El clásico de Jane Austen que se convirtió en un referente del romance en el cine

La adaptación de “Orgullo y prejuicio” ilumina la genialidad de Austen, llevando su visión del siglo XVIII al cine contemporáneo. Keira Knightley y Matthew Macfadyen protagonizan este inolvidable película

Saltan chispas cuando la enérgica Elizabeth Bennet conoce al soltero, rico y orgulloso Sr. Darcy. Pero el Sr. Darcy se encuentra de mala gana enamorándose de una mujer por debajo de su clase. ¿Podrá cada uno superar su propio orgullo y prejuicios? (Universal Pictures)

Hablar de Jane Austen es adentrarse de lleno en una perspectiva femenina repleta de realismo y resistencia que marcó una nueva era para las novelas románticas en el siglo XVIII. A simple vista, su obra podría parecer no muy compleja de adaptar, ya que mantiene los estándares propios de las historias de esa época: la mujer destinada a un marido. Sin embargo, en profundidad, la autora logró plasmar una mirada única para retratar la prisión invisible de las mujeres en escenarios cotidianos. Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice) es una adaptación estrenada en 2005 de uno de sus textos más poderosos que no solo retrata la testarudez de su protagonista, sino también la de su pretendiente: el amor como una batalla en la que ninguno cederá a la rendición.

Keira Knightley y Matthew Macfadyen son los actores que dieron vida a Elizabeth Bennet y el Sr. Darcy, respectivamente, en esta película de época dirigida por Joe Wright. A Knightley, el cine prácticamente la ha adoptado como un rostro hecho para este género ambientado en tiempos pasados, demostrando que su actuación encaja perfectamente en este tipo de roles. Por otro lado, Macfadyen ha cautivado a más de una generación como su co-estrella y ha sorprendido en los últimos años como una de las figuras más destacadas de la exitosa serie Succession.

Keira Knightley y Matthew Macfadyen, la pareja que dio vida a Elizabeth Bennet y al Sr. Darcy en "Orgullo y prejuicio". (Universal Pictures)

La historia nos introduce en las dinámicas familiares de los Bennet, cuyas hijas ya están en edad de encontrar un buen partido y casarse lo antes posible. Elizabeth rechaza la idea de seguir los pasos de sus hermanas, pues solo está interesada en leer y jugar en el columpio del patio. Para su madre, es vista como un caso perdido; mientras que, para su padre, es una joven inteligente y decidida a seguir otros ideales, algo que él respeta a pesar de no encajar en los moldes femeninos impuestos por la sociedad tradicional del Reino Unido.

La rutina habitual de Lizzy deja de serlo como tal cuando llega una presencia incómoda a su entorno, el Sr. Darcy. Es un hombre caballeroso, solitario y que aún está en la búsqueda de una esposa; no obstante, todas sus simpáticas cualidades despiertan un desdén en ella. Por esa razón, cerrará los ojos ante cualquier atracción que pueda sentir hacia este sujeto de la alta sociedad y juzga a sus hermanas por dejarse llevar por el amor o el compromiso económico. Las protagonistas de Austen suelen ser letradas, intelectuales, talentosas; pero no dejan de ser egoístas y cargan con cierta superioridad moral ante otras que carecen de cultura (sucede algo similar en Mujercitas).

Jane Austen y la influencia perdurable de su obra en la cultura moderna. (Universal Pictures)

En un principio, Elizabeth Bennet cree ser lo bastante inteligente para no dejarse atrapar en la prisión de un matrimonio. Pero, entre sus posibles opciones, tampoco consideró el hecho de enamorarse, se cerró por completo a una experiencia sin haberla vivido. Toma los libros de referencia o lo que sucede en su entorno, a pesar de que —en concreto— no sabe en qué consiste un romance. Y es que, cuando hay una voluntad propia, el casarse o no poco tiene que ver con un nivel de instrucción, porque los sentimientos no escuchan a la razón cuando hay una gran pasión de por medio.

Darcy, por su parte, es el reflejo de un hombre que puede tenerlo todo, pero le hace falta mucha valentía para olvidar su estatus social y seguir a su corazón cuando se trata de intentar un cortejo con la mujer a la que ama en secreto. Sus palabras pueden ser muy afiladas en momentos muy precisos, negándose una y otra vez a dar el paso que le corresponde como varón en este contexto, por más que las señales de atracción entre ambos son evidentes.

Entre el orgullo y el prejuicio: La lucha constante de amor, estatus y convenciones sociales. (Universal Pictures)

La química entre Knightley y Macfadyen dieron una magia única a la historia original de Jane Austen, acompañada de una brillante dirección para poner el foco en detalles muy específicos como la inolvidable escena de Darcy tomando la mano de Elizabeth para ayudarla a subir al carruaje como una conmovedora banda sonora compuesta por el italiano Dario Marianelli. Es un largometraje que pasó a convertirse en uno de los más esenciales dentro del género romántico en el cine y una magistral lección narrativa para todos quienes adoren este tipo de relatos.

Orgullo y prejuicio se puede ver en el catálogo de Netflix.

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