Un gran personaje del cine de terror es nuevamente un éxito en Netflix

Leatherface protagoniza otra película dentro de la gran franquicia de “La masacre de Texas”

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Esta es la octava entrega
Esta es la octava entrega dentro de toda la franquicia "La masacre de Texas". (Netflix)

Leatherface: la máscara del terror es la octava película surgida a partir de la historia que contó Tobe Hopper en La masacre de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 1974). Cualquier conocedor del género sabe que ese clásico sigue siendo una de las obras maestras imprescindibles del terror. Esta nueva producción del 2017 elige el nombre del personaje más famoso de esta serie de films para conectar directamente con los fans, aunque en gran parte de Latinoamérica se conoció a dicho asesino como “El loco de la motosierra”. Por eso, la distribución en el continente incluye el agregado de la máscara para aclarar un poco más las cosas.

Como toda precuela, el thriller en cuestión se arriesga a no aportar nada; pero, al mismo tiempo, a meterse en un terreno irresistible para cualquier seguidor de una franquicia. Muchas grandes precuelas demuestran que puede ser una gran opción de relato. Pero existen personajes, como el que le da título a Leatherface, que poseen su principal encanto en la imposibilidad de entender su origen o darles una explicación a sus conductas. Que exista una familia caníbal en el medio de Texas es lo suficientemente aterrador como para necesitar decir algo más. Y que un personaje que no habla, simplemente se dedique simplemente a hacer daño con su motosierra es también motivo suficiente para tener pesadillas de por vida. Hacia adelante puede funcionar; hacia atrás puede ser una trampa.

Leatherface: la máscara del terror
Leatherface: la máscara del terror se sitúa 18 años antes de los sucesos del material original. (Netflix)

La película transcurre en la infancia y la adolescencia de Leatherface. Empieza en un siniestro festejo de cumpleaños cuando el protagonista de la historia cumple diez años y su familia desea iniciarlo en el asesinato. La tesis de este largometraje es que el personaje en parte es como es debido a los traumas de su infancia y adolescencia. Años más tarde, encerrado en un psiquiátrico, escapará junto con otros internos iniciando un derrotero de violencia y locura mientras la policía local los persigue en busca de venganza más que de justicia. El título busca mezclar la locura del protagonista con la maldad de los personajes que lo rodean o, incluso, de los que lo persiguen. En ese aspecto cobra algo más de interés, pero no el suficiente.

No hay reglas fijas para el cine, pero por los resultados acá se vuelve evidente que demasiada psicología aplicada a un personaje que no lo necesita, termina quitándole su aspecto más temible. Leatherface: la máscara del terror tiene, eso sí, altas dosis de violencia, las esperables para una que debe responder al más puro cine gore. No se puede pretender que un film que pertenece al mundo de La masacre de Texas no tenga al menos un momento espantoso de violencia gráfica difícil de tolerar. Pero más allá de ser fiel con eso, la narrativa se pierde al no conseguir originalidad o tensión real. Leatherface fue un personaje que cambió a lo largo de estas ocho películas, pero nunca volvió a ser lo inexplicable, misterioso y terrorífico que fue en el primer metraje.

Lil Taylor, Stephen Dorff y
Lil Taylor, Stephen Dorff y Sam Strike protagonizan la ficción. (Netflix)

El humor, que también sobrevoló parte de estas historias, acá lamentablemente está ausente; otro precio demasiado alto para mantener viva la serie ya entrado el siglo XXI. Cómo nota optimista hay que decir que, aunque no tuvo mucha suerte, una novena entrega llamada La masacre de Texas (2022), también disponible en Netflix, recupera la violencia, la locura y también el sentido siniestro del humor de los títulos anteriores.

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