La última película de la franquicia más provocadora de MTV llegó a Netflix

“Jackass por siempre” muestra al viejo grupo haciendo las mismas cosas, pero más cansados

Veinte años de riesgo y risas, así fue el regreso de "Jackass por siempre". (Créditos: Netflix)

Johnny Knoxville, Spike Jonze, Jeff Tremaine, y Bam Margera crearon hace 20 años un concepto: un grupo de jóvenes realizaría diferentes desafíos físicos llenos de peligro, con resultados absurdos, violentos o escatológicos. Poniendo sus propios cuerpos en juego, se dejaban filmar sin saber exactamente hasta qué punto podrían salir ilesos de pruebas controladas y al mismo tiempo no del todo medidas. Ese margen de error para la lesión real y las risas del grupo eran la clave del éxito. Pasaron dos décadas y aquí están con una nueva película. Jackass por siempre (Jackass Forever) es muchas cosas, pero no una producción graciosa. La fórmula que pasó de la exitosa serie al cine hoy está completamente agotada. Necesita demasiada complicidad e indulgencia de los espectadores para forzar risas. Es posible que la apuesta sea justamente esa, hacerle creer al público más fiel que es parte de este viejo grupo de amigos capaces de cualquier cosa con tal de lograr sus absurdos objetivos.

Su extraño formato de documental slapstick que mezcla gags armados con el registro de estos es una rareza que le ha dado a todo el concepto su encanto y originalidad. Lo que un comediante hace con muchos ensayos, protección o incluso dobles, los protagonistas de Jackass lo hacen de forma estructurada pero librados al azar, con mucho margen para que todo salga mal e incluso con la esperanza de que esto ocurra. Todos los que participaron de la serie y las películas terminaron en algún momento en el hospital. Médicos, enfermeros e incluso expertos en venenos animales rodean la producción según el gag armado para curar las heridas que inevitablemente surgirán. Pero esta vez, y como nunca antes, la nueva se ve artificial y en muchos momentos no consigue ser mínimamente creíble. El mundo ha cambiado y ya no son tan efectivos los trucos del grupo de amigos.

El humor extremo de Jackass: más curiosidad que diversión. (Créditos: Netflix)

Sin embargo, no todo es negativo y existen elementos que siguen siendo interesantes y no deben ser pasados por alto. La propuesta extrema que tiene el largometraje tal vez no lo sea tanto, pero con lo asustado que está el cine y la televisión hoy en día, este grupo de salvajes -sea gracioso o no- expone temas y situaciones que otras producciones evitan sistemáticamente. Los cuerpos, el dolor, los fluidos, la deformidad, los vómitos y el excremento como algo que existe y que la ficción e incluso el documental siempre evitan o lavan para que no sea tan chocante. La cámara lenta expone lo que el mundo quiere esconder, el grupo es bastante ecléctico y sus cuerpos no son particularmente bellos. Muchos de ellos son una pandilla de freaks, dicho esto en el término cinematográfico de la expresión, no como algo peyorativo. Todos forman parte de un grupo de pertenencia que los contiene y los hace sentirse contenidos. Ellos se divierten muchísimo más que los espectadores, no hay duda alguna. Eso era antes lo mejor que tenían, ahora solo queda la sombra de ese esplendor.

Parte del delirio de este nuevo largometraje es ver cómo se exponen a morir en una prueba, pero luego se los ve con barbijos, algo que no puede ser casual. Es una ironía buscada que debe tomarse como uno de los mejores chistes. La inclusión de una mujer en el grupo tiene autenticidad nula y la prueba es que no pueden excederse en los desafíos de los que ella participa. Aunque, como se dice en internet, por algún motivo las mujeres viven más. Jackass siempre fue el reflejo de esa adolescencia mal curada de los hombres. No existe, sin embargo, algo más complejo de lo que se ve. Este ensayo sobre la comedia física es más interesante que divertido y más curioso que gracioso. Una cámara oculta en el año 2022 es aún menos graciosa de lo que era hace 20 años atrás, cuando también era la forma más tonta de hacer humor. Y las bromas pesadas de común acuerdo son un asunto entre ellos, no ofenden a nadie porque es su trabajo y lo que venden. Como idea del humor, es bastante violenta y desagradable, pero al mismo tiempo algo liberadora. Jackass por siempre tiene sus momentos y es lindo que sigan siendo amigos, al menos frente a la cámara. Johnny Knoxville tiene mucho carisma, como lo ha demostrado en todas sus películas como actor, pero ya está cansado, un poco viejo y se nota en cada escena, donde básicamente actúa alegría y diversión. Tiene un rictus feliz tan forzado que da vergüenza y algo de amargura.

La inclusión de la mujer en "Jackass", ¿es un desafío auténtico? (Créditos: Netflix)

Jackass fue una serie de televisión que se emitió originalmente por MTV entre el año 2000 y 2002. Varias películas y ramificaciones la convirtieron en una leyenda. Supieron, incluso, aprovechar el 3D para hacer sus bromas características. Veinte años no es nada, decía un tango, pero cuando se trata de ser atropellado por un toro, mordido por una serpiente o lanzado de un golpe violento de espaldas a una pileta de natación, son algo que se siente en los huesos y el corazón, algo que ya comienza a notarse, más allá de una creativa, simpática y provocadora escena de apertura de esta que, aunque incluye el “por siempre” en el título, parece anunciar que ya es hora de despedirse.