Han pasado 13 años desde que una serie irrumpió en la escena televisiva para marcar un hito en el género de terror y posapocalíptico. El episodio piloto de The Walking Dead, titulado “Days Gone By”, se estrenó en 2010 y no cabe duda alguna de que fue una obra maestra de 67 minutos que estableció un estándar elevado para el programa basado en los cómics creados por Robert Kirkman. Aunque este desempeño no se mantuvo con el paso de las temporadas, para muchos es inolvidable el hecho de haber sido testigos del inicio de esta gran historia que protagonizó, en principio, el policía Rick Grimes (rol que ejerció Andrew Lincoln por muchos años).
Frank Darabont, conocido por su trabajo en películas como Sueño de fuga y Milagros inesperados, fue el director y escritor del piloto. Como todo un fanático de las películas de zombis de George A. Romero y apasionado por este tipo de historias, luchó durante cuatro años para convertir las historietas en una adaptación para la pantalla chica. Su visión para este punto de partida fue tan clave que siempre será recordado como el primer episodio más visto en la historia de la señal AMC —donde continúa emitiéndose hasta la fecha— tras atraer 5,35 millones de espectadores de hogares estadounidenses. Para quienes vivimos en América Latina, recordaremos siempre haberlo visto a través del ya desaparecido canal FOX.
Darabont escribió y dirigió el primer episodio de la serie que se emitió el 31 de octubre de 2010, la fecha festiva de Halloween en Estados Unidos. Su interés en la obra de Kirkman hizo posible un acuerdo con AMC para desarrollar un piloto que adaptara el primer capítulo de los cómics. El rodaje se llevó a cabo en Atlanta, Georgia, y se filmó en película de 16 mm, además de contar con efectos especiales por computadora. Para anunciar su lanzamiento en todo el mundo, gozó de una buena estrategia de promoción durante los meses previos a través de la televisión, así como de una campaña publicitaria con eventos de invasiones zombi en ciudades de EE. UU. como Nueva York, Washington y D.C.
“Days Gone Bye” llegó a 120 países de todo el mundo y la recepción de la crítica y el público fue excepcional. El consenso fue inmediato: el mundo presenció uno de los mejores inicios de una ficción de horror. Y gran parte de este brillante resultado se debió a la actuación de Andrew Lincoln, quien se mantuvo como un sobreviviente solitario en múltiples escenas, y a la cuidadosa dirección del cineasta. Incluso, por su impacto, se le comparó con el piloto de Lost, transmitido en 2004.
La ruptura entre Frank Darabont y AMC
Sin embargo, la relación de Frank Darabont con AMC se deterioró rápidamente. Dejó The Walking Dead durante la producción de la segunda temporada debido a desacuerdos sobre el presupuesto y la duración de la temporada. Desde su salida, ha habido múltiples demandas legales entre Darabont y AMC, y la comunicación entre las dos partes se mantuvo tensa. Glen Mazzara lo reemplazó en el cargo de showrunner en la segunda y tercera temporada para más tarde ser relevado por Scott M. Gimple hasta la octava entrega.
Se cree que la serie nunca ha logrado igualar la calidad del episodio piloto. Aunque ha introducido nuevos personajes y tramas a lo largo de sus 11 temporadas, es notable que experimentó una disminución en la calidad narrativa y pasó de ser una obra maestra del género de horror a una propuesta de televisión más convencional. El episodio piloto “Days Gone By” sigue siendo un tema de discusión entre los fanáticos y especialistas, muchos de los cuales consideran que el título podría haber seguido una trayectoria diferente si Darabont hubiera continuado en su papel como director creativo.
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