Hay muchas series que se transforman en películas, así como muchas de estas que son adaptadas al formato de la televisión. El primer caso supone un difícil ejercicio para comprimir todas las ideas en dos horas, mientras que el segundo es un desafío para extender al máximo las posibilidades que otorga un largometraje exitoso. Los 13 episodios de Mentiras verdaderas (True Lies) son el nuevo desarrollo de un largometraje que duraba 2 horas y 24 minutos.
Es una comedia de acción dirigida y escrita por James Cameron en 1994, basada en una comedia francesa mediocre llamada La totale! (1991), de Claude Zidi. Se trata de uno de esos casos en los que el remake supera con creces a la obra original que lo inspiró. Cameron eligió a Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis para los roles principales, y transformó un film pequeño en una superproducción de Hollywood.
Fue un rotundo éxito y la crítica elogió los grandes méritos de esta comedia matrimonial con acción de primer nivel. Un éxito como ese, hoy en día, probablemente habría tenido una secuela, pero en aquel entonces todos pasaron a otros proyectos y la película quedó en el recuerdo. Ahora, en la búsqueda de más historias, se decidió realizar la versión en formato de serie.
Para quienes no conocen la trama original, la historia que cuenta la ficción es la de Helen Tasker (Ginger Gonzaga), un ama de casa de los suburbios que descubre que su esposo Harry (Steve Howey), supuesto consultor informático, es en realidad un experimentado espía internacional. El descubrimiento coincide con un incidente que obliga a Harry a reclutar a Helen como espía para salvarle la vida. Narra sus desventuras matrimoniales y, al mismo tiempo, las peligrosas misiones que deben enfrentar juntos el agente especial y su esposa, espía novata. Es una serie sobre una pareja, pero también es una serie de acción, al igual que la película.
La disyuntiva suele ser la misma de cualquier adaptación: elegir entre la fidelidad y la traición. Mentiras verdaderas, en su formato de serie, no quiere perder al público del clásico largometraje, por lo que se las ingenia para distribuir en los primeros episodios todos los elementos posibles que estaban en el guion de Cameron. Los suelta en distintas situaciones, para que el impulso del original le de un buen empujón al relato.
Pero eso no es suficiente, así que, inevitablemente, se agregan personajes y situaciones. Y lo que en su momento fue una película espectacular y memorable, ahora se convierte en una serie completamente estándar, destinada a perderse en el montón. Helen tiene mucha más vida como espía, pero eso arruina el chiste de pasar de ama de casa a agente, algo que sólo funciona en los primeros capítulos. Y, aunque las comparaciones son odiosas, es inevitable extrañar la dirección de James Cameron y el carisma de Arnold Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis.
El título está disponible para ver en Star+.
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