¿Cómo continúas una serie sin su personaje principal? Esta es la pregunta que se hicieron los guionistas de House of Cards cuando Kevin Spacey se vio envuelto en una serie de acusaciones por abuso sexual y Netflix se vio obligado a despedirlo. Mientras el mundo era testigo del escándalo, los fanáticos tuvieron que aceptar el amargo adiós a Frank Underwood, uno de los roles más grandes del actor y uno de los personajes más queridos de la pantalla chica. Recientemente, el estadounidense de 64 años fue absuelto de los cargos en su contra y ahora se habla de su regreso al cine e, incluso, un hashtag en Twitter ya promueve el regreso de Underwood pese a que la serie de televisión culminó en 2018.
La caída de Underwood y Spacey
House of Cards hizo historia en 2013 al convertirse en la primera serie producida para streaming en ser nominada a los premios Emmy. De ahí en adelante, la ficción se haría cada vez más popular y Frank Underwood se convertiría en un ícono de la televisión de la talla de Walter White en Breaking Bad o Tony Soprano en Los Soprano. Pero todo cambió abruptamente en 2017 cuando el actor Anthony Rapp declaró que, en 1986, cuando tenía 14, había sido acosado sexualmente por Spacey.
Lo que siguió fue un abrupto despido y un cambio rotundo en el argumento del programa, pese a que ya estaba encaminada a darle el protagónico a Robin Wright como Claire Underwood. En la trama, Frank muere inesperadamente mientras duerme, pero de forma anticlimática, dicho evento nunca se ve en pantalla. Ese recurso narrativo permitió a los escritores darle continuidad a la historia sin su personaje principal; sin embargo, su sombra continuó acechando la ficticia Casa Blanca y dejó un vacío evidente en la audiencia.
La sexta temporada no perdió tiempo en revelar la muerte de Frank y en cambio, centró la atención en los desafíos que Claire enfrentaría como presidenta. La decisión de matar al protagonista no fue fácil, de hecho, tras la salida de Spacey, hubo discusiones sobre si debían cancelar la serie por completo. Pero como los productores ejecutivos Frank Pugliese y Melissa James Gibson señalaron, el relato se trataba en última instancia de un matrimonio y su relación compleja. No iba sólo acerca de Frank, sino también de Claire, y su ascenso y descenso en la política.
A pesar de la ausencia de Frank, su presencia se siente constantemente. Claire tiene que lidiar con los compromisos y acuerdos hechos por su difunto marido, enfrentarse a los enemigos que quieren ocupar el vacío de poder y, lo más importante, redefinir su identidad y legado sin Frank al lado. Pero esta trama no fue suficiente y aquella sexta temporada fue la más decepcionante de todas y pasó a la historia como un horrible adiós a la magnífica historia política que había creado Beau Willimon.
El pedido para el regreso de Frank y Kevin
Por otro lado, parece que hay una especie de resurrección en el horizonte para Kevin Spacey. Hay planes de que aparezca en dos películas antes de fin de año: Control y Peter Five Eight. Además, se rumorea que podría asumir un importante cargo en el teatro británico. Sin embargo, queda por ver si el público está dispuesto a aceptarlo nuevamente o si, como Frank Underwood, su legado se verá manchado para siempre por su pasado.
Asimismo, en Twitter también se ha hecho una campaña para el regreso de Underwood bajo el hashtag #FU2024, en la que se promueve la realización de una nueva temporada de la ficción (una que podría reescribir los sucesos de la sexta). Si será posible o no, es cuestión de la plataforma de streaming en la que se lanzó dicho drama político.
Puedes ver las seis temporadas de House of Cards en Netflix.
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