo lo que queda en él, incluyendo sus libros. En paralelo, Sandra se reencuentra con un viejo amigo Clément (Melvil Poupaud) con el que empieza un romance, aunque él está casado.
La maestría de Mia Hansen-Løve consiste en nunca subrayar el drama, jamás caer en el melodrama, pero tampoco entregarse a lo irrelevante o sin fuerza. Cada escena, por más cotidiana que sea, tiene interés, tiene emoción y tiene también ideas. La directora y guionista sabe conservar interesado al espectador mientras va entregando poco a poco su mensaje. El título del filme plantea un genuino optimismo dentro del intenso dilema que rodea a la familia en ese momento. A veces los momentos más importantes no poseen la violencia o el ruido de otras ficciones, pero eso no significa que no lleguen a lo más profundo del corazón de las personas y, en este caso, de los espectadores.
Una de las ideas más bellas y profundas de Una linda mañana es acerca de los libros y los objetos que el padre deja atrás. La idea de que la biblioteca personal de alguien es la síntesis de todo lo que es. Una biblioteca como sinónimo de identidad. Por eso no es sólo importante para quien la posee, sino para aquellos que sienten que desarmarla es de alguna manera separar las partes que conforman dicha personalidad. Todo esto es planteado sin exageraciones ni frases rimbombantes, tan sólo confiando en que el espectador sabrá reconocerse en todos y cada uno de los gestos más humanos que esta gran película posee.
Puedes encontrar Una linda mañana en el catálogo de HBO Max.