Cómo la muerte de la Reina Isabel II reescribió el final de “The Crown”

Netflix dio a conocer que lanzará los primeros cuatro episodios de la última y sexta temporada de The Crown el 16 de noviembre, y los seis episodios finales el 14 de diciembre. Imelda Staunton, que asumió el papel de la Reina Isabel II en la quinta temporada, vuelve a interpretar este poderoso personaje en el cierre de la serie que dramatiza la vida de la Familia Real. La siguiente fase se centrará en sucesos clave que moldearon la vida de la monarquía británica y la historia contemporánea del Reino Unido, incluyendo la muerte de Lady Di.

Staunton tomó el rol de la Isabel II del Reino Unido, sucediendo las interpretaciones previas de Claire Foy y Olivia Colman. Dominic West y Elizabeth Debicki volverán como el Príncipe Carlos y la Princesa Diana, respectivamente, al igual que Olivia Williams como Camila Parker Bowles. Jonathan Pryce será el Príncipe Felipe, Lesley Manville tomará el papel de la Princesa Margarita y Salim Daw y Khalid Abdalla volverán como Mohamed Al Fayed y Dodi Al Fayed respectivamente.

Peter Morgan, creador de The Crown, reveló que tuvo que modificar el final de la sexta temporada tras la muerte de la Reina Isabel II. En una entrevista con Variety, señaló que, aunque la monarca no había fallecido cuando escribió el guion, sintió la necesidad de abordar su deceso en el último episodio debido al impacto emocional que su funeral tuvo en el público: “Debido a lo profundamente que todo el mundo lo habrá sentido, tuve que intentar encontrar una forma en la que el episodio final tratara la muerte del personaje, aunque aún no hubiera muerto”.

Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, indicó que inicialmente se consideró concluir la ficción televisiva con la muerte de la reina, pero ella “sobrevivió efectivamente al programa”. Morgan considera que el año 2005 es el punto adecuado para detener la narrativa. “Es el límite para mantenerlo histórico, no periodístico”, afirmó. Asimismo, destacó que su regla general es dejar un espacio de diez años entre el pasado y el presente, pero en el caso de esta producción, duplicó ese margen para mantener un grado de “dignidad”.

El ganador del Emmy también abordó la singularidad del drama histórico como una de las pocas representaciones ficticias de la realeza británica que no recurre a la sátira. En cuanto a su posición sobre la monarquía, Morgan se describió como un monárquico “por aprecio a lo que hacen cuando lo hacen bien”, aunque reconoció que el sistema es “injusto en la democracia moderna”. Sarandos, por su parte, cree que la serie ha humanizado a la familia real, haciendo que figuras “por diseño no relacionables” se vuelvan accesibles para el público.

Ambos dejaron la puerta abierta a una posible precuela. Peter Morgan indicó que si regresa a The Crown, sería para explorar un período anterior a Isabel II. Existe una plena confianza de Netflix hacia él para plasmar nuevas historias si se presentan las circunstancias adecuadas. De acuerdo al escritor británico, trabajar en este proyecto fue un desafío extraordinario que, en definitiva, ha marcado un antes y un después en su trayectoria.

La exitosa serie que comenzó a emitirse en 2016 llegará muy pronto a su fin con el estreno de su sexta temporada.