Suspenso, acción y ciencia ficción en un mundo obsesionado por la juventud

La película alemana “Paradise” muestra las diferencias sociales en la lucha por no envejecer

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Cambia tu vida por dinero. En un futuro no muy lejano, un método para transferir años de tu vida de una persona a otra ha cambiado el mundo para siempre. (Netflix)

Aunque la sociedad ha evolucionado bastante en los últimos años con respecto a la vitalidad de las personas ancianas, la obsesión por mantenerse joven sigue siendo un tema. Paradise muestra un mundo del futuro donde una nueva tecnología permite a las personas transferirle años de vida a otras.

Así, las personas más valiosas para la sociedad, las más creativas y destacadas, podrían prolongar su existencia para darle más al mundo. Pero a la vez las más desamparadas, sin recursos económicos o en situaciones desesperadas, eligen renunciar a sus propios años a cambio de dinero y un futuro más breve pero más confortable. El dilema es bastante claro y esa es la base sobre la cual esta película alemana construye su relato.

"Paradise" y el precio de la juventud en un futuro distópico. (Netflix)
"Paradise" y el precio de la juventud en un futuro distópico. (Netflix)

Max (Kostja Ullmann) trabaja para la empresa que busca candidatos para los trasplantes de edad y hace finalmente los acuerdos económicos para cada uno. Él está casado con Elena (Marlene Tanczik), quien trabaja en un hospital. Ambos tienen una vida feliz y él hace oídos sordos a las críticas éticas al sistema que existen.

En paralelo, un grupo terrorista busca destruir este gigantesco y turbio negocio del trasplante de edades. Pero, un día la desgracia golpea a la puerta de Max y Lilith, y ella debe pagar con sus propios años de vida una deuda inesperada. Esto cambiará la existencia de ambos y pondrá a Max en una carrera desesperada por cambiar la situación de su mujer.

Max y Elena, una pareja en el centro del del negocio del tiempo. (Netflix)
Max y Elena, una pareja en el centro del del negocio del tiempo. (Netflix)

La ciencia ficción siempre ha sido el espacio más propicio para toda clase de alegorías y metáforas acerca de los dilemas morales del ser humano. Desde los comienzos del cine el sci-fi ha prolongado las obsesiones del género en la literatura y ha explorado temas, como por ejemplo, la prolongación de la vida humana y los privilegios de las clases sociales a partir de futuros distópicos que no son otra cosa más que la versión exagerada del presente donde se han creado esas producciones.

La investigación científica se ha preocupado por la extensión de la vida, por lo cual no es raro que surjan estos tópicos en el género más cercano a la ciencia que existe. Pero Paradise no es sólo un debate ético y un retrato social, también es un largometraje de suspenso y una película de acción. El suspenso hace que la historia, de por sí interesante, se vuelva al mismo tiempo atrapante y la acción, por su lado, busca darle algo de ritmo a las escenas de transición. Una mezcla de géneros que ha sabido dar buenos resultados en muchos casos.

"Paradise" aborda el sci-fi, los dilemas morales y la obsesión por prolongar la vida. (Netflix)
"Paradise" aborda el sci-fi, los dilemas morales y la obsesión por prolongar la vida. (Netflix)

Aquí lo que mejor funciona es el suspenso mezclado con el drama. La facilidad con la que la vida de una persona pobre o endeudada deja de valer y las chances de los poderosos de terminar quedándose, incluso, con los años de los demás. Lo que no logra encajar correctamente es la acción y, por eso, el último tercio termina siendo muy inferior a los primeros dos y provocando momentos que la historia no necesitaba. Le roban fuerza y valor a todo lo desarrollado.

Esto no impidió que Paradise se subiera hasta lo más visto de Netflix, pero la sensación final es más negativa que positiva, aun con el buen arranque y planteo que tiene el largometraje.

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