Pasaron ya más de 20 años desde el estreno de esta verdadera obra maestra de la televisión. Esta miniserie de diez episodios fue producida por Steven Spielberg y Tom Hanks. Hermanos de sangre es más conocida como Band of Brothers, pero ambos títulos fueron usados fuera de Estados Unidos. Está basada en el libro de Stephen E. Ambrose publicado en 1992 del mismo nombre. Hanks y Spielberg habían realizado, tres años atrás, Rescatando al soldado Ryan, otra obra cumbre del cine bélico centrada en la Segunda Guerra Mundial. La historia está narrada en capítulos de aproximadamente una hora y se estrenó el 9 de septiembre del año 2001 por HBO, dos días antes del ataque terrorista ocurrido el 11 de septiembre. Ganó el Emmy y el Globo de Oro a mejor miniserie, entre muchos otros premios.
Al igual que Rescatando al soldado Ryan, su calidad técnica, sus méritos artísticos y la potencia de su historia se mantienen intactas; incluso se puede decir que el tiempo no ha hecho más que mejorarla. Fue realizada en un momento clave, cuando los protagonistas de esas historias todavía vivían para contar la historia e incluso ofrecer su experiencia para cambiar elementos del guión en algunos detalles que solo quien estuvo allí puede conseguir. La ficción cuenta la historia de la generación que liberó a Europa y al mundo del nazismo. Aquellos que pelearon por una causa concreta y fundamental para la libertad. El título es, por supuesto, un extracto del discurso previo a la batalla en la obra Henry V de William Shakespeare: “From this day to the ending of the world. But we in it shall be remembered. We few, we happy few, we band of brothers.”
Para lograr una narración perfecta y a la vez emocionante, sigue principalmente el derrotero de la Compañía Easy del 506º Regimiento de Infantería Paracaidista, de la 101ª División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos. Una unidad experimental de asalto aéreo fue creada para ser lanzada en paracaídas desde aviones de transporte C-47 sobre territorio enemigo. Si bien se trata de una serie coral, con muchos personajes, varios de ellos principales y otros tantos secundarios, estos últimos adquieren momentáneamente protagonismo en algún episodio. El guión suele hacer base en la figura de los tenientes Dick Winters (Damian Lewis) y Lewis Nixon (Roy Livingston). Desde el entrenamiento de la compañía que los llevará al Día D hasta el final de la guerra, los episodios fragmentan diez etapas muy concretas de la guerra y describen todo el proceso físico y psicológico que deben atravesar los personajes. Cada episodio abre con testimonios verdaderos de los miembros del batallón tomados en el año en que se realizó la serie.
Band of Brothers es uno de los retratos de la Segunda Guerra Mundial más ambiciosos y completos que se hayan realizado. Por eso es considerada por muchos como la miniserie definitiva sobre el desembarco de Normandía y todos los eventos que siguieron hasta finalizar la guerra en Europa, incluyendo la liberación de los campos de exterminio nazis. Es todo un mérito el no extender demasiado la historia, y pasar el tiempo exacto en cada uno de los momentos claves. No parece una película alargada, sino una perfecta producción corta para la TV. Esto lo consigue con una separación bien clara entre episodios, aunque al mismo tiempo todos forman parte del mismo recorrido. Desde el episodio inicial queda claro que ninguno de los personajes que aparecen tiene su continuidad asegurada. Ya sea porque lo trasladen, lo hieran o lo maten, a cualquier personaje le puede pasar cualquier cosa. Por ese motivo, en los testimonios de cierre de cada episodio no aparecen los nombres de los sobrevivientes que abren cada episodio. Recién al final de la serie sabemos quién es quién, cuando ya terminó la historia. El final, claro, es pura emoción.
Los diez episodios tienen un despliegue de acción que en algunos casos supera al de un largometraje. Es razonable imaginar que Steven Spielberg y Tom Hanks no iban a permitir que una obra definitiva como esta descuidara ese aspecto. Luego de la presentación de los personajes en el entrenamiento para la guerra del primer episodio, llega el segundo, donde se ve la batalla de Normandía en el Día D, con los paracaidistas llegando a Francia. Es inolvidable esa escena y todo el capítulo tiene una fuerza apabullante. Así se suceden episodios un poco más serenos y otros que son una hora completa de batalla. Dentro de cada uno de ellos hay escenas de heroísmo, cobardía, solidaridad, egoísmo y también momentos escalofriantes. No hay duda de que se buscó transmitir lo que significó la campaña de este grupo de militares norteamericanos en la parte final de la Segunda Guerra Mundial. El resultado es impecable.
Cada episodio tiene sus propias características. Soldados nuevos, soldados veteranos, más violencia o más suspenso. Incluso el episodio 5, dirigido por Tom Hanks, está construido a modo de flashback. Cada uno de los diez episodios vale la pena y cada uno de ellos ayuda a darle más potencia al conjunto. Está planificada al milímetro. Hay espacio hasta para poder ver el conflicto bélico desde el punto de vista del médico. Todo va armándose para los dos episodios finales, cada uno llegando a los mayores momentos de emoción y drama. No es que sean los dos mejores, porque todo es muy parejo, sino porque a esa altura todos los espectadores están realmente involucrados con la historia. Acción, reconstrucción de época muy bien lograda, y mucho presupuesto, pero a la vez un refinado análisis de la personalidad y el pensamiento de cada uno de los personajes.
El elenco es muy impresionante, pero visto a la distancia está lleno de futuras estrellas del cine y la televisión, lo que le da un valor extra. A Damian Lewis y Ron Livingston se les suma David Schwimmer, que en ese momento posiblemente fuera el rostro más conocido de todos. Neal McDonough, el exmilitar y actor Dale Dye, Donnie Wahlberg, Michael Cudlitz, todos actores de trayectorias anteriores o posteriores de gran relevancia. Pero también aparecen otros que se convirtieron en estrellas. Andrew Scott, James McAvoy, Michael Fassbender, Simon Pegg, Tom Hardy, Jimmy Fallon y Stephen Graham. Incluso Tom Hanks hace un cameo casi imperceptible en un episodio. Su hijo, Colin Hanks, también actúa. En ese aspecto, también es una serie legendaria.
El estreno en Netflix permite revisar Band of Brothers ahora con el título Hermanos de sangre. Una pena que no usen el original, pero eso no cambia en nada el hecho de que estamos hablando de una de las mejores miniseries de todos los tiempos, de hecho es considerada por muchos como la mejor. Steven Spielberg y Tom Hanks quedaron tan conformes con el resultado que nueve años más tarde produjeron El Pacífico (The Pacific), completando el mapa de la participación norteamericana en la Segunda Guerra Mundial. Esta segunda serie, muy recomendable también, está disponible también en Netflix.