Netflix conserva en su catálogo de k-dramas uno de los títulos que impulsó la carrera de Ahn Bo Hyun, el actor coreano que ahora arranca suspiros en la serie Nos vemos en mi 19.ª vida. Se trata de la aclamada Itaewon Class, una historia que contagia la perseverancia de su protagonista y despierta indignación ante las injusticias que este enfrenta. La ficción que llegó a Netflix en 2020, es la oportunidad perfecta para comprobar la versatilidad de Ahn. Aquí, su personaje Jang Geun Won es todo lo opuesto a un galán de novelas: es uno de los villanos que desata la tragedia.
La figura principal de la historia es Park Sae Roy (Park Seo Joon), un muchacho con principios inquebrantables que, al ver una situación de bullying en su escuela, golpea al agresor en defensa de un compañero. Como el perpetrador es heredero del grupo Jangga ―una de las empresas de alimentos más poderosas del país―, sale impune del incidente y en cambio se le exige a Park que pida disculpas.
Sae Roy se rehusa y queda expulsado. Además, su padre, uno de los empleados más leales de la mencionada compañía, también pierde su trabajo en represalia. Aunque ambos enfrentan con optimismo este giro de la vida, una trágica noche, el mundo del joven vuelve a derrumbarse. Un accidente automovilístico provocado por un descontrolado Jang Gaeun Won causa la muerte del progenitor. Una vez más, el poder deja sin castigo al verdadero culpable. Es imposible terminar este episodio sin un un nudo en la garganta.
Una venganza diferente
Itaewon Class emplea el tono sombrío de su primer capítulo para explicar la motivación de su protagonista en el plan maestro que ejecutará con pasión y perseverancia algunos años después. Con ahorros en mano, Park Sae Roy llega al vibrante barrio de Itaewon para abrir su propio restaurante, un homenaje a su padre fallecido. La tarea no es sencilla pues los integrantes de su equipo no son expertos en el rubro culinario, sino que han sido reclutados por su lealtad y determinación.
Contra todo pronóstico, el bar DanBam comienza a tener buenos resultados, pero ello es percibido como amenaza por su competencia. Una vez más, el grupo Jangga intenta aplastar el emprendimiento de Sae Roy; aunque él ahora cuenta con más herramientas y aliados para desafiar al gigante corporativo en su propio ring.
Uno de los aspectos más destacados de Itaewon Class es su capacidad para inspirar. A través de los desafíos y triunfos de Park y su equipo, la serie argumenta que, con determinación y trabajo duro, es posible alcanzar los sueños, por inalcanzables que parezcan. Asimismo, el guion no teme abordar temas contemporáneos y relevantes, como la discriminación racial y de género, la inclusión y la aceptación de la diversidad.
Con un elogiado manejo del drama, el humor y la emotividad, esta es una de las producciones coreanas imperdibles en Netflix.
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